El Chicle regresa a Teixeiro con medidas antisuicidio para ser juzgado por rapto y delito sexual

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

Abuín Gey en una foto de archivo durante una carrera
Abuín Gey en una foto de archivo durante una carrera Cedida

Vive en una celda de la enfermería vigilado por un interno de apoyo

07 abr 2019 . Actualizado a las 14:30 h.

El autor confeso de la muerte de Diana Quer regresó el miércoles a la cárcel de Teixeiro, posiblemente el penal de España que menos ansiaba pisar. ¿El motivo? Las cuentas pendientes con sus otrora socios en el negocio de la cocaína, los mismos que le señalan por chivato de la Guardia Civil. José Enrique Abuín Gey fue trasladado desde la cárcel de Villahierro, en Mansilla de las Mulas (León), donde cumple condena por narcotráfico y espera tres juicios relacionados entre sí por la presunta comisión, o intento, de delitos sexuales a sendas jóvenes. En el primer juicio (del miércoles al viernes en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña) la víctima es una chica de Boiro, y Abuín está acusado detención ilegal, intento de agresión sexual, intento de robo con violencia, amenazas y lesiones. Los hechos ocurrieron el 25 de diciembre del 2017 y la Fiscalía le pide 15 años y 10 meses de prisión.

El Chicle fue trasladado a Teixeiro por el servicio de conducción de Instituciones Penitenciarias para instalarse directamente en el módulo de enfermería, que nada tiene que ver con el de ingresos, en el que ya durmió durante los primeros días tras su detención por el crimen de Diana Quer (este juicio podría celebrarse en octubre). Luego, ya en el penal de A Lama, permaneció semanas hasta su definitivo trasladado a León para compartir centro con el también gallego David Oubel, condenado a prisión permanente revisable por matar con una radial a sus dos hijas en Moraña. Tanto en la primera estancia, como ahora, Abuín permanece sometido a un plan de prevención de suicidio, que implica la colaboración de un interno de apoyo designado por la dirección penitenciaria. Las celdas de ambos reos son contiguas, pero separadas por un muro comunicado por un ventanuco. De hecho, el acceso a la parte de la enfermería en la que se encuentra Abuín está restringido, lo que supone otra medida de seguridad añadida.

Explican fuentes penitenciarias que en casos de gran trascendencia pública, como la de Diana Quer, se evita siempre que los acusados accedan a módulos normales para evitar altercados. En el caso del Chicle, y más en la cárcel de Teixeiro, se da otra circunstancia: las cuentas pendientes de los exsocios de Abuín Gey en el tráfico de drogas, por lo que cumple condena, en la operación Piñata (2007). Añaden las mismas fuentes que uno de los presos que podría estar interesado en un cara a cara con Abuín, siendo ambos naturales de Barbanza, acaba de abandonar el penal coruñés para acceder al centro de inserción como paso previo a recuperar la libertad definitiva. Mientras, el Chicle, en pocos días, se sentará en el banquillo de los acusados para responder ante el primero de los tres juicios que lo retratan como un asesino y violador en serie.