Diferencia generacional y cambio de roles son las principales dificultades

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Carmen, que tiene acogidos a  tres nietos, charla con los técnicos del programa de apoyo de Aldeas Infantiles
Carmen, que tiene acogidos a tres nietos, charla con los técnicos del programa de apoyo de Aldeas Infantiles Sandra Alonso

Un programa de apoyo desarrollado por Aldeas Infantiles ayuda a quienes acogen a familiares menores de edad

06 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La acogida en el hogar de un familiar es la fórmula más natural para los menores pero no está exenta de dificultades. Incluso cuando pasan a convivir con abuelos con los que el pequeño siempre ha tenido una relación estrecha pueden surgir los conflictos. «O rol de avó non é o mesmo que o de pai. Eles non deberían estar para criar de novo pero atópanse con que teñen que volver facelo», explica María Jesús Lago, directora del programa de apoyo al acogimiento en familia extensa. La adolescencia es un momento especialmente crítico ya que el salto generacional se hace más palpable. «Las cosas ahora son muy distintas a como eran cuando ellos fueron padres. Necesitan entrenar sus habilidades parentales y que les ayudemos a encontrar nuevas pautas educativas porque a veces las suyas ya fallaron con sus propios hijos», dice Carlota Lois, que junto con Antonio Chenlo, se encarga del programa en Santiago de Compostela.

El programa de Aldeas Infantiles no solo se dirige a los acogedores. El menor es siempre el eje central y con ellos se trabajan directamente cuestiones como la inteligencia emocional. Pero, sobre todo, los técnicos se convierten en una figura de confianza para ellos. «Somos alguien con quien pueden hablar de otra manera. No es lo mismo charlar con nosotros que con una figura paterna. Muchas veces nos dicen “ tú sabes cómo decirme las cosas”», relata Antonio Chenlo.

En los casos en que los menores reciben visitas de sus padres biológicos, los técnicos también están en contacto con ellos. «Lo ideal es que mantengan una vinculación y aún mejor si el hogar puede volver a recomponerse», aclara Carlota.

Historias de vida

Un momento especialmente conflictivo es el de enfrentar al niño con su propia historia. «Non é bo mentirlles. Hai que atopar a maneira de que poidan entender a súa situación tendo en conta a súa idade e dun xeito que non lles faga dano. Irllo contando pouco a pouco e na medida en que eles o poidan interpretar», dice María Jesús. Ayudar a las familias a elaborar esas historias de vida para que puedan responder a las preguntas de los menores es uno de los grandes apoyos que ofrecen los técnicos de Aldeas Infantiles. «Muchas familias respiran aliviadas cuando las ayudamos a hacer ese relato pero siempre son ellos quienes deben contárselo al niño», aclara Carlota.