La Guardia Civil encuentra un fusil en la casa de Fornelos de Montes en la que se escondían los líderes de Resistencia Galega

J.R.

GALICIA

Óscar Vázquez

Antón García Matos, alias Toninho, y Asunción Losada Camba llegaron al registro poco antes de las 08.00 horas rodeados de fuertes medidas de seguridad dentro del protocolo establecido en la lucha antiterrorista

28 jun 2019 . Actualizado a las 20:21 h.

Siete días después de que Antón García Matos, alias Toninho, y su pareja, Asunción Losada Camba fueran detenidos en Vigo, tras trece años de fuga, los considerados líderes de Resistencia Galega -el único grupo terrorista activo que quedaba en España y que ya se da por desarticulado-, han sido trasladados esta madrugada desde la cárcel A Lama, adonde fueron enviados el martes por el magistrado Manuel García-Castellón, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, hasta la aldea abandonada de Fornelos de Montes en la que se escondieron, al menos, durante los últimos cinco años, tiempo durante el cual el Servicios de Información de la Guardia Civil de Galicia ha seguido los pasos de cada sospechoso de pertenecer a la organización. 

Ambos, de 53 años, presentan un evidente desgaste físico motivado por haber residido en una situación precaria durante el último lustro en esta aldea en la que no tenían ni agua ni electricidad.Los agentes de criminalística de la Guardia Civil de Madrid (los mismos que participaron en la investigación de Diana Quer), que participan en el registro, buscan todos tipo de pruebas en la vivienda, incluidas de ADN y otras científicas.

En el registro de la vivienda, concretamente en una de las estancias de la planta superior, los agentes localizaron un fusil en perfecto estado.

Detenidos tras acceder a Galicia desde Portugal

García Matos y Losada Camba se encontraban huidos de la Justicia y fueron detenidos el sábado pasado en el interior del centro comercial A Laxe, en la zona portuaria de Vigo, poco después de haber entrado en Galicia procedentes de Portugal. Hasta allí habían llegado procedentes de su escondite en Portugal para encontrarse con un supuesto enlace de Resistencia Galega, la organización que la pareja dirigía en la clandestinidad y que fue declarada terrorista por la Audiencia Nacional en el 2013 y por el Tribunal Supremo en el 2014.

El contacto con el que se habían citado en el centro comercial era Juan Manuel Sánchez, sin antecedentes pero conocido por los servicios de Información de la Guardia Civil de Galicia por su vinculación con movimientos radicales. A este hombre se le hacían seguimientos puntuales, como el del sábado.

No hubo resistencia

Los guardias civiles que lo vigilaban vieron que se reunía con una pareja. Especializados en la lucha antiterrorista y en el reconocimiento de personas, los agentes lo tuvieron claro desde el primer momento. Aquel hombre que hablaba con el recién llegado en el centro comercial era Toninho. Y fueron a por él. No opuso ningún tipo de resistencia. Ni él, ni Asunción Losada, ni el interlocutor de ambos que, sin quererlo, llevó a la Guardia Civil hasta García Matos y Losada Camba. Los testigos que a primera hora de la tarde del sábado se encontraban en el centro comercial vigués cuentan que todo fue muy rápido y se hizo con la máxima discreción. De hecho, pocas personas se dieron cuenta de lo que estaba pasando y, mucho menos, de quiénes eran los tres detenidos.

Aunque el mutismo es absoluto sobre las investigaciones de la Guardia Civil, es muy probable que los dos terroristas hubiesen salido de la clandestinidad para reunirse con colaboradores de la banda y transmitirles algún tipo de orden a falta de un mes para la celebración del Día de Galicia, el 25 de julio, una fecha señalada para las reivindicaciones de este grupo. 

La Audiencia Nacional había emitido una requisitoria contra Toninho García Matos y Asunción Losada Camba en el año 2012, cuando fueron procesados, a pesar de estar fugados, por nueve delitos, entre ellos pertenencia a organización terrorista en grado de dirigentes, tenencia y transporte de explosivos y falsedad documental. 

A Resistencia Galega, que apareció en el 2005, se le atribuyen más de sesenta atentados, consistentes en la colocación de explosivos contra entidades bancarias, sedes empresariales, agencias inmobiliarias y contra los domicilios de personas destacadas. 

El último atentado terrorista de Resistencia Galega fue cometido en la madrugada del 1 de octubre del 2014 en el municipio lucense de Baralla. A las 4.41 horas explotó una potente bomba en los bajos de la casa consistorial que destrozó prácticamente la planta baja del edificio.