El Parlamento acepta crear el Grupo Mixto con los escindidos de En Marea

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Luís Villares, en una de sus últimas intervenciones en el Parlamento
Luís Villares, en una de sus últimas intervenciones en el Parlamento PACO RODRÍGUEZ

La decisión obliga a revisar la financiación y los cupos de iniciativas de los partidos

25 jun 2019 . Actualizado a las 09:50 h.

La Mesa del Parlamento de Galicia, el máximo órgano de gobierno de la Cámara, aceptó en su reunión de este lunes darle trámite a la petición registrada por Luís Villares y otros tres diputados de En Marea para habilitar de nuevo el Grupo Mixto, constituido ya en la legislatura pasada tras la ruptura producida en el seno de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la coalición que precedió a En Marea. La decisión será publicada el jueves en el BOPG, el boletín oficial del Parlamento, y puede venir rodeada de polémica, pues obligará a revisar a la baja los tiempos de intervención, la financiación o los cupos de iniciativas de cada formación. El primer perjudicado va a ser el BNG, así como las dos facciones surgidas de la antigua formación rupturista, pues van a perder el derecho de poder interpelar al presidente de la Xunta en cada sesión de control.

El presidente de la Cámara, Miguel Santalices, se tomará unos días para consultar a los servicios jurídicos y analizar cómo reconfigurar el Parlamento y sus reglas de funcionamiento para canalizar la actividad de cinco grupos políticos donde hasta ahora había cuatro. Una forma de hacerlo consistiría en ampliar en al menos un 20 % el tiempo de duración de las comisiones, los plenos o las rondas de preguntas a Feijoo para satisfacer a todos los grupos, pero es un planteamiento que en la jefatura de la casona de O Hórreo han descartado.

Santalices deberá hacer una propuesta que va a ser como la cuadratura del círculo. Que cinco grupos políticos hagan casi lo mismo que hacían cuatro, sin emplear más tiempo ni tampoco más recursos públicos, pues la presidencia considera que la ciudadanía no entendería que la escisión de En Marea comporte un sobrecoste presupuestario.

Los portavoces de los grupos se apresuraron ayer a hacer una primera valoración de lo que se avecina. Por parte del PP, Pedro Puy pidió que «non se faga responsables» al resto de los partidos de la «distorsión» que provocará la quiebra de En Marea. Desde el PSdeG, en cambio, Leiceaga ve la ruptura de En Marea como una oportunidad para «reforzar a idea e a mensaxe» de que los socialistas son la alternativa al PP en Galicia.

Los dos grupos más grandes, por tanto, aspiran a conservar su estatus con la creación del Grupo Mixto, pero los tres minoritarios -BNG, con 6 diputados; En Común Podemos, con 10; y el Mixto, con 4- van a ver reequilibrados a la baja tanto sus tiempos de intervención, como su peso en las comisiones o su cupo para debatir iniciativas.

Luís Villares se echa a un lado y renuncia a mantener el último cara a cara con Feijoo

En Marea, con 14 diputados en el Parlamento gallego, es un grupo roto en dos porciones, pero en el pleno que arranca este martes seguirá operando todavía de manera unitaria, pues la constitución del Grupo Mixto todavía llevará unos días. Sobre el papel, Luís Villares todavía podría ejercer como portavoz del grupo, pero a la vista de los acontecimientos ha preferido hacerse a un lado y renunciar a mantener el último cara a cara con Feijoo como portavoz de En Marea.

La pregunta registrada por Villares para la sesión de control al presidente de la Xunta, que tendrá lugar mañana, versaba sobre el crecimiento de la economía gallega desde el 2009 y sus consecuencias. El propio Villares delegó en sus viceportavoces -Antón Sánchez (Anova) y Carmen Santos (Podemos)- la posibilidad de que uno de los dos pudiera tomar el relevo y asumir la pregunta a Feijoo, pero ambos declinaron el ofrecimiento, así que el portavoz del grupo solicitó su retirada.

Compás de espera

Desde En Marea explican que, dada la situación de ruptura del grupo, no tendría sentido que Luís Villares actuara en el cara a cara con el presidente de Xunta como portavoz de una formación que no existe. Así que tanto el sector de Villares, que se irá al Grupo Mixto, como los ocho diputados agrupados en torno a En Común, la facción respaldada por Podemos, Esquerda Unida, parte de Anova y algunos independientes, aguardarán a que el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, haga su propuesta para el reparto de tiempos, de espacios y de cupos de iniciativas a cada grupo para decidir los nombres de los futuros portavoces.

Ahora bien, la ruptura definitiva de En Marea se va a retardar de forma ficticia para poder amarrar hoy un cargo de senador autonómico, pues si se materializara ya la escisión ese puesto le correspondería al PSOE.