Javier Fernández y Juan Vicente Herrera, la «conciencia del noroeste»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

Paco Rodríguez

Los expresidentes de Asturias y Castilla y León reciben en el Santiago la máxima condecoración de la Xunta de Galicia

24 jul 2019 . Actualizado a las 17:41 h.

La Xunta concedió esta mañana sus máximas condecoraciones institucionales a los expresidentes de Asturias y Castilla y León. Javier Fernández y Juan Vicente Herrera recibieron las Medallas de Galicia tras años de colaboración institucional para luchar por los intereses comunes del noroeste. En el Gaiás, ante unos ochocientos invitados, los dos políticos coincidieron al confesarse emocionados y honrados por un galardón que les llega pocas semanas después de haber abandonado sus puestos, finalizando así previsiblemente su carrera política. Sin embargo, el presidente gallego recomendó a los actuales homólogos, Adrián Barbón (Asturias) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), presentes en la entrega, que sigan contando con la experiencia y consejo de sus antecesores, en una invitación a continuar colaborando para trabajar por objetivos comunes en los que incluyan siempre a Galicia.

Para Feijoo, el trabajo realizado en los últimos años para diseñar planteamientos conjuntos es el mejor ejemplo de que «hay una España de las autonomías que funciona» frente a la inexistencia de políticas de Estado que solo están contribuyendo a la «incertidumbre» de los ciudadanos. Es, aseguró, «otra versión» de la política más allá del «puente aéreo Madrid-Barcelona», que es «menos soberbia, menos aparente y más efectiva». Entre los asuntos en los que Galicia encontró la solidaridad de sus vecinos, Feijoo citó especialmente el trabajo para equilibrar el mapa español de las mercancías ferroviarias, el énfasis en los criterios demográficos o la reclamación de una financiación más justa. «Transformamos unha mera veciñanza en comunidade», dijo el líder gallego, quien definió a los homenajeados como «representantes senlleiros da política útil, real e con maiúsculas, da que estamos moi necesitados».

Entre actuaciones musicales de Amancio Prada, los galardonados ensalzaron en sus discursos los valores de la cooperación y el consenso. El socialista Javier Fernández afirmó en su intervención que el lenguaje practicado por los tres presidentes en los últimos años resulta algo «exótico» en la política española actual, con el mérito de añadido de no pertenecer a la misma organización. Para Fernández, «la conciencia del noroeste ya existía, pero le dimos un nivel institucional y político que destaca en este inmenso mar de fondo español». El asturiano hizo referencias a la «fortísima identidad» que no compite con España y que sí lo hace «en el mercado de las lealtades».

Juan Vicente Herrera recurrió más a la historia que a la política para poner en valor unos lazos que personalmente él ya tenía por su querido Camino de Santiago y que utilizó para hablar de la relación con Galicia y Asturias: «Una de las primeras cosas que aprende el peregrino es que no hay compartimentos estancos. Que todo es diverso, y que cada etapa es un proyecto mayor, como el proyecto de España», ejemplificó. El popular cree que las tres comunidades tienen «una buena vecindad de personalidades diferentes y rasgos comunes», y se mostró orgulloso de haber generado una «conciencia del noroeste como espacio que necesita superar olvidos y esperas». Para ello, y en una clave más práctica, reivindicó una reforma del Senado para que sea una cámara territorial más práctica; y mayor peso para la Conferencia de Presidentes. «Nuestra identidad no pierde por relacionarnos con los demás, al contrario, gana. Negar lo que tenemos en común solo nos hace ser más torpes, más pobres y estar más solos», concluyó.