Las negociaciones del centro vigués con el grupo Ribera Salud están casi cerradas. Sanidade exige el mantenimiento de los puestos de trabajo
14 oct 2019 . Actualizado a las 19:03 h.El mayor hospital privado de Galicia está a punto de ser vendido. El Grupo Nosa Terra 21 ultima las negociaciones para que Ribera Salud compre Povisa, un centro al que el Sergas tiene encargada la asistencia sanitaria de 135.000 personas en el área de Vigo.
Fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que faltan pocos días para que ambas partes sellen la venta y que, aunque la dirección lleva la operación con la máxima discreción -solo contados mandos del centro sanitario han tenido confirmación de la misma-, en Madrid ya se da por hecha esa transacción.
Con ella culmina la histórica apetencia de los grandes grupos sanitarios españoles por el Hospital Povisa, el tercer mayor recinto de España de propiedad privada por número de camas, según el Catálogo Nacional de Hospitales, del INE, por detrás del Institut Pere Mata (Tarragona) y la Fundación Jiménez Díaz (Madrid).
Povisa no es un hospital privado al uso. Es el único que mantiene un concierto singular con el Servizo Galego de Saúde (Sergas), un convenio que le permite ser el centro sanitario de referencia para 135.000 personas de Vigo y las comarcas de O Morrazo y O Val Miñor. Actualmente está en manos del grupo de empresas Nosa Terra 21 de la familia Silveira. Suyas son también firmas como Remolcanosa o Naviera Elcano. La familia se hizo con el control del hospital en 1996, un momento en el que atravesaba una situación financiera extrema. En aquel momento lo rescató y logró ampliar los conciertos que fue suscribiendo con la sanidad pública.
Ribera Salud fue la promotora del modelo Alcira, en Valencia, un hospital que constituye un símbolo de la gestión privada de la sanidad pública en España porque en 1999 se convirtió en el primer modelo que incluía la conversión de toda un área de salud, incluidos centros de salud y hospital, a la propiedad privada. Pero Ribera es en realidad una marca. Detrás está al gigante norteamericano Centene Corporation. Esta compañía es realmente la compradora, porque posee el 90 % de Ribera.
La probable venta llega después de unos años de mucha convulsión. En el 2018, el hospital vigués declaró 7 millones de euros en pérdidas, el peor resultado de su historia. Es algo que el hospital achaca en exclusiva al concierto que mantiene con el Sergas desde septiembre del 2014.
Sus registros contables han ido acumulando números rojos machaconamente. En los cuatro ejercicios que van del 2015 al 2018 ha sumado 18 millones de euros de agujero. La situación llegó al límite hace un año y un día, cuando el hospital presentó ante el juzgado el preconcurso de acreedores. La insolvencia se evitó in extremis tras una dura negociación con el Sergas que permitió modificar el contrato. El Consello de Contas ha analizado que estos cambios permitirán a Povisa ingresar entre 3,4 y 4,4 millones de euros más cada año.
Sin embargo, a la vista de los resultados, el propio auditor de Povisa, Deloitte, advierte en las últimas cuentas del hospital que es una empresa que tiene «una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento».
Toda esta situación, así como el convencimiento por parte de los propietarios de que el futuro no será mejor porque el Sergas no mejorará más las condiciones, han ido convenciendo a la propiedad de la venta.
La segunda mayor empresa de Vigo da servicio a 135.000 pacientes del Sergas
Povisa es la segunda empresa con más empleados de Vigo, solo superada por el grupo automovilístico PSA. Tiene una nómina de 1.350 trabajadores, y el año pasado facturó 103 millones de euros. Pero para 135.000 personas es también su hospital público. Y lo es porque ellas quieren. Desde que en el 2014 firmaron su último concierto, cada año el Sergas abre la posibilidad de cambiarse de hospital. Todas esas personas podrían pasarse al Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), que desde el 2015 añade el atractivo del Álvaro Cunqueiro y sus nuevas instalaciones. Y sin embargo, prefieren quedarse en Povisa.
Durante muchos años fue el hospital con la mayor lista de espera de Galicia, pero en los últimos años ha atravesado mejoras de récord: en solo cuatro años, precisamente coincidiendo con la apertura del nuevo hospital de Vigo, el tiempo para operarse en Povisa ha caído a la mitad y ahora está en 79 días por término medio, dentro de los objetivos que le marca el Sergas.
Povisa mantiene conciertos con la sanidad pública desde los años 70; abrió en 1973 en el edificio en el que sigue, en la calle Salamanca. A finales de los 80, cuando las competencias sanitarias aún estaban en el Insalud que controlaba el Gobierno de Felipe González, le cedió una parte de las urgencias de Vigo. Su crecimiento se produjo en 1993, con Romay Beccaría como conselleiro de Sanidade, y sobre todo en 1996. Desde entonces es el hospital de los ciudadanos de una parte de Vigo (Coia, Coruxo, Beiramar) y de los de las comarcas de O Morrazo y O Val Miñor.
Además, es el centro de referencian en todo el sur de Galicia para algunos servicios como la cirugía maxilofacial, la unidad de quemados o la litotricia, de forma que a cualquier paciente que necesite ser atendido en estas especialidades se le deriva a Povisa.
El futuro dueño, una aseguradora de Misuri que factura 60.000 millones de dólares
Cuando los dueños de Povisa y los de Ribera Salud estampen su firma en los documentos, este grupo con sede en Valencia será el dueño del hospital. Sin embargo, los dueños reales están bastante más lejos, en San Luis, Misuri, Estados Unidos. Es la aseguradora Centene Corporation. Es un gigante que factura 60.000 millones de euros gracias a la gestión de programas de salud privados, como los seguros de los que dispone la mayoría de la población en Estados Unidos; y públicos, como el Medicare o el Medicaid, un programa del que es el mayor proveedor en todo el país. Por hacerse una idea de lo que supone ese volumen de negocio: la Xunta tiene un presupuesto que es prácticamente seis veces inferior.
Poco a poco, Centene se ha ido haciendo con la mayoría del accionariado de Ribera Salud. El Banco Sabadell mantiene aún un simbólico 10 %. Fue esta misma entidad la que le vendió a los americanos un 40 % en los últimos meses. Mantiene como consejero delegado a Alberto de Rosa.
No es la primera vez que este grupo intenta desembarcar en Galicia. En la sanidad privada española hay un líder absoluto que es Quirón Salud, con 2.800 millones de facturación en el año 2017, según un informe de la Fundación Idis. Después están los grupos Vithas (521 millones) y Ribera Salud (449). Quirón y Vithas tienen centros sanitarios en Galicia. También HM Hospitales, que es el quinto grupo.
Ribera Salud acaba de perder el hospital de Alcira, después de la decisión de la Generalitat valenciana de no renovar la concesión tras quince años y de revertirla a la sanidad pública, en contra de los intereses del grupo empresarial. El hospital de Alcira se abrió en 1999 tras una concesión del gobierno de Eduardo Zaplana. A finales del 2002 se rescindió la concesión. La Generalitat pagó a Ribera 70 millones de euros. Luego lo sacó a concesión de nuevo y se lo adjudicó al mismo grupo con mejores condiciones.
Ribera conserva concesiones de la sanidad pública: dos áreas sanitarias en la provincia de Alicante (Torrevieja y Vinalopó-Elche), participa en una tercera (Denia), un hospital en Madrid (Torrejón) desde finales del año pasado y dos en Lima, Perú (Villa María del Triunfo y Callao).