El techo de gasto de la Xunta recupera los cinco dígitos y se sitúa en 10.160 millones para el 2020

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Feijoo acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de ser  el «principal moroso de España» por tener bloqueada la financiación de las comunidades

03 oct 2019 . Actualizado a las 22:29 h.

En un contexto económico marcado por la desaceleración en toda Europa, la inestabilidad política de España y la falta de presupuestos de referencia a nivel de Estado, el Gobierno gallego fijó ayer un techo de gasto claramente expansivo para el año 2020, que supera por primera vez en la última década la barrera de los 10.000 millones de euros. El techo o capacidad máxima de gasto no financiero de la Xunta fue establecido en los 10.160 millones, un 3,1 % más que este año, lo que le permitirá al Gobierno gallego disponer de 311 millones a mayores para afrontar sus compromisos políticos durante un ejercicio que estará marcado por la convocatoria de las elecciones autonómicas, previstas inicialmente para el otoño.

La aprobación del techo de gasto, que ahora deberá ratificar el Parlamento, es un requisito imprescindible para que la Xunta pueda remitir a la Cámara un proyecto de presupuestos para el año próximo, algo a lo que el presidente Núñez Feijoo se comprometió en el último debate sobre el estado de la autonomía. Es una tarea que no está exenta de riesgos, que tiene mucho de salto al vacío, pues el propio Feijoo reconoció ayer, tras presidir la reunión semanal del Consello, que no hay grandes cifras de referencia a nivel de Estado para hacer una previsión de ingresos tributarios o saber lo que recibirá Galicia del sistema de financiación autonómica. Es decir, son unas cuentas un poco a ciegas.

Y es que el Gobierno de Pedro Sánchez «non facilitou ningún dato de peche deste ano ou próximo», manifestó el mandatario gallego, que también puso sobre la mesa el problema añadido del bloqueo de los 700 millones de euros que está reclamado la Xunta del sistema de financiación y que todavía no tiene claro que vaya a percibir, pese a que 530 millones ya estaba recogidos en las cuentas del año en curso. Y eso condiciona los números.

Contexto de contracción

La disyuntiva, por tanto, consistía en renunciar a presentar un proyecto presupuestario por las incertezas que hay a nivel de Estado o bien en asumir las dificultades «e intentar protexer a Galicia da inestabilidade», matizó Feijoo, camino que finalmente decidió tomar la Xunta. Eso sí, este recorrido se va a hacer en un contexto muy diferente al de los años 2017 y 2018, cuando la comunidad se anotó crecimientos del PIB del 3,1 y el 2,8 %, respectivamente.

La Consellería de Facenda no es ajena a los ajustes a la baja de las estimaciones de crecimiento realizadas por el Banco de España o la Comisión Europea y aprovechó la aprobación del techo de gasto para meterle también un tijeretazo a las previsiones gallegas. El 2019 se cerrará con un crecimiento estimado del 2 % del PIB, frente al 2,5 % valorado inicialmente, y la economía crecerá un 1,9 % el próximo año, en línea con la cifra de referencia para España.

El ciclo expansivo se debilita, pero sigue habiendo crecimiento. En ese marco, el Gobierno gallego considera que hay margen para que pueda crecer la capacidad de gasto de la Xunta y cumplir igualmente con los parámetros de la regla de gasto y de pago a proveedores. «Cos datos que temos agora, no 2020 encadearemos seis anos seguidos de crecemento e de creación de emprego», señaló el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, que prevé cerrar el 2019 con una tasa de paro del 11,4 % y reducirla al nivel del 10 % a finales del 2020.

Estimación «prudente»

Para dibujar el cuadro macroeconómico de referencia, la Xunta tomó en consideración unas estimaciones «prudentes e realistas», apuntó Feijoo, calculando que lo que le corresponderá recibir del sistema de financiación autonómica crecerá al mismo ritmo que la economía española, es decir, en un 2 %.

Este es el cálculo que le permite a la Xunta valorar que el techo de gasto —que existe por ley desde hace nueve años— obtenga los cinco dígitos y se sitúe en los 10.160 millones, frente a los 9.850 de este año. Son 311 millones que la Xunta genera a mayores para afrontar sus compromisos de gasto en un año que toca cita con las urnas y que es necesario dotar de financiación las nuevas medidas sociales anunciadas por Feijoo en el debate sobre el estado de la autonomía, como la gratuidad de la educación del tramo de 0-3 años a partir del segundo hijo, la reforma del Tarxeta Benvida o la ampliación de casas nido a todos los concellos.

Feijoo a Pedro Sánchez: «O seu Goberno é o principal moroso de España»

Feijoo aprovechó ayer sus comparecencia en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta para responder al anuncio realizado por Pedro Sánchez en un mitin en Valencia, de que desbloqueará las entregas a cuenta a las comunidades antes de las elecciones del 10 de noviembre, y dijo que ni siquiera era necesario «calificar a utilización» que han llevado al presidente en funciones a convertir su Gobierno en el «principal moroso de España», que tiene bloqueados casi 7.000 millones de euros que reclaman las comunidades del sistema de financiación, de los cuáles 4.500 se corresponden con las entregas a cuenta.

Feijoo insistió en reclamar el cien por cien de los 700 millones de euros que reclama la Xunta, que aparte de los 330 millones de las entregas, incluyen otros 200 millones de la liquidación pendiente del IVA y 170 millones más de incentivos por cumplir la regla de gasto. «Sería unha gran mentira pagar unha parte e quedarse coa outra», subrayó el presidente gallego, que ahora mismo no ve ni una sola razón para que Galicia renuncie «a un só céntimo do que se lle debe».

«Que pague»

Respecto al anuncio de Sánchez, de que se abordará el pago de los anticipos mediante la aprobación de un real decreto ley que después deberá ser convalidado en el Congreso, Feijoo receló de que el dirigente socialista hiciera su anunció en un acto electoral. Con todo, soltó: «Dame igual que sexa presidente en funcións ou secretario xeral do PSOE, pero que pague».

También reprobó el mandatario autonómico que no es de recibo pedirle a las empresas y al conjunto de los españoles que ingresen sus tributos, que las firmas paguen a sus proveedores y que los trabajadores puedan cobrar a fin de mes, pero que el Gobierno central no cumpla sus obligaciones para con las comunidades autónomas.