La holandesa Smit toma el mando de las operaciones. Se suspende el operativo previsto para las dos de la tarde por Salvamento Marítimo
24 nov 2019 . Actualizado a las 14:32 h.La operación para tratar de desencallar el buque, en el que sería el cuarto intento, no se llevará finalmente a cabo. La reunión técnica mantenida esta mañana en la Torre de Control Marítimo de A Coruña ha decidido suspender la maniobra y trabajar en la elaboración de un plan para vaciar los tanques del quimiquero, que si bien no lleva carga, cuenta en su interior con combustible. Así lo acaban de acordar en el encuentro técnico mantenido para analizar la situación del buque, en el que tomaron parte tanto representantes de Salvamento Marítimo como miembros de la armadora del barco, el capitán marítimo y el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.
A partir de ahora, tal y como informa Salvamento Marítimo, toma el control de las operaciones la empresa holandesa Smit Salvage BV, un gigante del mundo de los remolques marítimos, especialmente conocido aquí en Galicia porque fue la encargada de hacerse cargo del rescate fallido del Prestige y de llevarlo a mar abierto en el año 2002. Participó también en el operativo para tratar de reflotar en el 2012 el Costa Concordia para extraer de su interior más de 2.400 toneladas de combustible.
El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, acaba de confirmar que la naviera tiene 24 horas para presentar el plan para vaciar los tanques de combustible del buque embarrancado. Este sábado por la noche tenía en su interior 45 toneladas de fuel y 60 de gasóleo, que irán disminuyendo a medida que pasen las horas al seguir encendido.
Según indicó, tras fracasar anoche el intento de reflotar el quimiquero, la naviera solicitó una reunión urgente a las autoridades para analizar la situación del barco, y tras el encuentro de esta mañana asumió la responsabilidad sobre las operaciones de reflotamiento. En esta línea, decidió no realizar un nuevo intento para reflotarlo, previsto para la pleamar de las 14.30 horas de hoy. Ante esta situación y «a petición del Estado», subrayó Losada, la empresa «asume el compromiso prioritario de extraer el combustible». Para ello, especificó, deberá presentar «en 24 horas un plan que será evaluado, aprobado y autorizado» por las autoridades españolas. Con posterioridad, un segundo paso será el de elaborar el plan para reflotar el quimiquero.
Losada también confirmó que mientras duren los trabajos, y en tanto no se llevan a cabo las evaluaciones del estado del casco, se mantendrá el dispositivo de Salvamento Marítimo. Así, el Don Inda fondeará en Ares y se mantienen activos los planes de protección de los puertos de A Coruña y Ferrol y el autonómico. El Plan Nacional está en alerta por si hiciese falta activarlo.
La noticia de que Salvamento Marítimo deja de ocuparse de las labores de rescate del Blue Star, que pasa a manos privadas, ha sembrado la decepción, incluso la tristeza, entre los cientos de personas que desafiando al mal tiempo se encuentran al borde de la costa en Ares. Los cientos de curiososo ven cómo se marcha la Salvamar, que ya navega hacia el sur. Pero eso no quiere decir que la gente abandone el acantilado, porque el interés no es tanto observar las labores de reflote del buque, que también, como contemplar la imagen de un carguero encallado en la costa.
Entre los marineros de la zona se destaca que tal vez sea imposible mover el buque antes del miércoles, y es que cuando un barco de estas características embarranca, suele ocurrir que se va asentando en el fondo, haciendo una especie de cama y que por tanto cada hora que pasa es mas difícil de sacar. La idea de que el miércoles sí puede salir el buque se debe a que ese día está prevista una marea mucho más viva, aunque nadie sabe si será lo suficiente como para devolver la libertad al Blue Star.
Hemeroteca:
Varios intentos infructuosos
A la segunda tampoco fue la vencida. Ya ha quedado demostrado que desencallar el Blue Star de las rocas de As Mirandas está siendo una misión tremendamente complicada. Esta pasada madrugada tampoco pudo ser. Estaba prevista una maniobra de remolque para las dos de la mañana, confiando en que subiera más el agua y ayudara a rescatarlo. Para prepararlo se trabajó durante toda la tarde, aprovechando al máximo las horas de luz.
El plan era un remolque conjunto entre el Don Inda y el Ibaizabal Nueve, propiedad de una empresa vasca con delegación en Ferrol. Salvamento Marítimo calculaba que entre los dos tendrían 120 toneladas de tiro. Ante un público expectante, que acudió pese al frío para ver la maniobra, empezaron a tirar usando «cable reforzado de dyneema, un material de última tecnología que, en igualdad de peso, es 15 veces más fuerte que el acero para poder tirar», detallaban. Pero al primer intento la estacha extendida al barco se rompió.
A eso hubo que sumar que el extremo ya roto se enredó en la hélice del Ibaizábal Nueve. Ante la posibilidad de que hubiese sufrido daños de mayor importancia regresó a puerto pero de camino el cabo ya se fue soltando. Aún así, para ese momento, cuando el remolcador quiso volver al lugar del siniestro para seguir con la maniobra ya era demasiado tarde y la marea volvía a estar bajando. En todo caso, se demostró que la altura alcanzada esta pasada madrugada no era suficiente para ayudar a movilizar el buque.
El operativo se dio por finalizado y el Helimer recogió del Blue Star a los dos integrantes del la unidad de buceo que había respaldado el trabajo y que tuvieron que subir a bordo del quimiquero para colocar correctamente los cabos, debido a que desde Salvamento Marítimo tenían problemas para comunicarse correctamente con los tripulantes del buque para que hiciesen lo que se les pedía.
En estos trabajos estaba participando el remolcador más potente que hay en España, el Don Inda, con su gemelo Clara Campoamor. Europa Press recuerda que fue construido a raíz del desastre del Prestige para situarlo cerca del dispositivo de separación del tráfico de Finisterre y para cubrir cualquier emergencia marítima en Galicia. Tiene su base en Brens, en Cee (A Coruña), y su nombre honra a Indalecio Prieto, conocido como Don Inda, que fue ministro de varias carteras durante la II República.
El barco quimiquero Blue Star encalló la noche del viernes pasadas las once en una zona rocosa de la ría de Ares, arrastrado por la fuerza del mar tras sufrir un incendio en la chimenea que la tripulación intentó sofocar y que derivó en un fallo de máquinas. Conocido el incidente, se activaron los planes de alerta previstos para estos casos y se hizo un primer intento de rescate con el Helimer dando cobertura en torno a la una de la madrugada del sábado, pero fracasó: los cabos lanzados para arrastrar el buque se rompieron. «Se movió un poco la popa, pero se veía que estaba completamente acostado sobre las rocas», señalaba gráficamente el regidor aresano, Julio Iglesias.
El segundo intento llegaba a la una de la tarde del sábado. Dos remolcadores, el Don Inda y el Ibaizabal Nueve comenzaron a trabajar ante un público expectante. Y a los veinte minutos del primer tirón se rompía el primero de los cabos. Pocos minutos después, el segundo. Y así hasta cuatro.
El tercer intento fue el de esta pasada madrugada, también infructusoso.