Un testigo del juicio por el pazo de Meirás: «A mi abuela la expulsaron de su casa»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen del juicio por el pazo de Meirás celebrado el pasado mes de julio en A Coruña y que no tendrá que repetirse
Imagen del juicio por el pazo de Meirás celebrado el pasado mes de julio en A Coruña y que no tendrá que repetirse Cabalar

Comienza el proceso judicial para decidir la propiedad del inmueble, que ahora está en manos de la familia Franco

06 jul 2020 . Actualizado a las 13:33 h.

¿Se mantenía el pazo de Meirás con dinero público? Esa es la pregunta que trata de resolverse en la primera parte del juicio que este lunes ha comenzado en A Coruña para decidir sobre la propiedad del inmueble que fue residencia de verano del dictador Francisco Franco durante 40 años y que en la actualidad está en manos de la familia de Franco, concretamente de sus nietos. En las afueras del edificio de la antigua Audiencia de A Coruña se concentraron varios manifestantes para reclamar el pazo para el patrimonio público.

El juicio comenzó con la declaración del último guardia civil que prestó servicio dentro del recinto del pazo de Meirás. José Suárez, de 80 años, estuvo destinado en ese servicio, también conocido como guardia hortelano, entre 1982 y 1990. Dijo que él vivía con su familia en una casa que había dentro de la finca del pazo y que a él le pagaba la Guardia Civil. Confesó que su labor era la de vigilar la propiedad y colaborar en algunas tareas de limpieza. Reconoció que cuando había algún problema se dirigía al secretario particular de los Franco, que era la única persona con la que tenía contacto para las cuestiones relacionadas con el pazo. A preguntas de los abogados de los Franco, este guardia civil jubilado admitió que antes de llegar al pazo de Meirás estuvo destinado varios años en la finca La Piniella, en Oviedo, que era propiedad de la mujer de Franco.

Luego compareció un vecino de Meirás, Juan Pérez Babío, de 70 años, quien señaló que a su familia le habían arrebatado la casa para ampliar la propiedad del pazo: «A mi abuela la expulsaron de su casa», declaró. Dijo que a su abuela y a su madre les costaba hablar de ese tema, pero recordó que a su abuela «la presionaron y se tuvo que marchar de su casa, y eso la marcó para toda su vida». Afirmó que todos los años, días antes de la llegada de Franco a Meirás en agosto, al pazo venía personal de mantenimiento de la Comandancia de Obras y del Ayuntamiento de A Coruña. Eran albañiles y jardineros, a quienes conocía porque iban al bar y comentaban lo que hacían en el pazo. Y también recuerda que cuando se produjo el incendio del pazo, en el año 1978, entraban y salían camiones del Ejército. 

Fue significativa la declaración de uno de los testigos aportados por la Abogacía del Estado. Es un funcionario del Ayuntamiento de A Coruña, Antonio Abad, que estaba encargado del departamento de Patrimonio. A él le encargaron varios informes a lo largo de trayectoria profesional, entre ellos los referidos a las asistencias que el Ayuntamiento de A Coruña hacía en relación al pazo de Meirás. Y destacó que en esos documentos reseñaba que todos los años, en los meses de julio y agosto, una motobomba del parque de bomberos de A Coruña llevaba agua al pazo. Al testigo no le consta que hubiese algún reembolso económico por esas salidas de los bomberos. Recordó que esos partes de asistencia al pazo eran de los años cincuenta y sesenta y que no le consta que hubiese más después de la muerte de Franco. Dijo que había que justificar esas salidas porque eran fuera del municipio coruñés. Aseguró que desconocía si ese transporte de agua se realizaba porque en Meirás había problemas de abastecimiento.

Fuera del juzgado 

Más de medio centenar de personas se concentraron rente a los juzgados al grito de «Fascismo nunca máis». También estaban presentes miembros del colectivo conocido como «Os 19 de Meirás», que representa a los activistas que el 30 de agosto del 2017 ocuparon simbólicamente el inmueble, entre los que se encuentra el diputado del BNG Néstor Rego y que han sido llevados a los tribunales por la familia Franco.

También la candidata del BNG a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón, acudió a las puertas del juzgado y aseguró que espera que el juicio por la titularidad del pazo de Meirás «comece o camiño para facer xustiza». Pontón participó en la concentración secundada por diferentes asociaciones gallegas por la memoria histórica. «Ten que ser un primeiro paso para que outros pozos negros que quedan do franquismo se vaian abrindo», declaró la portavoz del BNG.

También el candidato de Galicia En Común-Anova Mareas a la presidencia de la Xunta, Antón Gómez-Reino, considera que la recuperación del pazo de Meirás sería «o primeiro paso para a normalización democrática. Chega tarde, pero ten que chegar inmediatamente».