El pedagogo que impulsó «La Voz de la Escuela»

cristóbal ramírez

GALICIA

CÉSAR QUIAN

Fernando Garrido (Negreira, 1941) falleció en A Coruña

06 oct 2020 . Actualizado a las 11:50 h.

Los Garrido eran una institución en Negreira cuando en los 70 fui allí a dirigir un colegio. Lejos estaba yo de saber que con el tiempo trabajaría codo con codo con uno de ellos, Fernando, durante nada menos que 38 años. El pasado en Negreira despertó una corriente de simpatía mutua que se fortaleció con el tiempo.

Fernando Garrido estudió Derecho en la Universidad compostelana. Mientras en el plano familiar se casaba con una nicrariense, con quien tendría dos hijos, también se asentaba en el colegio coruñés Santa María del Mar, donde fue uno de los grandes pilares del nacimiento de un centro moderno. Su vida profesional la desarrolló hasta ayer con la compañía de su hermano Jesús, el popular Chucho, jesuita, exdirector de ese centro y renovador de la pedagogía gallega, a la que sigue proponiendo cambios y experiencias nuevas.

El tándem Garrido se lanzó a insuflar nuevos aires en las aulas. Para ello crearon Padres y Maestros, una entidad que mantuvo numerosos contactos -algunos de gran altura, como Le Monde o The New York Times- para buscar la dimensión internacional que le faltaba a la enseñanza en España. Y A Coruña se puso en vanguardia utilizando para ello el programa Prensa-Escuela, dependiente primero de Padres y Maestros, y desde 1982, siguiendo la iniciativa del presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, convirtiéndolo en un proyecto del periódico para llegar a todos los gallegos.

Las gestiones de Fernando -austero, tranquilo, reflexivo y, sobre todo, muy humano- hicieron que el suplemento La Voz de la Escuela, de este diario, que él coordinó, apareciese también en medios de toda España. Cuando La Voz de Galicia creó su máster en Medios de Comunicación fue a Fernando a quien llamó para estructurarlo y dirigirlo. Ahí, durante 12 años, tuve el placer de trabajar con él como jefe de estudios. No tuvimos más discusiones que las que todos los años manteníamos mientras veíamos el final de cada etapa de la Vuelta a España, amantes ambos del ciclismo. El máster fue un éxito.

Los años, los achaques, la vida en suma, lo fueron menguando físicamente, pero todavía hace una semana me llamaba para preparar materiales con vistas a su publicación. La pedagogía de hoy, decía, no es la de ayer, y hay que buscar nuevos incentivos para que los chicos aprendan.

Fernando Garrido Suárez falleció tranquila y cristianamente -era un católico devoto- en la madrugada de ayer en el Chuac.