La Guardia Civil y la Policía Nacional detienen casi una treintena de personas y se incautan de 630 kilos de hachís. La operación se inició en el 2019 tras investigar el entorno de un histórico capo gallego
17 may 2021 . Actualizado a las 19:52 h.La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta, han desarticulado una organización criminal dedicada al narcotráfico en la que han incautado 630 kilos de hachís y han detenido a 28 personas en Galicia, Málaga y Almería.
Durante la llamada operación Bocagrande, los agentes han intervenido 330 kilos de hachís ocultos en un camión y otros 300 kilos en un yate que era utilizado por la organización para importar droga hasta Almería, además de 42.000 euros en efectivo, tres vehículos, una embarcación y numeroso material telefónico, han informado en un comunicado.
Las pesquisas comenzaron a finales del 2019 con la investigación de una organización criminal dirigida por un «histórico narcotraficante gallego», como lo definen en su nota, desde la zona de Arousa, lo que permitió identificar a un grupo de personas que prestaba apoyo logístico desde Almería, Cádiz y Málaga. Algunos medios andaluces vinculan ese grupo con Sito Miñanco.
A partir de ahí, los agentes identificaron un yate presuntamente empleado por la organización para transportar hachís hasta Almería, una nave industrial en Los Barrios (Cádiz), y un camión -de los que habitualmente se emplean para la recogida y transporte del vidrio a las plantas de reciclaje- en el que también ocultaban y transportaban la droga.
A finales de junio del 2020, se detectó que el camión embarcó en un ferri con destino a Ceuta con el fin de transportar una importante, pero indeterminada, cantidad de hachís. Días después, la Guardia Civil de Ceuta informó de que había hallado alrededor de 330 kilos de hachís ocultos en un lugar (fabricado para tal fin) de la zona de carga del vehículo y detenido al conductor, identificado como un destacado miembro de la organización.
Posteriormente, en febrero del presente año, los agentes localizaron un yate cargado con 300 kilos de hachís que en el momento del abordaje estaba ocupado por dos individuos, miembros de la banda, que también fueron arrestados.
A raíz de estas detenciones, fueron identificados y localizados el resto de implicados que fueron arrestados, a la vez que entramado fue desmantelado.
Aunque la organización había perdido la confianza de los proveedores y se encontraba acuciada por las deudas, todavía disponía de una embarcación de alta velocidad capaz de viajar hasta Marruecos para realizar una nueva carga.