Un gallego afincado en Escocia espera sentencia por tenencia de pornografía infantil y abuso sexual

cinthya martínez / i. c. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Trabajaba en un centro universitario de Edimburgo

08 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un gallego que reside en Edimburgo (Escocia) ha sido investigado por descargar y poseer multitud de fotografías de pornografía infantil, abusos sexuales y maltrato a menores, que fueron encontradas en su ordenador personal. Actualmente está a la espera de sentencia.

A P. F. S., natural de Santiago de Compostela, le descubrieron miles de archivos de pornografía infantil en el disco duro de su ordenador portátil, confiscado por la policía después de que esta recibiese una información sobre estos hechos. Tras el registro, en junio del año pasado, de la casa de Sinclair Place donde residía P. F. S y la posterior exploración forense del equipo informático, se encontraron un total de 5.388 imágenes de abuso infantil a niños de entre seis meses y 16 años de edad. De ellas, 946 eran de contenido explícito, en las que se podía ver a menores siendo violados por adultos.

P. F. S., de 37 años, se declaró culpable en su comparecencia en el Tribunal del Sheriff de Edimburgo (juzgado local de primera instancia) el pasado mes de julio, y ahora se encuentra en libertad con medidas cautelares a la espera de sentencia, que se dará a conocer en los próximos días. Según publicó la prensa escocesa, el fallo ha sido aplazado, por la «preparación de informes de trabajo social» solicitados por el juez.

El acusado trabajaba en la universidad Heriot-Watt de Edimburgo cuando estalló el caso. P. F. S. ejercía de tutor con los estudiantes que se alojaban en la residencia de esta universidad privada, donde les daba la bienvenida, resolvía sus dudas o trataba de solucionar disputas entre ellos. Cuando empezó la investigación, la policía informó a los responsables de la institución universitaria, que analizó la situación y acabó cambiando de funciones a su empleado tras una «evaluación de riesgos». Sin embargo, después de que él mismo confesase los hechos de los que se le acusa, la universidad lo suspendió de sus funciones a la espera de que se resuelva la causa.

Fuentes conocedoras de los hechos explicaron que P. F. S. se instaló en Edimburgo hace aproximadamente seis años. En un primer momento, empezó trabajando en la limpieza de un hotel de la capital escocesa, labor que pasó a desempeñar poco después en la universidad Heriot-Watt, junto con tareas de mantenimiento. Mediante una oferta de promoción interna, ascendió a tutor de los jóvenes que se alojan en la residencia universitaria.