Para el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucía, el permiso de conducir B1 ofrecería ventajas importantes para la movilidad eléctrica en España «en cuanto a la concienciación, por llegar a un público joven que el día de mañana formará parte del tráfico y habrá podido superar las barreras del desconocimiento actuales en torno al vehículo eléctrico, haciendo de este un público sensibilizado con una conducción eficiente y segura». Desde el punto de vista empresarial, destaca que el B1 permitiría «modelos de negocio basados en la movilidad eléctrica compartida que ofrezcan vehículos más seguros y confortables a un público joven que actualmente solo puede acceder al carné de motos A1, y por último favorecerá el desarrollo industrial basado en esta tipología de vehículos por parte de empresas españolas que buscan desarrollar factorías para producirlos en nuestro país, mejorando la competitividad y el empleo en el sector de la automoción».