Así se conduce con mal tiempo

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Con lluvia, la visibilidad se reduce y la conducción se complica.
Con lluvia, la visibilidad se reduce y la conducción se complica. MARCOS MÍGUEZ

Es el momento de aumentar las precauciones si hay que conducir

29 nov 2021 . Actualizado a las 16:46 h.

Lluvia, nieve y viento son factores a los que los conductores gallegos están acostumbrados y por eso saben que la circulación se complica porque disminuye la visibilidad, se reduce la adherencia de los neumáticos y se incrementan las posibilidades de sufrir un accidente.

con nieve

Mejor no conducir. La nieve es una de las situaciones más complicadas para el tráfico. Si la nevada es fuerte, conducir es casi imposible, sobre todo si no se tienen cadenas o neumáticos de invierno. Las ruedas pierden la adherencia a la carretera y la conducción es muy complicada. Además, también se reduce la visibilidad y la nieve puede llegar a ocultar las marcas viales e incluso las señales verticales. En esa situación, lo más recomendable es no conducir, aunque si es necesario hacerlo, las medidas de precaución tienen que ser máximas, la conducción debe hacerse con suavidad, utilizar las marchas largas y evitar movimientos bruscos. En autovías y autopistas es necesario circular siempre por el carril de la derecha con el fin de dejar libre el izquierdo para que puedan pasar los servicios de emergencias y los camiones quitanieves. 

La lluvia

El peor acompañante en la carretera. El asfalto se vuelve resbaladizo, el comportamiento del coche cambia y, sobre todo, disminuye la visibilidad. En esa situación hay tres recomendaciones que se repiten: reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad con el vehículo que circula delante y evitar una conducción brusca. Además, conviene llevar encendidas las luces de cruce aunque sea de día para ver y ser vistos. El riesgo de sufrir un accidente cuando llueve es un 70 % más elevado que con tiempo seco. Y una de las causas es la pérdida de visibilidad dentro del puesto de conducción, un problema que se multiplica de noche. 

La visibilidad

Los limpiaparabrisas. Son una pieza esencial para la seguridad, por lo que es muy importante revisar su estado y cambiar las escobillas para mejorar el barrido sobre el cristal del parabrisas. Un estudio sociológico realizado por la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial) revela que el 75 % de los conductores reconocen haber conducido alguna vez con las escobillas en mal estado. Desde la empresa especializada Carglass advierten que hay que revisar el estado del parabrisas y de las escobillas, que deben ser sustituidas al menos una vez al año. 

La velocidad

Un factor clave en momentos de lluvia. Pese a que disminuye la visibilidad y a que la carretera se hace más resbaladiza, muchos conductores mantienen la misma velocidad que con tiempo seco. Y nada es igual en esas condiciones. Cuando llueve fuerte, advierten desde Tráfico, ir a más de 80 kilómetros por hora es un riesgo y las posibilidades de sufrir un aquaplaning se duplican. «Y muchos conductores siguen con la misma velocidad», lamentan las fuentes consultadas. 

Los neumáticos 

El agarre a la carretera. Su buen estado es importante siempre, pero de manera especial, cuando llueve. Son el único punto de contacto con el asfalto, recuerdan desde el RACE. Los neumáticos deben tener el dibujo con la profundidad necesaria para poder evacuar el agua que se acumula en la calzada. Esta semana, la Guardia Civil de Tráfico realiza en Galicia un dispositivo especial de vigilancia. La multa es de 200 euros por cada neumático en mal estado. Es momento de revisar el estado de las ruedas. 

 

Imagen de una nevada del último invierno en la carretera N-VI.
Imagen de una nevada del último invierno en la carretera N-VI. MARCOS MÍGUEZ

Consejos de la Guardia Civil en caso de nieve

Llevar cadenas. Si hay que conducir por zonas en las que se prevén nevadas es imprescindible disponer de cadenas. 

Luces todo el día. Hacerse ver es un aspecto básico en seguridad vial, y más cuando las condiciones de luminosidad disminuyen, como en los casos de temporales de nieve. Llevar encendidas las luces del coche todo el día es la mejor medida.

Menos velocidad. En condiciones meteorológicas adversas, la primera recomendación es disminuir la velocidad para poder reaccionar a tiempo y reducir los riesgos de colisión y de salida de vía. 

Aumentar la distancia de seguridad. Con nieve o hielo disminuye la adherencia de los neumáticos a la carretera, por lo que es necesario aumentar la distancia de seguridad con los vehículos que circulan delante para poder frenar en caso necesario.

Despliegue en las carreteras

Más de 100 camiones quitanieves, 20.000 toneladas de sal y más de 3 millones de litros de salmuera. Estos son los números del plan de vialidad invernal que acaba de activar la Delegación del Gobierno en Galicia. Esas cantidades de sal y de salmuera son las que están almacenadas en los silos que el Ministerio de tiene distribuidos en la red viaria del Estado, pero podrían ser ampliadas en caso necesario. En ese operativo trabajan 348 personas de mantenimiento, a las que se suman los 900 agentes que la Guardia Civil de Tráfico tiene en Galicia y los funcionarios del Centro de Gestión de Tráfico de Noroeste, desde donde se controlan las cámaras y sensores instalados en las vías del Estado.

 

Hielo

El peligro oculto. Es uno de los peores escenarios porque es muy difícil apreciar su presencia en la calzada. Hay que prestar especial atención a las zonas sombrías, en puentes y cerca de ríos, ya que son zonas en las que se pueden haber formado placas de hielo, que son extremadamente peligrosas y pueden hacer que el coche se salga de la carretera. Muchos vehículos incorporan tecnología que avisa de la posibilidad de que haya hielo en la calzada, pero no hay que fiarse. En esas circunstancias el riesgo de accidente es máximo. Con hielo es casi imposible conducir.

Viento fuerte

Rachas peligrosas. Las situaciones de viento apenas son consideradas de riesgo por los conductores. Pero las rachas fuertes pueden ser una amenaza para mantener la estabilidad de determinados vehículos, por lo que es recomendable agarrar con fuerza el volante, sobre todo al salir de túneles o después de adelantar a vehículos de grandes dimensiones. Además, el viento puede lanzar ramas de árboles a la carretera, desplazar contenedores, señales o mobiliario urbano que pueden causar accidentes.

 

Los colores de la carretera

VERDE, AMARILLO, ROJO, NEGRO. Esos son los colores que utiliza la Dirección General de Tráfico para indicar el estado en el que se encuentra una carretera y cuál es su nivel de servicio. Es conveniente conocer estas indicaciones antes de conducir, sobre todo con condiciones meteorológicas adversas, como por ejemplo ante el mal tiempo que se anuncia para la próxima semana. 

En carretera, Tráfico comunica esos niveles de servicio de la red viaria a través de los paneles de mensaje y de los propios agentes de la Guardia Civil. Además, hace pública esa información en su página web, www.dgt.es, en las redes sociales y a través de los medios de comunicación, con conexiones en directo de televisiones y radios con los centros de gestión de tráfico. El verde suele asociarse a una vía libre de problemas, pero en este caso las advertencias de peligro comienzan con ese color, que indica que la situación puede complicarse.

Verde

NO PASAR DE 80. El nivel verde se activa cuando empieza a nevar. Con ese color se puede conducir con precaución y significa que las condiciones pueden ir a peor. La velocidad se limita a 80 kilómetros por hora en carreteras convencionales y a 100 en las autovías y autopistas. Los camiones deben circular por el carril derecho y tienen prohibido adelantar. 

Amarillo

PROHIBIDO PARA CAMIONES. El amarillo indica que la carretera empieza a estar cubierto de nieve. Se prohíbe el paso de camiones y vehículos articulados. Con nivel amarillo, los turismos y los autobuses no pueden superar los 60 kilómetros por hora.

Rojo

CON CADENAS. La carretera está totalmente cubierta de nieve. Con este aviso solo se puede circular con cadenas o con neumáticos de invierno. No se puede superar el límite de 30 por hora. Prohibida la circulación de autobuses, camiones y vehículos articulados.

Negro

CARRETERA CERRADA. Circulación imposible. Con nivel nivel negro nadie puede circular. Es una situación de máximo riesgo y el tráfico debe interrumpirse. Es una situación de peligro y hay riesgo de que muchos conductores queden bloqueados. Con posibilidad de nieve, es recomendable llevar ropa de abrigo y alguna manta por si hay que permanecer dentro del coche durante horas.