El mundo poscovid: riesgo de tiranía, poco empleo y jubilación a los 75 años

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El foro «El mundo en pandemia» de la Fundación Círculo de Montevideo contó con la participación de políticos y empresarios de España y América Latina. De izquierda a derecha, en la primera fila: Román Rodríguez, conselleiro de Cultura; Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta; tras el pasillo, Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay; Carlos Slim, empresario mexicano; Felipe González, expresidente de España; Enrique Iglesias, expresidente del Banco Central de Uruguay; Natalio Botana, politólogo argentino; y Ricardo Lagos, expresidente de Chile
El foro «El mundo en pandemia» de la Fundación Círculo de Montevideo contó con la participación de políticos y empresarios de España y América Latina. De izquierda a derecha, en la primera fila: Román Rodríguez, conselleiro de Cultura; Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta; tras el pasillo, Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay; Carlos Slim, empresario mexicano; Felipe González, expresidente de España; Enrique Iglesias, expresidente del Banco Central de Uruguay; Natalio Botana, politólogo argentino; y Ricardo Lagos, expresidente de Chile XOAN A. SOLER

Líderes de España y América reflexionan en Santiago sobre la pandemia

01 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en el año 2001 cuando se reunieron por primera vez en Santiago los integrantes del Círculo de Montevideo, un foro de debate creado para impulsar la democracia representativa y la economía de mercado. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, reeditó la invitación cursada dos décadas atrás por Manuel Fraga para que varios expresidentes de España y América Latina reflexionaran sobre los desafíos que debe afrontar un mundo azotado por la pandemia del covid-19 y que, como poco, deberá convivir con la fatiga de democracia y las derivas autoritarias, con la conectividad global, pero también con una revolución laboral que, según el magnate mexicano Carlos Slim, debería ir hacia semanas de solo tres días laborales y con jubilaciones a los 75 años.

La reunión plenaria del Círculo de Montevideo, que lleva por título El mundo en pandemia, arrancó ayer en el edificio Fontán de la Ciudad de la Cultura con el saludo del presidente de la Xunta y el alcalde de Santiago, en calidad de anfitriones, y un mensaje del rey Felipe VI leído por el exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón.

En el ambiente planeaba también el plantón que le dio al encuentro la alcaldesa de A Coruña, la socialista Inés Rey, tras expresar en público su «perplejidad» por que entre los trece intervinientes del foro solo hubiera una mujer, la costarricense Rebeca Grynspan, secretaria general del organismo de comercio y desarrollo de la ONU, que además es la única representante femenina del Círculo de Montevideo.

Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay, ejerció de moderador de los debates tras una intervención inicial que versó sobre la política en tiempos de redes, a la que siguió otra ponencia del empresario mexicano Carlos Slim sobre las nuevas formas de trabajar, que a casi nadie dejó indiferente.

Slim aludió a que la pandemia provocó que la reconversión laboral que ya se estaba produciendo con los procesos de digitalización o el reparto de tareas sea «más acelerada», pues la implantación del trabajo a distancia se generalizó en muchos ámbitos en lo que no se volverá ya nunca a lo de antes. Eso sí, para adaptarse al nuevo contexto «urge la conectividad universal», explicó, sugiriendo incluso que sean los poderes públicos los que sufraguen la banda ancha para los hogares más desfavorecidos.

Otro cambio que planteó con el nuevo escenario es el reparto del tiempo del trabajo. Su receta consiste en «trabajar tres días a la semana», entre 11 y 12 horas diarias, y disponer de cuatro de descanso en los que realizar otras actividades que también generan economía. Y eso acompañado con jubilaciones «a los 75 años», que considera la única fórmula real para evitar la quiebra de los sistemas de pensiones de los países occidentales.

«Nuevas tiranías»

La intervención del expresidente español Felipe González estuvo más centrada en analizar la crisis de la democracia representativa, lo que en ocasiones se ha dado en llamar la fatiga democrática. Advirtió de que es el edificio de la democracia hay cuidar de aquello «que no se ve y que no se aprecia», que son los cimientos que, si se deterioran, pueden provocar que la estructura se derrumbe. «Esos fundamentos —prosiguió González— siguen siendo el respeto al Estado de derecho y el respeto a la Constitución», que nadie debería saltarse. «Cuando alguien cree que desbordar las reglas del juego es un ejercicio de libertad, el fundamento de la democracia se resquebraja», alertó el expresidente, porque todos los demás se sentirán con el derecho de hacer lo mismo. Y eso es un «llamamiento evidente a un autócrata», abundó, a que se instale una nueva forma de tiranía.

Al deterioro de la calidad democrática también aludió Feijoo, aunque en su caso se centró más en combatir los populismos, cuyo objetivo es «acreditar que la democracia no es un buen sistema» y que puede ser suplido «por eslóganes y ocurrencias». Previno del riesgo de que los partidos del sistema se mezclen con los populistas «porque siempre gana el populista», y eso supone, en su opinión, la derrota de la gobernanza, pues los que nunca gobernaron nada son los que tienen recetas para todo.

Es por esa razón que Feijoo hizo una apuesta encendida en favor de la gobernanza, y no por esquivar los problemas, por legislar para combatir la pandemia y no provocar que las comunidades autónomas tengan que peregrinar por los tribunales para intentar aplicar medidas.

Por la mejora de la gobernanza, aunque a nivel mundial, también apostó el expresidente chileno Ricardo Lagos, pues se quejó de que las estructuras comunes globales fallaron para responder a las tres grandes crisis del siglo XXI: la de los ataques del 11S, la crisis financiera del 2008 y la de la actual pandemia.