Adrián Barbón, presidente de Asturias: «Invito a la Academia Galega a que decida sobre los asuntos de Galicia»

Ángel Falcón
ángel falcón OVIEDO / LA VOZ

GALICIA

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón Tomás Mugueta

«Todas las comunidades autónomas están infrafinanciadas», afirma el jefe del Gobierno asturiano

20 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (Pola de Laviana, 1979), asiste a los coletazos previsiblemente finales de la pandemia después de consolidar, junto a Galicia, una de las gestiones más efectivas del virus. Aunque el nuevo modelo de financiación parece que tendrá que esperar a la próxima legislatura, el socialista asturiano mantiene con solidez la alianza con otras comunidades del noroeste, como Galicia y Castilla y León, gobernadas por el PP, para alcanzar un sistema justo que tenga en cuenta sus peculiaridades compartidas.

—Parece que la reforma de la financiación autonómica se deja para la próxima legislatura. ¿Cómo valora la primera propuesta del ministerio?

—Tiene elementos positivos porque se valora más el envejecimiento, pero también hemos hecho alegaciones porque creemos que no responde a las necesidades reales del gasto. Desde Asturias, igual que el resto de las comunidades que nos reunimos en Santiago [la reunión fue convocada por el presidente gallego, Núñez Feijoo], defendemos un modelo con el que se garantice a todos los españoles, con independencia de dónde vivan, los mismos servicios con la misma calidad. Y para eso se necesita que haya una financiación acorde, porque una población envejecida va a necesitar más gasto sanitario. Y una segunda reflexión: todas las comunidades están infrafinanciadas. O se pone mucho más dinero encima de la mesa o va a ser imposible cuadrar el sistema.

—En los días previos a la reunión de Santiago hubo cierto resquemor ante la posibilidad de que la cumbre se convirtiese en un frente contra el Gobierno. ¿Está debilitada esa alianza?

—Todo lo contrario. Salió muy fortalecida con un documento suscrito en su totalidad por las ocho comunidades y un añadido en materia de control del lobo que suscribimos otras comunidades, no todas. Es un mensaje de unidad muy potente y creo que incluso facilita la labor del Gobierno a la hora de buscar un modelo de financiación, porque ya sabe que hay unas comunidades que responden a criterios comunes ahí marcados.

—¿Da por cerrada la negociación por la oficialidad del asturiano? ¿Lo da por zanjado para esta legislatura o queda alguna posibilidad de acuerdo?

—Lo que no se puede hacer es generar expectativas cuando ya no las hay. Hay que ser realistas. No se puede engañar a la gente. Para que haya reforma del Estatuto se necesitan 27 votos y solo hay 26. Si algún partido, de aquí a los próximos meses, cambia su posición y decide sumar el voto necesario, entonces habrá reforma del Estatuto. Pero hay que ser sinceros y no frustrar más a la gente. ¿Es un fracaso? Sí, colectivo y por supuesto también mío personal. Lo admito.

—Aunque ahora nos parezca política ficción, ¿podría entrar el PP en una reforma del Estatuto? Usted ha lamentado que no haya participado. Porque el PP de Asturias choca frontalmente con la postura del PP de Galicia respecto al gallego.

—Tengo una teoría. Yo no entiendo la actitud del PP. Que miren a sus hermanos de Galicia, la reivindicación constante que hace el presidente Feijoo, con orgullo de su lengua. No entiendo cómo el PP de Asturias no es capaz. Tengo la teoría de que cuando caiga Teresa Mallada [la candidata popular], el primer cambio de actitud que va a adoptar el PP va a ser girar hacia la oficialidad del asturiano. De todas formas, a la gente que pueda estar hoy decepcionada yo le quiero recordar que hace 12 años había cuatro diputados favorables a la oficialidad y hoy hay 26.

—De Galicia llegó la petición de la Real Academia Galega de que se hiciera oficial el gallego en Asturias.

—Yo invito a la Real Academia Galega, con mucho cariño, a que decida sobre los asuntos de Galicia. Que generalmente nosotros no tenemos la tendencia a entrometernos en la regulación lingüística de Galicia.

—¿Cómo explica que una parte de Asturias, los diputados del PP, Ciudadanos y Vox, rechacen el reconocimiento y el impulso de un patrimonio cultural de Asturias como es la «llingua»? A mucha gente de fuera de Asturias le parece inexplicable.

—Es inexplicable. No hay explicación posible. Han utilizado un informe de trabajo para defender sus posiciones. El informe no les importa lo más mínimo. Lo que les importa es desgastar la posibilidad de que algún día el asturiano y el eonaviego [el gallego que se habla en Asturias] sean reconocidos como lenguas oficiales, lenguas propias de Asturias. El nivel de crispación hacia todo lo que suena a asturiano es enorme. Por eso reivindico la identidad asturiana. ¿Cómo no la voy a defender?

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón Tomás Mugueta

«Creo que este va a ser el año en el que volveremos a la normalidad»

Cuando se cumplen dos años de pandemia, parece que la situación está empezando a normalizarse. «Creo que va a ser el año en que volvamos a la normalidad que queremos, y además parece que todos los datos sanitarios indican eso: que estamos ante una transformación de la enfermedad, con una evolución como la que pasó con la gripe de 1918. Ese virus, tal y como se conoció en los primeros años, desapareció, fue cambiando, mutó y aprendimos a vivir con él, y esa podría ser la evolución natural del covid-19. Pero todavía nos quedan meses de tener que guardar medidas».

—¿Cuándo se podrán eliminar las restricciones que hay ahora?

—En realidad las restricciones ahora se reducen casi a la mínima expresión. En el caso de Asturias son poquísimas. ¿Hasta cuándo? Hasta el momento en que ya se vea que la evolución del virus nos lleve a lo que llaman una situación endémica.

—¿Las mascarillas en interiores tienen todavía largo recorrido?

—Todavía queda un tiempo, sí. No sé cuánto. Se han retirado las mascarillas en exteriores, al final vamos a tener que aprender a convivir de otra manera, pero las mascarillas irán desapareciendo.

—¿Habrá una Semana Santa normalizada?

—Hay que ser prudentes. Hubo un momento en que dije que la pandemia estaba arrinconada y luego resultó que nos dio el susto de esta sexta ola, que es la quinta en Asturias. Pero la evolución nos lleva a una reanimación de todos los sectores económicos y también los ambientes más festivos que han estado suspendidos en los últimos años.

—En esa dicotomía que se planteó al principio, salud o economía, ¿sigue siendo prioritaria la salud?

—Es que sin salud no hay economía. Es imposible que nuestra economía funcione si no se garantiza la salud pública. Y más en una comunidad tan envejecida como la nuestra. Tener determinados índices de contagio sin controlar, que por su gravedad pudieran llevar al colapso al sistema sanitario, lo que se llevaría por delante sería finalmente la propia economía. Economía sin salud es imposible.

—Usted se contagió de covid y estuvo ingresado. ¿Qué experiencias extrajo?

—Lo primero de todo que aun tomando todas las medidas siempre podemos cometer algún error. Cualquier pequeño mal ajuste de la mascarilla o una saturación de aerosoles en un espacio cerrado. La segunda: lo importante que es tener un sistema de salud pública como el que tenemos.

«Siento tristeza por lo que han vivido los votantes y militantes del PP de buena fe»

El contexto político a la derecha del PSOE se complica con la grave crisis interna del PP y el eventual trasvase de votos populares a Vox. «Siento tristeza por lo que han vivido los votantes y militantes del PP de buena fe. No me corresponde a mí opinar sobre cuestiones internas del PP».

—¿Teme el auge de la extrema derecha visto lo que pasó en Castilla y León?

—Por supuesto. Y por la gran debilidad del PP. O gobierna el PSOE o gobierna Vox, dije allí en los actos electorales. Vox le marca la pauta permanentemente al PP, hasta la moción de censura.

—¿Qué nota le pondría a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno?

—No me pongo nota ni a mí mismo ni a él. Que lo hagan los ciudadanos.

—Desde la izquierda aparece el liderazgo creciente de Yolanda Díaz a través de una plataforma de confluencia de fuerzas. ¿Cómo lo ve desde Asturias?

—Hay que ver el papel en el futuro de Yolanda Díaz. Nadie niega su papel en el Consejo de Ministros. Ha entendido muy bien un error de la izquierda cuando gobierna en coalición, que se acaba enfrentando entre sí. No debe ser una crispación de gobierno, sino que tiene que funcionar como un todo. Esa plataforma la sigo con escepticismo, porque no sé en qué va a parar. A la izquierda del PSOE creo que tiene que haber una reorganización y un fortalecimiento, porque están muy débiles.