Pontón dice que el PP es el único que tiene «teito» y le recuerda a Rueda las derrotas en Pontevedra

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

xoan a. soler

Arengó a alcaldes y ediles nacionalistas para obtener el mejor resultado en unas municipales como paso previo a alcanzar la Xunta

30 abr 2022 . Actualizado a las 17:42 h.

El BNG se ha tomado la dimisión de Alberto Núñez Feijoo en la Xunta como una oportunidad para poner en marcha la «conta atrás» para que en el 2024 Galicia tenga una presidenta nacionalista. Y cuando lo consigan, asegura Ana Pontón, ese Gobierno se alimentará con la experiencia de los cargos locales que la formación tiene repartidos por Galicia. La líder del Bloque reunió en Santiago a los principales cuadros municipales, a los que arengó para conseguir llenar los ayuntamientos de alcaldes y concejales que contribuyan también a una victoria en las autonómicas.

Para Pontón, la clave de un cambio de ciclo en la Xunta se producirá por el hecho de que el PP ha  alcanzado su «teito» electoral, mientras que el BNG «sube» tras alcanzar ser la segunda fuerza en el 2020, que es el momento en el que la actual dirección fija el cambio de tendencia. «Dialogar, expandir, ampliar e confiar» son las palabras clave que utilizó la líder para motivar a regidores y ediles de los que habló con «orgullo» por su capacidad para transformar la vida de la gente «en catro anos» allí donde hay alcaldes nacionalistas, ejecutivos compartidos y concejales en la oposición. «É o momento de actuar con confianza na sociedade galega e no BNG. Preparade o proceso das municipais con xenerosidad, intelixencia, ambición e ideas claras», les reclamó. 

Pontón ve más motivos para adelantar un «tempo novo». Y lo justifica porque «no PP están nerviosos, e eteñen motivos para estalo. Se algo sabemos no BNG e gañarlle a Rueda e ao PP. Se algunha experiencia ten Rueda co BNG é a amarga derrota cada catro anos. E imos continuar con esa racha dentro de dous anos», afirmó refiriéndose a las sucesivas victorias del BNG en la ciudad de Pontevedra y al control que mantienen junto a los socialistas de la Diputación provincial.