Un lucense, condenado a no poder usar redes sociales durante una década por abusar de un niño de 13 años

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

J. A. B. M., condenado por abusar sexualmente de un niño de 13 años, llegando este jueves a la Audiencia Provincial de Lugo
J. A. B. M., condenado por abusar sexualmente de un niño de 13 años, llegando este jueves a la Audiencia Provincial de Lugo Carlos Castro

Pasará ocho años y medio en prisión tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Confesó ser autor de un delito de abuso sexual, uno de prostitución de menores y otro de difusión de pornografía infantil

11 feb 2023 . Actualizado a las 15:00 h.

Ocho años y medio de prisión. Esa es la pena a la que tendrá que hacer frente un vecino de Lugo de unos 40 años que fue condenado en la mañana de este jueves tras confesar haber abusado sexualmente de un niño de 13 años al que había conocido por una aplicación de citas. Tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, la pena de 23 años que se pedía para él se ha visto reducida notablemente. Lo que sí se mantiene es la petición de que el ahora condenado no pueda utilizar ni redes sociales ni aplicaciones de mensajería móvil durante una década, castigo que tiene como objetivo impedir que pueda contactar de nuevo con personas como el chico del que abusó. 

Ya en el escrito previo de la Fiscalía, el acusado, J. A. B. M., figuraba como presunto autor de tres delitos: abuso sexual a un menor de 16 años, prostitución de menores y elaboración y distribución de pornografía infantil. Ya en el juicio, celebrado en la mañana de este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo, el magistrado del tribunal, Edgar Cloos Fernández, relató cómo el lucense contactó y quedó con el niño.

Sucedió a principios del año 2020. Empezaron a hablar a través de Grindr, una aplicación móvil de citas, hasta que el hombre lo convenció para quedar en persona. Mantuvieron relaciones sexuales en al menos tres ocasiones, en una de ellas con dinero de por medio, y el adulto terminó difundiendo vídeos y fotos íntimas del niño como contenido de pornografía infantil. El condenado llegó a enviarle fotos del chico a terceros con los que chateaba a través de otras webs. 

El abogado de la defensa alcanzó un acuerdo con la fiscal, que concluyó con las siguientes penas. Por el delito de abusos sexuales a un menor de 16 años, cinco años de prisión. Por el de prostitución de menores, un año. Por el de difusión de pornografía infantil, dos años y medio. En total, ocho años y seis meses.

J. A. B. M., el ya condenado, es una persona conocida en Lugo por los aficionados al baloncesto. Durante varios años, trabajó como animador de pista en la cancha del Río Breogán, interactuando con el público, sorteando camisetas y presentando espectáculos en tiempos muertos y descanso. 

J. A. B. M. confesó haber difundido fotos íntimas de un menor de 13 años tras mantener relaciones sexuales con él.
J. A. B. M. confesó haber difundido fotos íntimas de un menor de 13 años tras mantener relaciones sexuales con él. Carlos Castro

El abogado del pederasta: «Es una rebaja considerable»

Su letrado, Juan Carlos López, corroboró la «conformidad» antes de entrar al juicio. Afirmó que supone «cinco años, más uno y dos y medio más (por los distintos delitos), lo que hace que sean en total ocho años y medio» de cárcel. Admitió que se trata de «una rebaja considerable», porque la Fiscalía pedía 23 años y medio de prisión en sus conclusiones previas.

Seguidamente, explicó que su cliente «acepta los hechos, pero depende de cómo se describan y como se hagan tienen una consideración o tienen otra». A continuación, añadió que «esa es la razón por la que la Fiscalía ha rebajado la petición inicial».

El lucense aceptó esta condena, de la misma manera que se conformó con el castigo que le impuso el tribunal a petición de la fiscal, por el que no podrá hacer uso de ninguna red social o aplicación de mensajería móvil por un plazo de diez años. Deberá cumplir también una orden de alejamiento de 300 metros del niño durante cinco años, tendrá que acudir a un programa de reeducación sexual mientras esté en libertad vigilada al salir de la cárcel y el material pornográfico que elaboró será destruido. El abogado de la defensa matizó que estas penas adicionales son «un mal menor».

«Es una cosa curiosa, porque no es habitual ver una cosa así», añadió el letrado, que vincula esta renuncia por el contacto que se había producido «a través de redes sociales» y se «quiere cortar esa vía, porque es algo previsto en la ley, y se solicita y punto», concluyó.

El ya condenado fue trasladado en un furgón de la Guardia Civil este jueves hasta la Audiencia Provincial, donde se celebró el juicio. Tras la vista, volvió a la prisión de Bonxe, donde ya se encontraba de manera provisional y donde cumplirá el resto de su pena.