Estos son los cambios que afrontan las universidades gallegas con la nueva ley

borja casal REDACCIÓN

GALICIA

Imagen de archivo de alumnado universitario en la Facultade de Economía e Empresa de la UDC
Imagen de archivo de alumnado universitario en la Facultade de Economía e Empresa de la UDC MARCOS MÍGUEZ

Algunas ya preparan los nuevos programas de microformación por los que apuesta la norma. La ley reducirá la temporalidad del personal universitario al 8 %

23 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consejo de Ministros aprobó esta semana el nuevo anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario, presentada por el ministro Joan Subirats. Es una ley pensada para las próximas dos décadas. A falta de discutirla y aprobarla en el Congreso, el texto incorpora alguna novedad respecto a lo presentado en mayo a los tres rectores gallegos, que coinciden en que la norma puede cumplir con una sus grandes demandas: ganar autonomía.

¿Cuándo entrará en vigor?

El anteproyecto fue aprobado este martes en Consejo de Ministros, tras haberse modificado respecto a la idea inicial del exministro Manuel Castells. Ahora comenzará con su tramitación parlamentaria. El actual ministro de Universidades, Joan Subirats, indicó que han recibido señales positivas de distintos grupos políticos y la idea del Ministerio es que la nueva ley entre en vigor en el primer semestre del 2023.

¿Qué cambios incorpora?

La nueva ley de universidades pretende conectar más el sistema con la sociedad, y mejorar las condiciones del personal de los campus. «Necesitamos una ley para los próximos 20 años que sea capaz de responder a las necesidades actuales que demanda la sociedad», señaló el ministro Subirats. Una de las novedades, que cambia sobre el anteproyecto presentado a los rectores gallegos en mayo es la tasa de temporalidad: la ley actual fija un máximo del 40 %, que ahora tendrá que reducirse al 8 % (la idea anterior era limitarla al 20) para cumplir con las directrices europeas.

¿Cómo se reducirá la temporalidad?

Los contratos de los profesores asociados pasarán a ser indefinidos, aunque trabajen a tiempo parcial. Su docencia estará limitada a un máximo de 120 horas lectivas. Los rectores gallegos valoran esta medida positivamente: «Desaparecerá a súa figura como temporal e recuperarase a súa dimensión orixinal de profesionais que compatibilizaban o seu traballo coa universidade, que é algo que nos enriquece», explica el de la Universidade da Coruña (UDC), Julio Abalde. «En Galicia é unha cuestión de menor interese porque non estamos nese 40 % de temporalidade que si teñen outras universidades, pero é importante porque gañarán dereitos», anota el de la Universidade de Santiago (USC), Antonio López. «Indefinido non significa fixo. Eses docentes rematarán cando remate a necesidade, pero haberá que pagarlles máis cando cesen e iso supón un recoñecemento maior dos seus dereitos», añade Manuel Reigosa, el rector de la Universidade de Vigo

¿En qué consistirán los nuevos microgrados?

Otra de las novedades es la apuesta por la formación universitaria a lo largo de la vida. Por ello se plantea la puesta en marcha de microcredenciales, microgrados y otros programas de corta duración, también dirigidos a trabajadores sin titulación universitaria. «A microformación é importante máis alá dos graos, mestrados e doutoramentos. Temos a necesidade de reforzar a formación continúa, que nós xa tiñamos, e isto introduce máis posibilidades», apunta el rector de la USC. «Precisamos que a xente poida achegarse á universidade ao longo da súa vida. Pode ser con cursos curtos e mesmo estaría ben que xuntando varios se conseguise algo equivalente a un mestrado», reflexiona Reigosa, de la UVigo. Por su parte, el de la UDC señala que ya están trabajando en programas de microformaciones vinculados a la especialización, pero también a la recualificación: «É algo que xa pensamos co noso proxecto da Cidade das TIC: as competencias dixitais poden recualificar persoal universitario nun mundo que xa é dixital».

¿Y quién pagará?

La norma fija un compromiso de financiación que pasará del actual 0,7 % del PIB a un 1 %, un aumento que los rectores llevan tiempo reclamando. «A lei fai unha boa reflexión sobre cal debe ser o papel da ensinanza universitaria e sobre a necesidade de mellorar o apoio económico», afirma el rector de UVigo. El problema es que la financiación depende de las comunidades autónomas, dado que las competencias están en la práctica transferidas. «A do 1 % do PIB é unha formulación boa. A peza clave é que iso non se quede nun enunciado normativo, dado que o financiamento depende dun axente distinto do que aproba a lei. As comunidades teñen que entrar en coalición co Estado», destaca López, de la USC.

¿Cambiará la gobernanza dentro de los centros?

Sí, las universidades tendrán que completar la nueva arquitectura que promueve la ley con cambios en sus reglamentos. Y los mandatos de rectores y rectoras serán de solo seis años (hasta ahora podían estar dos mandatos de cuatro años cada uno). «O anteproxecto é moi aberto e queda moito traballo dentro das universidades. Haberá que revisar o estatuto do PDI [Personal Docente e Investigador] ou o do estudante. Esta lei é o marco normativo onde nos vamos mover e dá moita maior autonomía ás universidades, pero iso implica un gran traballo por diante nos próximos dous anos para definir as nosas estruturas», sostiene Abalde, de la UDC. «Nós sempre demandamos un maior autogoberno universitario. Orientar, decidir e tomar decisións ten un custo de traballo importante, pero é desexable», valora Antonio López.