El monfortino que violó a un niño de diez años, juzgado por distribuir pornografía infantil: «Le pedí a mi médico que me castrasen»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

El monfortino acusado de distribución de pornografía infantil, en la Audiencia Provincial de Lugo.
El monfortino acusado de distribución de pornografía infantil, en la Audiencia Provincial de Lugo. Manuel Guede

En el juicio, le dijo al tribunal que vio ese tipo de contenido por primera vez de forma accidental, pero que luego «me enganché». Afirmó haber sufrido abusos por parte de un cura cuando era pequeño

30 nov 2022 . Actualizado a las 12:17 h.

Un vecino de Monforte, de 64 años y con iniciales L. A. M. V. fue juzgado este martes en la Audiencia Provincial de Lugo. Piden para él ocho de años de prisión por un delito de corrupción de menores. Según la Fiscalía, en su ordenador y en un disco duro externo descubrieron una gran cantidad de archivos de pornografía infantil. Se le acusa de haber descargado y compartido este contenido en Internet.

Sucedió en el año 2019. Tras una larga investigación, los agentes de la comisaría de la Policía Nacional de Monforte lograron dar con la dirección de una persona que, según ellos, se dedicaba a descargar y a distribuir contenido de pornografía infantil desde su ordenador. Las pesquisas los llevaron hasta este acusado, que regentaba una tienda textil y de hogar en Monforte y que trabajaba de noche en Ourense en una residencia.

Al registrar su lugar de trabajo y su domicilio, encontraron gran cantidad de vídeos e imágenes que mostraban contenido explícito de menores de edad. «Una vez debidamente analizado el material intervenido, se pudo comprobar que el acusado, bajo el nombre de usuario generado por el programa eMule, se descargó de manera consciente material de contenido pedófilo, en el que se utilizaba a menores de 16 años, numerosas fotos y vídeos multimedia, estando alojados en las unidades intervenidas. De igual manera se comprobó que el acusado no solo almacenaba el material de contenido pedófilo, sino que procedía a distribuir y compartir el mismo entre los distintos usuarios del programa P2P el material almacenado», especificó la fiscal.

«Al principio me dio asco, pero después me enganché»

Durante el juicio, celebrado en la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo este martes, el acusado reconoció haber descargado y consumido ese material. «Cuando vinieron los policías, yo les dije en qué carpeta guardaba las descargas. Yo quería bajarme películas y música, pero una vez me encontré con un vídeo de estos cuando intentaba descargar otra cosa. Al principio me dio asco, pero después me enganché. Sé que es una aberración», lamentó L. A. M. V.

A preguntas de la Fiscalía, afirmó no saber que estaba compartiendo esos contenidos a través de la misma plataforma, y que había gente descargándose los archivos gracias a que él los difundía. «Casi todos estaban en tailandés o en chino o en alguna lengua así. No tenía intención de publicarlos en ningún sitio, no sé cómo pasó», declaró.

Aunque ahora se muestra arrepentido, reconoció estar «enganchado» a estos contenidos durante meses, aunque «después de verlos, los borraba». Según su versión, dejaba las películas y la música descargándose de noche, mientras trabajaba en la residencia, y al día siguiente los consultaba. «Muchas veces se bajaban estas películas de menores sin yo quererlo, así que las borraba cada día», insistió el acusado. Según su testimonio, tendría en su poder más de medio centenar de películas el día del registro, aunque nadie sabe cuántas pudo borrar previamente.

Pasó doce años en la cárcel por violar a un niño

 Además, el procesado comentó en el juicio que, siendo él un niño, un cura de los Escolapios de Monforte abusó de él. «Se lo conté a mi familia pero no me apoyaron. Desde entonces guardo este trauma», afirmó ante el tribunal. 

Sin embargo, no ha sido la primera vez en la que este monfortino se ha visto inmerso en un proceso penal relacionado con menores. En el año 2000, según él mismo reconoció, fue condenado e ingresó en prisión por violar en repetidas ocasiones a un niño de diez años. Pasó doce años encarcelado. Al haber cumplido su condena, en esta ocasión sus antecedentes no computan como agravante de reincidencia.

Se sometió a una castración química

El acusado está desde hace años a tratamiento psiquiátrico. Y no solo eso, sino que se ha sometido voluntariamente a la castración química, un proceso usado por algunos delincuentes sexuales para tratarse en este tipo de casos. En España no tiene carácter punitivo ni es posible que se le aplique esta condena a nadie, sino que es algo voluntario. «A mi médico le dije que quería la castración física por lo que había hecho, pero me dijo que por mi edad no podía, que tenía que ser química», reconoció durante el juicio.