Prisioneros de la estrategia y de la demoscopia: 100 días sin tregua en los partidos hasta las municipales del 28M

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sobres con papeletas para las últimas elecciones municipales.
Sobres con papeletas para las últimas elecciones municipales. CARMELA QUEIJEIRO

Socialistas y nacionalistas, socios naturales, intentan marcar distancias, mientras el PP dice salir «a por todas» sabiendo que no tiene aliados

13 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La secretaria xeral y directora de campaña del PP en las municipales de mayo, Paula Prado, revisa en su teléfono el barómetro de Sondaxe. Tras repasar las perspectivas en las siete ciudades gallegas con varias muecas, algunas con ceño fruncido y otras sin ocultar satisfacción, responde tajante: «Vamos a por todas en estas elecciones». Otros altos cargos de su partido son más concretos y apuntan a Ferrol y Ourense —«y a ver qué pasa en Lugo», añaden con suspense— como plazas que recuperarán el 28 de mayo, pero Prado se mantiene prudente y recuerda que a los populares no les basta con ganar, sino que deben apuntar a la mayoría absoluta para gobernar, porque no hay socios posibles. «No llega el sobresaliente, a nosotros nos piden la matrícula de honor», insiste. 

Ese punto de contención en privado, tratando de evitar una crisis de expectativas después del 28 de mayo, contrasta con la vehemencia y el entusiasmo que se traslada en público desde los tres grandes partidos. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, insiste en que habrá un «resultado histórico» para su formación, mientras que el secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, apela a superar la cosecha del 2019, ya satisfactoria para los socialistas al acceder a las alcaldías de cinco de las siete grandes ciudades y rozar el empate con el PP. 

Los populares están convencidos de que mejorarán los resultados del 2019. No parece complicado porque los del entonces fueron decepcionantes, quedándose además sin bastón de mando en ninguna de las siete ciudades. Les favorece, dicen, un PP que ven consolidado a nivel estatal con la nueva ejecutiva tras la crisis desatada hace justo un año. «Con Feijoo lo conseguiremos, está muy fuerte. Con Pablo Casado era posible que no. O, al menos, no tanto», apuntan.  

La estrategia popular en estas municipales, muy circunscrita a las direcciones provinciales, ha pasado en varios concellos por situar a candidatos que ya habían sido alcaldes anteriormente: Manuel Cabezas, en Ourense; José Manuel Rey, en Ferrol; Jesús Vázquez Almuiña, en Baiona; o Nava Castro, en Ponteareas. Fuentes del BNG y PSdeG lo observan como «unha falla de remuda xeracional» en el PP, que a su vez reprocha a los nacionalistas la misma ausencia de futuros relevos en localidades donde gobiernan, como Pontevedra o Carballo. También recuerdan a los socialistas la recuperación de Xosé Sánchez Bugallo, en Santiago, o Francisco Rodríguez, en Ourense, este último anunciado poco después de que los populares presentasen a Cabezas. 

«Este é o momento», subraya un miembro de la Executiva Nacional del BNG, que ve al partido con opciones de aspirar a liderar gobiernos municipales, especialmente en Santiago, si bien la encuesta de Sondaxe de este domingo aleja por ahora esa posibilidad. Algunos analistas consultados creen que el comportamiento de los nacionalistas en los sondeos es un suflé, es decir, se desinflará. Uno de los estrategas electorales del Bloque lo niega y apunta a unos resultados aún mejores de lo que prevén estas proyecciones. La base para ese crecimiento, subraya, es que «a cidadanía galega percibe ao BNG como unha marca fiable, coherente, sólida e solvente» en contraposición a proyectos «fallidos» que terminaron desvaneciéndose y «perdendo crédito», como las mareas que gobernaron en A Coruña, Santiago y Ferrol. 

 

El Bloque trata de consolidar una transversalidad que le permita absorber esos votos y captar parte del electorado socialista. Hacia estos últimos lanza también sus redes el PP. «Dimisiones de concejales en las ciudades, crisis de liderazgo, divisiones internas, gobiernos locales en minoría sin poder aprobar presupuestos…», enumeran fuentes de la campaña popular sobre el desgaste que observan en el PSdeG, al que también ven presionado por la «mala imagen» del Gobierno de Pedro Sánchez, «sin plan para Galicia» y del que, creen, los socialistas gallegos intentan alejarse. 

Miembros del PSdeG asumen «certo desgaste» en lugares puntuales, pero confían en, como mínimo, sostener las alcaldías urbanas. Incluso «dar a sorpresa» en Ourense, donde afirman haber dado con un candidato «para saír a competir». También aceptan una «recuperación e recomposición» de la presencia municipal del BNG, pero lejos de las expectativas marcadas desde la formación frentista. Y enmiendan, además, las críticas vertidas desde el PP por el presunto impacto negativo que pueda generar Sánchez. Así, el próximo domingo está previsto que lleguen varios miembros del Gobierno central a A Coruña, una ciudad «por la que la Moncloa y Ferraz apuestan especialmente». Como prueba, su designación para acoger la sede de la Aesia o la cumbre hispanoalemana que albergó el pasado mes de octubre. «Se trata de darle visibilidad como una de las ciudades importantes que gobierna el PSOE», continúan desde el partido. 

Los pilares del programa

Los comités electorales de las cuatro provincias y los socialistas de cada municipio de tamaño medio y grande trabajan en la elaboración de sus programas, atendiendo a sus particularidades, al mismo tiempo que que se define una estrategia común en el programa marco, que tuvo el pasado sábado su primera ponencia coordinada por José Miñones, delegado del Gobierno en Galicia; Alberto Varela, presidente de la Fegamp, y la regidora de Betanzos, María Barral. De aquí saldrá también el jefe de campaña, que habitualmente es el secretario de Organización, cargo que ostenta José Manuel Lage (de reciente paternidad). Todo esto se decidirá en breve, incluida la incógnita sobre el futuro de Valentín González Formoso al frente del concello de As Pontes donde es alcalde. El Comité Federal del partido se reunirá el 18 de marzo para ratificar las listas para las municipales, pero el líder socialista insiste en responder que el asunto se resolverá «pronto».

Las líneas maestras del PSdeG supondrán una extrapolación de la gestión de Formoso en As Pontes y la Diputación de A Coruña, centrada en la generación de empleo, la industria y las energías renovables, así como temas de fondo «irrenunciables», como la defensa de los servicios públicos y la igualdad de oportunidades. El PP gallego enviará esta semana sus propuestas para el programa marco nacional, tarea que se encomendó al portavoz parlamentario del partido, Pedro Puy. Los populares presentarán un proyecto basado en aliviar la burocracia, agilizar trámites y reducir impuestos a la ciudadanía. 

El BNG aprobó su plan ya en diciembre, nombrando como coordinadora a Carme da Silva, número dos de Miguel Anxo Fernández Lores en Pontevedra y coordinadora del área municipal de la Executiva Nacional. La elección es también simbólica, ya que los nacionalistas buscan situar la ciudad como escaparate y modelo a extender al resto del territorio. «Temos un proxecto municipalista claro fronte a outras forzas», explican fuentes del partido, que aportan ejemplos de gestión en ayuntamientos de distinto perfil demográfico y económico como Allariz, Carballo o Muras.