Galicia se unirá a una nueva macrorregión con País Vasco, Asturias y Cantabria para defender el corredor atlántico

Xosé Vázquez Gago
X.G. SANTIAGO

GALICIA

David Aguilar / EFE | EFE

Rueda destaca que los presidentes de las cuatro comunidades, que se reunirán cada año, deben trabajar como aliados y mantener una postura conjunta de fuerza para impulsar sus intereses comunes

13 mar 2023 . Actualizado a las 19:59 h.

Con la Unión cada vez más pendiente de la Europa central y oriental —uno de los efectos secundarios de la guerra de Ucrania y de la expansión de la UE en esa dirección—, los gobernantes de Galicia, Alfonso Rueda; Asturias, Adrián Barbón; Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el País Vasco, Íñigo Urkullu, se reunieron hoy lunes para trazar una estrategia que evite el aislamiento de sus comunidades.

El encuentro, celebrado a instancias de Urkullu en el palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, se cerró con el compromiso de impulsar una macrorregión que operará, explicó el lendakari, como un «lobi atlántico que movilice a las instituciones y a los actores socioeconómicos». Se trata, añadió, de conjurar «el riesgo de quedar fuera de foco en las relaciones y toma de decisiones estratégicas». Entre sus objetivos estarán impulsar el corredor atlántico de mercancías y las conexiones gasísticas y de hidrógeno, que son claves para la economía de Galicia.

Esas fueron las prioridades que planteó Alfonso Rueda, quien insistió en que Galicia y las otras regiones «no pueden quedar aisladas». También Urkullu expresó su preocupación sobre el corredor del hidrógeno, ya que el mapa de interconexiones europeo no incluye la unión de la red atlántica al corredor HiWest para el año 2030, pero sí prevé la del Mediterráneo.

En cuanto a la conexión ferroviaria con Europa, Rueda subrayó que «pasa por Euskadi y por Francia». Ahí está uno de los problemas para la infraestructura. El Gobierno galo ha retrasado del 2030 a 2042 el eje ferroviario Burdeos-Dax, y no ha puesto fecha a la línea hasta Hendaya, donde conectará con España.

El papel de Francia y Portugal

La postura del Ejecutivo que preside Emmanuel Macron fue objeto de crítica unánime. El titular de la Xunta ofreció todo el apoyo a los «planteamientos conjuntos» para evitar que Francia retrase la infraestructura y, como en las conexiones para el hidrógeno verde, subrayó que «somos aliados y apoyamos una postura conjunta de fuerza».

El presidente gallego propuso buscar el apoyo de Portugal, un «buen aliado, interesante y potente, para defender la conexión energética y ferroviaria, ya que también dependerá del enlace francés para llegar a Europa.

Urkullu reclamó a la Comisión Europea y al Gobierno español que «hagan todos los esfuerzos» para impedir un «gravísimo incumplimiento de las obligaciones adquiridas por el Estado francés». Lo mismo reclamó Revilla, quien acusó a Macron de actuar con un concepto «autárquico» y pretender que Europa «se cierre» en Francia. Barbón pidió al Ejecutivo de Pedro Sánchez que defienda la conexión con Francia, que «es clave y vital»; y le instó a promover el proyecto de la eurorregión en la presidencia española de la UE, o «de lo contrario no saldrá adelante».

El presidente asturiano insistió en que el objetivo de las cuatro comunidades no es competir con el mediterráneo, «lo que exigimos es un avance en paralelo» del corredor atlántico. El Gobierno nombró en enero, con cinco años de retraso con respecto a Levante, a un comisionado para el proyecto, José Antonio Sebastián, que reconoció que aún quedan por ejecutar 16.000 millones, los mismos que en el 2019. 

Los presidentes se reunirán una vez al año e invitarán a otros

«Todo pasa por estar organizados. Creemos en la cooperación y trabajaremos unidos y con inteligencia», dijo Alfonso Rueda tras felicitar al lendakari Urkullu por su iniciativa de reunir a las cuatro comunidades, que ensalzó como un ejemplo de las virtudes de la «cogobernanza». Las palabras de Rueda son un indicio de la buena sintonía entre ambos mandatarios, que el líder vasco ya tuvo con Alberto Núñez Feijoo en su etapa en la Xunta.

El encuentro se hará institución. Los cuatro presidentes se reunirán cada año, y está previsto que se invite a los representantes de otras regiones.

La próxima cita la puso Miguel Ángel Revilla, que invitó a sus homólogos a la apertura el 16 de abril de la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana, inauguración del año santo lebaniego.

Los cuatro presidentes destacaron que la alianza se ha fraguado pese a su diferente militancia. Rueda es del PP; Urkullu, nacionalista del PNV; Revilla, regionalista, y Barbón, socialista. Pese a ello, señaló Rueda, han decidido unirse para defender «intereses comunes». «Tenemos razón y es necesario trasladarla», afirmó.

La alianza, además de las infraestructuras y las conexiones energéticas, tratará de buscar soluciones comunes a los problemas del despoblamiento y el cambio climático, y a la implantación de la eólica marina.