La difícil vuelta a la normalidad tras una huelga de letrados que paralizó juzgados y tribunales
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GALICIA
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Solo en Galicia se han suspendido 10.000 juicios y ya hay 300.000 asuntos parados. Si el martes acaba el paro habrá que establecer un plan de recuperación
25 mar 2023 . Actualizado a las 11:43 h.No va a ser fácil recuperar todo lo perdido con la huelga. Si, como se espera, el próximo martes se firma el acuerdo que ponga fin al paro de los letrados judiciales, será necesario establecer un plan especial para tratar de volver a la normalidad a una Justicia que ya está bastante maltrecha y que parece que no acaba de levantar la cabeza. Esta huelga de los letrados se suma a las demoras causadas por las obligadas suspensiones procesales debidas a la pandemia sanitaria y, en el caso de Galicia, a las consecuencias que aún se arrastran desde el paro de tres meses que los funcionarios judiciales hicieron en el año 2018.
Los grandes perjudicados son los ciudadanos que en este tiempo de huelga se hayan visto obligados a acudir a la Justicia, a ejercer el derecho a la tutela judicial efectiva, que se les ha negado en la mayoría de los casos porque los estamentos judiciales no les han dado la protección que solicitaban para sus intereses legítimos. No se han atendido sus demandas de Justicia, que se han ido acumulando en las puertas de los juzgados. «Las demandas están colapsadas en los juzgados. Eso significa que realizamos el trabajo e interponemos la demanda en nombre de nuestro cliente, pero al final va a un cajón porque no se tramita», relataba en La Voz Xaime da Pena, del despacho coruñés DP Abogados.
No es solo que se estén suspendiendo juicios, «sino que ya no se están tramitando las demandas, de modo que están paralizadas las soluciones a los problemas de la gente, salvo los servicios mínimos», explicaba el jueves un letrado judicial. Las propias estadísticas de las asociaciones convocantes de la huelga reconocen que en Galicia hay más de 300.000 asuntos pendientes de tramitar.
Estas cifras muestran el volumen de los asuntos parados en los juzgados, lo que amplía el daño a todos los operadores relacionados con la actividad judicial, fundamentalmente abogados y procuradores, que están perdiendo dinero con esta huelga y que tendrán que prepararse para lo que venga. «Para un cliente es muy doloroso que se suspenda un juicio, porque es la culminación de un procedimiento ya iniciado hace mucho tiempo. Y es muy frustrante que se paralice justo cuando queda la última parte», asegura Lourdes Carballo, presidenta de los abogados gallegos. Esta abogada ya advertía hace unos días de los problemas que habrá que afrontar cuando acabe la huelga: «Entonces saldrán notificaciones y demandas todas juntas. Y eso implica que la recuperación va a ser muy complicada para todos, especialmente para nosotros, porque tendremos una avalancha con los asuntos pendientes».
Agosto se mantiene inhábil
Ante esa avalancha, uno de los temores de los abogados era que el Ministerio de Justicia decidiese habilitar el mes de agosto y eso les impidiese conciliar. Pero la ministra tranquilizó al colectivo hace unos días asegurando que agosto se mantendría inhábil en todo caso.