Los trabajadores de la trama del STL: «Nos perseguían, nos hacían retroceder un kilómetro a pie para recoger una colilla»

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Contenedores desbordados de basura en A Coruña, en una imagen de archivo.
Contenedores desbordados de basura en A Coruña, en una imagen de archivo. ÁNGEL MANSO

Trabajadores de la trama del STL en Ponferrada denuncian acoso y vejaciones

29 mar 2023 . Actualizado a las 15:47 h.

Antonio Tejón trabajó en las minas de carbón del Bierzo y en octubre del 2022, seis meses después de perder medio pulmón, envió un currículo a Inusvalia, una de las empresas de la trama del STL —el sindicato de limpieza investigado en A Coruña—, para alistarse como peón del servicio de limpieza viaria en Ponferrada, en manos de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Sufre silicosis y tiene una cadera tocada, pero el grado que le reconoce la Seguridad Social no le permite retirarse. «Inusvalia me contacta un viernes, tengo una entrevista con Ximena Romero [una de las cuatro personas investigadas por estafa, blanqueo de capitales y corrupción] y me cuenta las condiciones: 1.600 brutos, pagas prorrateadas, domingos y festivos libres y otro día más a la semana, y el lunes empiezo a trabajar. Perfecto», resume el hombre de aquellas primeras horas.

Pasados unos días, sin embargo, cambiaron las tornas. «El modus operandi es persecución, persecución, humillaciones y humillaciones. A mí el capataz me siguió durante 20 días, en coche y a pie», afirma Tejón. Un día lo hizo retroceder un kilómetro para recoger una colilla y lo acusó de no vaciar una papelera, entonces Antonio le dijo que sí y que hacía su trabajo. «Me llama mentiroso y me hace volver. Me obliga a barrer la acera a escobón, que ya no se hace, para intentar denigrarme, para que me vea la gente en el centro. Aquí hemos aguantado de todo porque aguantar más es estar en el suelo», señala. En un mal día, Antonio le dijo que iba a bajarle la piel y el capataz lo denunció en comisaría. «La propia policía me dijo que no le hiciera caso. ‘‘¿Usted qué haría?'', le pregunté al agente. Porque hablamos de un puesto de trabajo, no de tomar un café en un bar», cuenta Tejón.

Va a cumplir 60 años, lleva trabajando desde los 16 sin parar, también con gente a su cargo, y es la primera vez en su vida que se encuentra en una situación así. En febrero recibió la carta de despido. «Disciplinario, dicen. Le escribí a Ximena y me dijo que me contestarían. Sigo esperando».

Otro caso. Natalia Cavero entró en Inusvalia en agosto del 2022, cuando FCC subcontrató el servicio de parques y jardines y el barrido manual de Ponferrada a la empresa de la red dirigida por Miguel Ángel Sánchez desde A Coruña. Esta extrabajadora tiene una discapacidad del 33 % y no puede coger pesos.

Dos meses, 16 kilos menos

«Me dijeron que no tendría problemas, luego cargaba 18 sacos de basura al día. Sufrí acoso laboral y vejaciones. El capataz me perseguía con la furgoneta, no me decía nada, solo pasaba para que lo viera, para amedrentarme. Un día conté 36 veces que pasó por delante», recuerda Natalia. La hacía volver atrás, le decía que las calles (por las que ya había pasado) estaban sucias, que no daba la talla, y grababa vídeos antes de que ella pasara. «En dos meses adelgacé 16 kilos, de estrés, no sabía cómo hacer las cosas para que me dejara en paz», cuenta. A Natalia el despido le llegó en septiembre. «La carta decía que me negaba a recoger las heces de los perros, ¡y cómo me iba a negar si era una de mis labores! Y además alegaban cosas incoherentes como que no era conflictiva, pero que me negaba a realizar mi trabajo. Llegó a decirme que iban a cambiarme los turnos y que tendría que trabajar los festivos. Era un villano», señala.

Inusvalia, orientada a la inserción laboral de personas con discapacidad, se hizo con sendas subcontratas en la limpieza viaria de A Coruña y Ponferrada de la mano de FCC. Está vinculada a la trama del STL y, a raíz de las diligencias abiertas en un juzgado coruñés, los trabajadores han sido subrogados por Lares del Norte, sociedad con sede en Asturias también subcontratada por FCC. La concesionaria sigue sin responder a las solicitudes de información que le ha hecho este periódico.