
Los vecinos de Cecebre llenan de vida social esta estación próxima a Cambre
01 ago 2023 . Actualizado a las 11:39 h.En la localidad de Quintán, ubicada en la parroquia de Cecebre (Cambre), la gasolinera se disfraza de local social por momentos. Son las 13.30 horas de un lunes. El fin de la mañana está tranquilo, nada que ver con el ajetreo frenético de los domingos. En la salida de la tienda se aprecia un círculo de cuatro personas de mediana edad charlando del tiempo extraño que hace. Sus manos están ocupadas por bolsas de la tienda. Hay quien compra el pan o el embutido para la merienda de sus hijos por la tarde.
En este pueblo no viven más de 1.500 habitantes, por lo que la relación familiar, típica de las poblaciones de zonas intermedias o del rural donde prácticamente todo el mundo se conoce, se hace notar en el trato entre dependienta y compradores. «Ás veces a xente pide un café e quedan falando», comenta Vanesa Fernández, responsable comercial y encargada de la gestión de la estación. Algunos vecinos aprovechan para hacer la compra mientras rellenan el depósito de sus vehículos. Agradecen el servicio, pues a muchos les supone un gran esfuerzo desplazarse hacia otras localidades del municipio a realizar sus compras cotidianas.
Próximamente van a abrir un merendero en la finca que linda con la gasolinera. Estará equipado con un parque para que puedan jugar y disfrutar los niños. Ya están en marcha los procedimientos de preparación del terreno y arreglo de los desniveles. Innovar por motivos sociales no es una novedad en esta estación. Recientemente implantaron un desfibrilador al servicio del ayuntamiento y los ciudadanos.
Los más veteranos recordarán como en los años cincuenta, sesenta y setenta, las típicas tiendas ultramarinos de los pueblos, además de ofrecer productos muy variados, empezaron a incluir surtidores de gasolina para cubrir las necesidades de las poblaciones que atendían. Con el tiempo, ha empezado a repetirse la historia, pero de forma inversa. Actualmente las gasolineras han tenido que renovarse sumando numerosos servicios, especialmente en localidades alejadas de núcleos urbanos. Para estos municipios son de vital importancia, ya que en ellas se puede comprar el pan los domingos, rellenar el saldo del móvil o incluso recoger los paquetes sin necesidad de hacer largos desplazamientos.

Para este tipo de estaciones, muy frecuentes en Galicia, no es fácil salir adelante debido a su ubicación geográfica y tienen obligación de renovarse continuamente. Vanesa cuenta que en diciembre del 2020 «había un casetiño con 4 refrescos», y en noviembre del 2021 decidieron poner una tienda: «Os donos están impresionados co que ven, o crecemento nótase moito». Admite que «custou un montón arrancar», debido a su situación geográfica desfavorable al no tener próxima ninguna entrada a la autovía. Poco a poco se van haciendo conocidos en la zona. Habitualmente lanzan promociones para atraer nuevos clientes. Una de ellas, por ejemplo, tiene lugar los martes, donde el gasoil prémium tiene el mismo precio que el normal.
Dueños y trabajadores están encantados con los clientes que frecuentan su lugar de trabajo. La alta demanda que están teniendo durante el verano les ha hecho aumentar el personal. A modo anecdótico, Vanesa cuenta que notan cuando ya está en el pueblo la gente de fuera de Galicia porque «agótanse as Mahou da neveira». Los productos más vendidos en la tienda son la cerveza, el pan, los cafés, los refrescos y también el hielo.
A nivel empresarial, si esta gasolinera ofreciera únicamente el servicio tradicional «sería rendible, pero só con dous traballadores probablemente, e non cos dez que hai actualmente». La situación del gasoil ha ido mejorando progresivamente: «Na etapa de descontos do Goberno vendiamos moito, pero con moi pouca marxe de beneficio».

«Se alguén o precisa, marchamos pitando co desfibrilador»
En esta gasolinera ocurre algo muy poco usual. Por iniciativa propia de uno de los tres socios de la empresa, decidieron implantar un desfibrilador semiautomático a modo de prevención, porque «nunca se sabe cando se pode necesitar».
Tras su adquisición se lo comunicaron al Concello de Cambre. La Policía Local recibió la noticia con alegría y lo divulgó a través de sus distintos canales de comunicación. Destaca que la empresa no percibe ningún tipo de beneficio ofreciendo este servicio, si no que lo realizan «por ter un xesto cos veciños, pode ser moi útil».
Vanesa informa que todos los empleados tienen permiso y están avisados de que «se alguén o precisa, marchamos pitando co desfibrilador e pechamos a gasolineira». Además, recuerda que el aparato está a disposición del Ayuntamiento, de la policía y de cualquier vecino en caso de urgencia.
Para poder brindar ayuda, en caso de que alguien lo necesite, todos los empleados recibieron un curso de formación para tener los conocimientos necesarios sobre cómo usar la maquinaria en caso de urgencia. Tener nociones en primeros auxilios puede servir para salvar una vida en cualquier momento. La gran mayoría de los vecinos recibieron la noticia con satisfacción, aunque algunos «non son totalmente conscientes do importante que pode chegar a ser».