La subida de la marea obliga a cortar la autovía a Marín y en Santiago están cerrados todos los parques. En la comunidad se registraron más de 300 incidencias
28 oct 2023 . Actualizado a las 22:16 h.Galicia enlaza en las últimas semanas un frente con otro. Del temporal que cruzó la comunidad el jueves con fuertes lluvias apenas hubo un día para recuperarse, más o menos, y este sábado el viento y el agua volvieron a la carga, especialmente a partir del mediodía. Son los efectos de la borrasca Celine, situada al suroeste de Irlanda, que mantiene en aviso amarillo por lluvias y viento en todo el territorio y naranja por mar de viento y olas en todo el litoral durante todo el sábado. Se calcula que durante la jornada hubo más 300 incidencias entre carreteras cortadas, balsas de agua, bajos anegados, árboles caídos y cancelados: 149 fueron en la provincia de A Coruña y 92 en la de Pontevedra.
Según informa MeteoGalicia, «o vento do suroeste está deixando rexistros de refachos moi elevados. Tras o seu paso irá baixando de intensidade». Así que los cielos nubosos y con lluvias de la mañana fueron más persistentes en la provincia de Pontevedra y suroeste de la de Ourense para hacerse localmente fuertes por la tarde y amainar hacia la noche. Las temperaturas, dice la agencia meteorológica gallega, experimentarán un ligero ascenso pero el viento soplará fuerte.
Una supermarea y las lluvias anegan Combarro, cortan la autovía de Marín. El elevado nivel del mar impide el desagüe de los ríos y en la ciudad de Pontevedra tanto el Lérez como el Gafos se encuentran en el límite de su capacidad, por lo que se aconseja a los conductores que tengan los vehículos estacionados muy cerca de zonas potencialmente inundables que lo retiren.
Por zonas, en Santiago se registraron fuertes rachas de viento que obligaron a cancelar o desviar una decena de vuelos: fueron desviados los procedentes de Bolonia, Ginebra, Madrid, Tenerife o Oporto y canceladas llegadas desde Londres, Oporto o Palma de Mallorca; en cuanto a las salidas, se impidieron las de Bolonia, Ginebra, Madrid, Palma de Mallorca, Tenerife o Barcelona.
Ya en la ciudad, las rachas de aire obligaron al concello a suspender las actividades deportivas en el Campo das Cancelas, así como a cerrar los parques y zonas verdes durante todo el día. En caso de no tener cierre, se colocaron cintas amarillas. La capital gallega fue de las más afectadas por las balsas de agua en las carreteras. Hubo inundaciones y cortes de vía, así como vehículos retenidos en la rúa Fontes do Sar, A Enfesta debajo del puente de la AP-9 y en la calle Clara Campoamor, en el Campus Sur y en las brañas de Sar, donde el río Sarela desbordó y el agua se extendió por buena parte del paseo.
Incidente en un tren
En Vedra, un tren que recorría el tramo Santiago-Ourense colisionó contra un árbol y aunque no hubo heridos, los siete pasajeros tuvieron que bajar del convoy y ser trasladados en transporte alternativo.
Con el viento y la lluvia vino también oleaje, tanta que arrasó la duna que se coloca en la playa de Riazor (A Coruña) para proteger el paseo marítimo cada invierno. Suele desaparecer con el agua unas pocas veces a lo largo del invierno, y esta ha sido la primera de la temporada. Este sábado, el paseo marítimo amaneció con parte de la duna sobre la acera y en algunos puntos llegó a la calzada. Se cortó el paso por esta acera entre el rompeolas y el estadio en algunos momentos.
En Ponteceso, el río Anllóns se desbordó, por lo que intervinieron en las zonas los servicios de emergencias para evitar daños por este hecho.
Las intensas precipitaciones causaron importantes inundaciones en distintos puntos de Ferrol. Al mediodía el agua anegaba calzadas y aceras, como el Cantón o el túnel de la plaza de España. Y en la parroquia naronesa de O Val, la pasada madrugada un muro de tierra y piedras sobre el que se alza una vivienda unifamiliar se vino abajo, desplomándose sobre el camino de O Vilar a escasos metros de otra casa situada enfrente, alarmando a sus ocupantes.
La anécdota de la jornada se registró en Pontecesures, con el hallazgo a primeras horas de la mañana de centenares de cartones de tabaco en la ribera del río Ulla, en la zona portuaria. Se supone que como consecuencia de la marea y el temporal el río dejó sobre la superficie unos cartones de tabaco cuya procedencia se desconoce. Y en otro punto de Galicia, en Xove, un trimarán que llevaba meses fondeado en la zona apareció destrozado; la Capitanía Marítima investiga dónde está su tripulante, un treintañero al que se le vio en tienda de campaña. Y en O Freixo (Outes) una manga marina que destrozó los tejados de varias casas, además de otros desperfectos. Los vecinos explicaron que hubo fuertes rachas de viento y que, en un momento dado, se formó una tromba de agua que provocó los daños en los inmuebles.
El agua no respetó ni a los colegios. El centro de infantil y primaria en Sestelo-Baión (Vilanova de Arousa) tiene una de sus aulas de la planta baja llena de goteras y fugas que entran por las ventanas.
En Caldas de Reis, Rois y Forcarei hubo entre 62 y 64 litros por metro cuadrado.
Los servicios marítimos también se han visto afectados y el servicio entre Cangas y Vigo estuvo cancelado hasta las siete de la tarde. Precisamente, en Vigo tuvieron que ser desviados o incluso cancelados vuelos con destino o llegada Madrid.
Fuertes vientos en Lugo
El viento arreció con fuerza y en la estación que MeteoGalicia tiene en O Xistral (en la zona de Muras) se registró a las tres de la tarde una racha de 146,7 kilómetros por hora. A no mucha distancia de ahí, en la costa, Ribadeo y Foz tuvieron muchas intervenciones de emergencia.
Para este domingo, MeteoGalicia prevé una jornada de inestabilidad, con tiempo cambiante, pero en general por debajo de niveles de aviso, excepto en el litoral, donde las olas continuarán superando los cuatro metros. Mientras, la AEMT activa para la jornada dominical un aviso amarillo por precipitaciones fuertes o persistentes en la mitad sur de Galicia