«Gracias al hombre que halló la botella por publicar mi mensaje y visibilizar lo que pasa en Cuba»

Natasha Vázquez

GALICIA

Una madre de La Habana mandó el mensaje que llegó a Oia

10 dic 2023 . Actualizado a las 16:58 h.

«No me esperaba que mi mensaje llegara tan lejos». Así de sorprendida estaba Ofelia, una madre de La Habana que un día de agosto del año pasado tiró una botella al mar con un mensaje para la Virgen de la Regla —Yemayá en la religión yoruba — en el que le pedía que ayudara a sus hijos en su largo periplo por diez países hasta llegar a Estados Unidos, cuando supo que había atravesado el Atlántico hasta llegar a Oia, donde la encontró un vecino de la localidad. Ahora da gracias «a todo lo que existe porque sus hijos, sus esposas, sus nietos.... llegaron con vida el pasado 28 de septiembre y ahora están bien allí». Además quiere dar las gracias al hombre que encontró la botella «por hacer público mi mensaje y visibilizar lo que está pasando» en Cuba.

En la carta Ofelia pedía por la vida y la salud de sus hijos, de 32 y 31 años, sus parejas y sus nietos, una niña de 7 y un niño de 6. «Mis hijos salieron de Cuba el 6 de junio del 2022 rumbo a Estados Unidos. Salieron por Surinam —país que no requiere visado para los cubanos— y ya estaban en México cuando hice esta petición, después de haber recorrido más de 10 países», dice.

«Fueron meses de desesperación, angustia y temor. Ya no tenía consuelo que me hiciera estar tranquila en un lugar sin pensar si llegarían o no. Entonces decidí echar esta carta dentro de esa botella y pararme delante de nuestro inmenso mar en las costas de Cuba para que mi petición llegara a nuestros protectores que desde el cielo nos guían», explica. 

Oleada migratoria

Los hijos de Ofelia son parte de la inmensa oleada migratoria que está desangrando a Cuba desde finales del 2021. Tras las restricciones de viaje impuestas por la pandemia y en medio de una crisis sin precedentes, el 2022 fue el año en el que se registró un éxodo mayor en las últimas décadas. Solo a Estados Unidos llegaron unos 300.000 cubanos, un 3% de la población de la isla.

Para llegar han de atravesar cerca de una decena de países, usando a veces redes de contrabando de pesonas e incluso atravesando la peligrosa selva de Darién, en Panamá, que, según las autoridades de ese país, fue cruzada por al menos 5.500 cubanos este año. La familia de Ofelia estuvo en ella seis días, incomunicada y casi sin alimentos.

Otros migrantes inician la ruta desde Nicaragua —donde también los eximen de visado—, pero se exponen muchas veces a secuestros, extorsiones, y hasta la muerte. No menos peligrosa es la vía marítima. Entre octubre de 2021 y septiembre del 2022, la Guardia Costera de EE.UU. interceptó a más de 6.000 balseros cubanos, la cifra más alta en cinco años.

España y Galicia son destino de otros muchos, sobre todo para los que tienen raíces aquí.