Autovías maltrechas: sorteando baches por la A-6 y la A-52

GALICIA

Alberto López

Tramos parcheados, problemas con el drenaje y cráteres aguardan una actuación integral para mejorar la seguridad vial en la red principal del Estado

10 mar 2024 . Actualizado a las 10:43 h.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, reconoció recientemente el mal estado de las autovías estatales en Galicia y anunció inversiones para subsanar una situación que obliga a los conductores a circular por el carril izquierdo para evitar los baches. Tres periodistas de La Voz recorrieron las dos principales autovías de acceso a Galicia desde la Meseta, la A-6 y la A-52, para dar cuenta de unos desperfectos en el firme que se agravan con las malas condiciones meteorológicas.

Estado de la A-6

Hasta 36 kilómetros con algún carril cortado. Los conductores que a diario utilizan la A-6 para entrar o salir de Galicia o como tránsito interno entre los municipios no solo llevan años sufriendo el constante deterioro del firme, con el peligro que supone en ocasiones, sino que además ven cómo aparecen cada vez más daños en la vía sin que de momento los anuncios de mejoras del Gobierno se materialicen. Además, los desperfectos en el pavimento, la caída del viaducto de O Castro o el derrumbe de taludes provoca que en la actualidad haya hasta 36 kilómetros de la A-6 con algún carril anulado para la circulación.

 Más allá de los baches y del firme destrozado que un conductor se puede encontrar a lo largo de los 162 kilómetros en Galicia, entre Arteixo y Pedrafita (324 con las dos direcciones), la circulación está condicionada por el corte de los citados 36 kilómetros de carriles, 15 en dirección Madrid y 21 en sentido Galicia. Y todos ellos se concentran en apenas 42 kilómetros de distancia, precisamente los que atraviesan la montaña de Pedrafita do Cebreiro, desde Baralla hasta Vega de Valcarce.

Los usuarios de la A-6 se pueden encontrar, en un día puntual, con algún tramo con la circulación limitada por trabajos de mantenimiento (desbroce, limpieza, rebacheo, arreglo de biondas), pero hay puntos que llevan meses con carriles anulados y el tránsito con velocidad reducida a 80, 60 y 50 kilómetros por hora, dependiendo de las obras que se ejecutan.

En dirección Madrid, el primer corte se produce antes de entrar en el túnel de Neira, en Baralla, en el kilómetro 464. Los vehículos solo pueden utilizar un carril. Desde el pasado noviembre se está ampliando y reforzando el sistema de drenaje para evitar deterioros del firme. Precisamente se trata del tramo de toda la A-6 en Galicia donde el firme se encuentra en peor conservación, hasta el punto de que el carril derecho de subida al túnel de O Cereixal, en el kilómetro 456, en Becerreá, ya lleva varios meses cortado a la circulación por el pésimo estado en el que se encuentra, con pavimento hundido y numerosos baches.

A finales del pasado verano comenzaron los trabajos de rehabilitación del deteriorado firme de la A-6, pero se interrumpieron ya que precisamente era necesario acometer antes el drenaje del tramo citado entre Baralla y Becerreá debido a que se trata de una zona con abundantes entradas de agua en la calzada.

Aunque el tramo más cercano a Arteixo está también muy deteriorado, el análisis sobre el terreno de los 150 kilómetros de la A-6 que separan Montesalgueiro, en el municipio coruñés de Aranga, en el kilómetro 549, y el desvío en el Bierzo en el 400 para coger la N-120 que va hacia Valdeorras, Monforte y Ourense, el firme de la Autovía del Noroeste tiene un estado de conservación variable, en función de la zona y de la época de su construcción, pero acumula determinados tramos donde se ha convertido en peligroso circular a 120 kilómetros por hora o, al menos, casi un milagro que el vehículo no sufra una rotura en las ruedas, en las lunas o en las suspensiones.

Como normal general, los 500 metros antes de cualquier salida y los 500 metros seguidos de una entrada a la A-6 se encuentran con un firme en malas condiciones. Las frenadas y aceleraciones, especialmente de vehículos pesados, provocan baches que, en algunos puntos, llegan a ser hasta casi canalizaciones de varios metros, como ocurre en la circunvalación de Lugo. El estado de conservación de la gran mayoría de las juntas de dilatación es deficiente. Así se encuentran los tramos analizados de la A-6 entre Montesalgueiro y el Bierzo, atravesando Terra Chá, Lugo y la montaña de Pedrafita.

Al entrar en la provincia de Lugo ya se nota un cambio en el firme y cierto deterioro, pero con pocos baches. El peor tramo se encuentra en toda la circunvalación del nudo de comunicaciones con la A-8 y la N-VI en Baamonde. Hasta O Ceao, este tramo de 22 kilómetros, abierto en 1997, ya comienza a tener un firme muy deteriorado. El tramo entre el polígono de O Ceao y Outeiro de Rei es el que más circulación de vehículos tiene al día en los 150 kilómetros analizados, con una media diaria de 24.000. En la circunvalación de Lugo, con una media de más de 20.000 vehículos, el firme necesita de forma urgente una mejora debido a los numerosos baches, algunos muy largos y profundos.

Neira de Rei-O Cereixal-desvío Os Ancares es con diferencia el peor tramo para circular por la A-6, al menos hasta la zona de Astorga, donde vuelve a estar en pésimas condiciones. Son 13 kilómetros, del 464 al 451, que se han convertido en un quebradero de cabeza para los conductores desde hace más de un lustro, con baches, badenes y hundimientos de la calzada. Los 19 kilómetros de subida y bajada al puerto de Pedrafita no tienen tantos baches, pero su estado no es óptimo del todo, notándose que han pasado más de 23 años de su puesta en funcionamiento.

Hasta Villafranca del Bierzo. el estado del firme no es óptimo, con zonas de baches, especialmente en Vega de Valcarce. Tanto en la subida como en la bajada de la vertiente leonesa de Pedrafita hay zonas con badenes o pequeños hundimientos de la calzada por filtraciones de agua, como ocurre a la altura del radar del kilómetro 426.

Estado de la A-52

Una autovía hacia la Meseta repleta de remiendos. Viajando desde Vigo hasta A Cañiza por la A-55 y la A-52, la autovía parece el satélite lunar por la cantidad de cráteres que jalonan la ruta a lo largo de 120 kilómetros, 60 en cada sentido. El firme en las curvas de Tameiga ha sido arreglado con parcheos, pero quedan algunos desperfectos que se notan en los amortiguadores. Cuando la autovía se desdobla en la A-52, hay obras para arreglar ese tramo. Pasado Cans, la parroquia de O Porriño, subiendo el alto del Confurco, hay cráteres en el carril derecho.

Llegando al cruce de Ponteareas, Mondariz y As Neves, en el kilómetro 298 de la A-52, trabaja otra brigada tapando baches. En el nudo que conduce a la plataforma logística Plisan, el trasiego de coches y camiones es notable. A la salida del nudo se encuentra uno de los puntos negros de la autovía. En agosto, un abogado de Vigo, Juan Blanco, falleció en un accidente en el kilómetro 289, al chocar con su coche con un BMW que se dirigía en dirección Vigo. Hizo acuaplanin y se saltó la mediana cruzando al otro lado de la autovía justo en el único punto donde no había mediana de separación. Ahora ya han colocado un quitamiedos metálico. En los últimos dos años se han producido una veintena de accidentes en esa zona, que sigue en obras porque el drenaje es muy malo. Los trabajos van desde el kilómetro 281 al 297 y su presupuesto es de cuatro millones de euros.

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Situación desigual

La A-52 adolece de problemas de conservación de su pavimento, que evidencia un perenne mal estado en algunas zonas, como Verín, mientras que otras están arregladas con retales, parcheos y reparcheos que ofrecen una solución temporal, pero acaban por romper en forma de nuevas grietas, baches o incluso socavones.

El estado del firme de la autovía entre Ourense y Zamora es desigual. Hay tramos en los que el pavimento se renovó recientemente con un nuevo asfaltado y que están en buen estado para la circulación. Sin embargo, la conducción no puede ser plácida a lo largo de todo el trazado, puesto que a un trecho con buen firme, como el renovado en el viaducto de Allariz, sigue una calzada que presenta reparcheos, hundimientos en el carril derecho y zonas rotas que provocan que el coche vaya a saltos.

En algún punto, como el tramo a la altura de Ourense, tiene el asfalto arreglado, pero con productos que no evitan que se siga acumulando agua y produzca el efecto acuaplanin cuando llueve mucho. Si en sentido Ourense la calzada a su paso por la llanura de A Limia presenta un buen estado por un reciente asfaltado, no ocurre lo mismo cuando se circula por esta comarca en dirección a la Meseta.

En Trasmiras, el viaje se vuelve bastante tranquilo, si se evita ir muy pegado al borde derecho. Ya en la zona de Monterrei se aprecia que la solución para tapar los desperfectos es el sellado de las fisuras con alquitrán. La carretera está como cosida. Ha habido algunas mejoras, pues a la altura de Vilardevós el firme presentaba no hace mucho serios problemas y en este momento está aceptable, sobre todo el carril central. Eso no evita encontrarse dos grandes baches por sorpresa. Desde As Vendas da Barreira hasta A Gudiña, el firme está también en buen estado tras una reparación. Sin embargo, ya aparecen unos baches en el kilómetro 128.

En el límite entre Galicia y Castilla y León, la calzada presenta un mal pavimento. A la entrada del túnel de A Canda ya se puede apreciar y continúa en la bajada al Padornelo. Tras una parte reasfaltada, surgen socavones en el viaducto del río Tuela y tramos levantados. En este trecho está peor el carril izquierdo. Hasta Puebla de Sanabria, el pavimento sí ha sido renovado y se circula bien.

En sentido inverso, hacia Galicia, los problemas aparecen en el viaducto de Requejo (kilómetro 93) y subiendo al Padornelo se aprecia la degradación del firme del carril lento. El interior del túnel está bien, pero la bajada posterior tiene un pavimento irregular. Lo mismo ocurre subiendo hacia A Canda. Hasta A Gudiña se puede circular aceptablemente. Sin embargo, tras superar esta localidad, entre los kilómetros 132 y 134, el asfalto está en mal estado y la bajada hacia Verín se realiza sobre un pavimento irregular. Desde A Limia hasta Ourense se puede circular sin demasiados sobresaltos.