El Gobierno: «Tenemos que pedir disculpas por el retraso de la autovía de Lugo a Santiago, pero estará lista a finales del 2025»

Suso Varela Pérez
Suso Varela LUGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar cela

El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, visita el viaducto de Pambre de la A-54 y confirma que este año abrirá el tramo Palas de Rei-Melide y que a finales del próximo, el de Melide-Arzúa

27 jun 2024 . Actualizado a las 18:02 h.

La autovía de Lugo a Santiago, la A-54, estará totalmente acabada a finales del 2025, e incluso a finales de este año entrará en funcionamiento uno de los dos tramos pendientes, el de Palas de Rei a Melide. Así lo volvió a confirmar este mediodía el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Urbana, José Antonio Santano, que visitó las obras de construcción del viaducto de Pambre, una imponente estructura de un kilómetro de longitud. En su recorrido por este puente reconoció que la autovía llevaba un retraso: «Hay que agradecer la paciencia de los vecinos porque es verdad que es una obra que se ha alargado durante demasiado tiempo y tenemos que pedir disculpas. La buena noticia es que esto se acaba ya y a finales del 2025 estará terminada».

Santano, que aludió a que el retraso en la autovía «no es responsabilidad ni mía ni del ministro actual», destacó que «lo importante es comenzar los trabajos, porque las grandes obras tardan demasiado tiempo, pero lo importante es mantener luego la voluntad de que permanezca la inversión, y la A-54 son hechos reales». El número dos del ministerio que dirige Óscar Puente puso en valor que cuando esté acabada toda la autovía el viaje entre Lugo y Santiago «se podrá hacer en 50 minutos y sin correr». En la actualidad, el viaje entre Lugo y Santiago ronda la hora y media, ya sea a través de la N-547 por Melide, como por la N-634 por Curtis.

Precisamente desde el ministerio señalan que cuando abra la A-54, además de dar servicio a los ciudadanos y empresas de Lugo y de Santiago, «será una autovía que tendrá impacto en la vertebración del interior de Galicia y permitirá aliviar o repartir el intenso tráfico de la A-6 que lleva de la Meseta, que se derivará para ir hacia Santiago, las Rías Baixas y el sur».

La construcción del viaducto de Pambre, de la A-54, está en su fase final con la colocación de los voladizos que extienden el tablero
La construcción del viaducto de Pambre, de la A-54, está en su fase final con la colocación de los voladizos que extienden el tablero Óscar Cela

El responsable de Transportes dijo que la autovía supondrá un salto en la mejora de la seguridad, ya que alejará el tráfico de vehículos de los núcleos y de su incidencia con el Camiño Francés, además de poner en valor los criterios de sostenibilidad «y la sensibilidad ambiental» que se aplicó a la hora de construir los viaductos del tramo de Palas a Melide.

Lo que queda por terminar

En estos momentos, de los 93 kilómetros de la A-54, siguen pendientes los dos tramos centrales, el de Palas-Melide, de 11,67 kilómetros, y que según las previsiones abrirá a finales de este 2024; y el Melide-Arzúa, de 16,38 kilómetros, y cuya ejecución va más lenta, con algo más del 50 % realizada. A pesar de ello, el Gobierno insiste en que estará abierta a finales del 2025. El secretario de Estado reconoció que había algún retraso debido a la aparición de unos restos arqueológicos «que son necesarios preservar».

Estos 28 kilómetros pendientes incluyen 15 viaductos, de los cuales 11 ya están acabados y cinco está en ejecución, entre ellos el más espectacular y que se convertirá en el más largo de la provincia de Lugo, el de Pambre. Precisamente sobre este puente de casi mil metros se está terminando estos días de colocar los voladizos que extienden el tablero único y permite tener una calzada de 24,3 metros de ancho. Esta operación acabará este julio y luego ya vendrá la fase de acabado, con barandas, asfalto y señalización. 

Por ello, se considera que una vez que se termine toda la estructura del viaducto de Pambre, incluido su encaje en los estribos, que se hará con integración paisajística, los esfuerzos humanos y de maquinaria que se necesitan puedan llevarse a otros puntos del tramo y así tenerlo todo listo para finales de este año 2024.

La autovía, destacan desde el ministerio, cuando esté acabada supondrá no solo un ahorro en tiempo para hacer el viaje de Lugo a Santiago, si no mayor comodidad y seguridad para el conductor, con una calzada preparada para 120 kilómetros por hora y con pendientes que no superan el 5 %.

La construcción del viaducto de Pambre, de un kilómetro de distancia, está en su fase final, con la colocación de loa voladizos sobre el tablero
La construcción del viaducto de Pambre, de un kilómetro de distancia, está en su fase final, con la colocación de loa voladizos sobre el tablero Óscar Cela

La queja del alcalde de Melide: «Haberá un gran atasco na vila e pedimos unha solución»

En la visita a las obras de la A-54 estuvieron presentes los alcaldes de Melide, José Manuel Pérez, y de Palas de Rei, Pablo Taboada. Y ambos agradecieron el esfuerzo para concluir «dunha vez esta autovía», pero a la vez le explicaron a José Antonio Santano algunas mejoras que deberían tenerse en cuenta.

En concreto, el regidor melidense le explicó que cuando abra al tráfico este año el tramo entre Palas y Melide, y hasta que no abra el siguiente, un año después, todo el volumen de vehículos tendrá que atravesar el centro de la villa y confluir en la rotonda de la N-547. «Desde que abriron os últimos tramos da A-54, en Melide xa notamos o incremento do tráfico pesado que fai por momentos que sexa complicada a vida diaria e que nos divide», le expuso José Manuel Pérez al número dos del Ministerio de Transportes.

El alcalde de Melide propone al Gobierno que se habilite el primer kilómetro de la autovía que arranca en Melide hacia Arzúa, sin esperar a finales del 2025, y así llevar el tráfico de la A-54 por fuera de la villa, a la altura de Santa María, la carretera de Visantoña. El regidor también le explicó a Santano el grave riesgo que supondrá para los peregrinos que hacen el Camino de Santiago. El alcalde fue escuchado, pero no se concretó una posible solución.

Por otra parte, el alcalde de Palas de Rei, le pidió al secretario de Estado que se comiencen los trámites para licitar el área de servicio de la A-54 a su paso por el municipio. El terreno está habilitado. «Se se fai con tempo, podería abrir ao mesmo tempo que toda a autovía, e ademais, como lle expliquei, non supón inversión, ao contrario, son ingresos para o Estado».

También el presidente de la Diputación, el socialista José Tomé, le pidió a Santano que se estudie la posibilidad de ampliar la limitación de 100 a 120 kilómetros por hora en un tramo de 10 kilómetros entre Monte de Meda y Guntín. Santano, que le recordó a Tomé que siempre le reclamaba acabar esta autovía, le dijo que lo estudiarían con Demarcación de Carreteras.

Un repaso histórico para una autovía con origen en 1992

Los retrasos, incumplimientos, paralizaciones y promesas sobre la autovía de Lugo a Santiago acumulan décadas. Desde que en 1992 el entonces ministro de Fomento, Josep Borrell, anunciaba un estudio para la necesidad de construir esta autovía, los pasos han sido más lentos de lo que esperaban los gallegos.

El primer tramo de los 93 kilómetros de esta autovía se inauguró en enero de 1999, entre Santiago y Lavacolla. Y no fue hasta 16 años después cuando se abrieron nuevos trazados, en concreto en marzo de ese año los 22 kilómetros de los tramos de Nadela hasta Guntín, y en octubre de ese año, los 15 entre Guntín y Palas. La última apertura fue en mayo del 2019, cuando se abrió al tráfico el tramo de Arzúa a Lavacolla.

Cuando esté toda la autovía completada, la inversión estimada es de 713 millones de euros, incluyendo las expropiaciones y la asistencias técnicas.