Tráfico refuerza el control del alcohol en Galicia, donde hay mil positivos al mes

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MIGUEL MIRAMONTES

Este verano habrá más vigilancia con el helicóptero, con radares y con cámaras

29 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada mes, la Guardia Civil de Tráfico aparta de la carretera en Galicia a mil conductores por dar positivo en los controles preventivos de alcohol. Es una cifra muy elevada que no representa del todo la realidad pues hay muchos más conductores que cogen el coche tras haber bebido alcohol en exceso y que no pasan por uno de esos controles. Algunos se libran del control y de la multa y logran llegar a su casa, pero otros muchos no lo consiguen y su viaje termina en un accidente. Ese trágico final es el que escenifica la DGT en la dura campaña de de este verano en la que dos amigos salen de una comida tras haber bebido, se saltan un stop y provocan un grave siniestro.

Al alcohol se refirió ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, al presentar el dispositivo de vigilancia del verano en las carreteras gallegas. Anunció un aumento de los controles, en los que se alternarán los dispositivos masivos en las zonas de fiesta con los dinámicos, que tendrán mayor movilidad y que durarán unos veinte minutos en cada punto, todo para evitar la eficacia de los avisos en grupos de WhatsApp, de Telegram y en aplicaciones de móviles y redes sociales. El delegado del Gobierno recordó que el Ministerio del Interior trabaja para buscar la prohibición de esas conductas pues quienes avisan de la ubicación de las patrullas policiales «promoven a neglixencia e cooperan co delincuente». Siguió la estela del ministro Fernando Grande-Marlaska, que esta semana destacó «la gravedad de lo que hacen quienes anuncian la ubicación de un control de alcoholemia pues con ese aviso pueden ocasionar un accidente».

El delegado, que estaba acompañado de altos mandos de la DGT y de la Guardia Civil en Galicia, destacó que la curva de siniestralidad mortal había bajado respecto al primer trimestre, aunque sigue siendo muy alta, pues este año ya van 52 muertos en Galicia, un 31 % más que en el mismo período del año pasado. En ese aumento tienen mucho que ver las muertes de usuarios vulnerables (8 peatones y 15 motoristas), que suponen el 44 % de los muertos en las carreteras gallegas.

En julio y agosto habrá una vigilancia especial por parte de la Guardia Civil de Tráfico, aunque con menos agentes (700) que en otros veranos, lo que no impedirá, según Pedro Blanco, que haya 250 patrullas cada día en las carreteras gallegas. Se esperan diez millones de desplazamientos en Galicia, entre los que están los peligrosos trayectos cortos a playas y a las miles de fiestas y verbenas. Ahí se concentran dos de los grandes problemas del tráfico gallego: las distracciones y el alcohol.

El objetivo de esa vigilancia es reducir al máximo la siniestralidad, que el verano pasado ocasionó 14 muertes en las carreteras gallegas. Además de la presencia policial, habrá más de 200 puntos de control de la velocidad, tanto fijos como de tramo y móviles distribuidos por la red viaria gallega, 253 cámaras de vigilancia, 307 estaciones de tomas de datos y 83 meteorológicas y 400 paneles informativos para advertir de las incidencias que se produzcan en la carretera. También estará disponible el helicóptero Pegasus de la DGT que se centrará en la regulación de la circulación en momento de gran concentración de vehículos y, de manera especial, en la vigilancia de los motoristas.