Galicia acoge a una víctima de trata embarazada a la que Navarra no pudo darle atención

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Andenes de la estación de Ourense, donde los servicios de la Xunta esperaron a la mujer víctima de trata de seres humanos.
Andenes de la estación de Ourense, donde los servicios de la Xunta esperaron a la mujer víctima de trata de seres humanos. Santi M. Amil

Los equipos de la Xunta se hicieron cargo de ella en la estación de Ourense, adonde fue enviada desde Pamplona sola y en tren

16 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los servicios sociales de la Xunta tienen bajo su protección desde hace días a una mujer de 26 años víctima de trata de seres humanos que está embarazada de más de siete meses y que fue enviada sola y en tren desde Navarra, comunidad que no disponía de recursos para atender a este tipo de víctimas en período de gestación. La mujer es de origen marroquí y no habla español. Hace una semana, el Centro de Recuperación Integral de Mulleres Vítimas de Violencia de Xénero (CRI), dependiente de la Consellería de Política Social, recibió una comunicación desde los equipos sociales del Gobierno de Navarra solicitando la acogida de la mujer al no tener allí centros adecuados para ese tipo de casos. Desde ese momento, el Gobierno gallego puso a disposición de la mujer toda su red autonómica de acogida con el fin de planificar el traslado de la víctima.

El Gobierno de Navarra confirmó a La Voz que el Instituto Navarro para la Igualdad había valorado este caso, pero constató que sus recursos «no pueden atender las necesidades de esta mujer debido a su condición gestante y a su situación de exclusión social». Las mismas fuentes indicaron que el albergue para personas sin hogar en el que estuvo la mujer durante su estancia en Navarra es competencia del Ayuntamiento de Pamplona. Desde esta institución explicaron que la mujer había sido víctima de trata en Málaga hacía más de un año y que, tras salir de aquel entorno, llegó a San Sebastián, donde también sufrió algún tipo de abuso.

El Ayuntamiento de Pamplona supo que la mujer llegó a tierras navarras a principios de junio, cuando fue atendida en un centro hospitalario. Como no tenía donde alojarse, el departamento de Acción Social de Pamplona la acogió en el Albergue para Personas sin Hogar hasta que hubiese un recurso adecuado a la situación de la víctima. Se le dio soporte «de manera indefinida» y fue atendida y acompañada «para dar respuesta a sus múltiples necesidades sociosanitarias». Tras unas semanas se contactó con Galicia al no tener el Gobierno de Navarra recursos para atender a víctimas de trata embarazadas.

La entidad social que la atendió en Pamplona financió el viaje en tren de la mujer hasta Galicia. Llegó a la estación de Ourense sobre las once de la noche después de realizar un transbordo en Madrid, donde otra organización especializada le dio soporte hasta su embarque hacia Ourense. Desde Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona aseguran que la mujer, que viajó sola en el tren, estuvo en contacto telefónico con los profesionales de la entidad social que la atendió en Navarra y se informó también al personal de Renfe de la situación de esta mujer. El gobierno pamplonés reconoce que fue «un caso de enorme complejidad en el que se coordinaron todos los servicios públicos y las entidades sociales para dar la mejor atención posible».

Críticas de la Xunta

No piensan lo mismo en la Xunta, donde sostienen que se incumplieron los protocolos para este tipo de casos, pues la mujer tenía que haber viajado con servicio de seguridad y acompañada al estar en riesgo por el hecho de ser víctima de trata. Los equipos sociales de la Xunta la esperaron en la estación de Ourense y se hicieron cargo de ella. Actualmente está atendida por psicólogos, por un intérprete (no habla español) y por trabajadores sociales, al tiempo que se han atendido sus necesidades básicas.

Fuentes de la Consellería de Política Social, que dirige Fabiola García, indican que «Galicia é pioneira na loita contra a trata con fins de explotación sexual, polo que a nivel lexislativo incluíu a trata de mulleres e nenas con fins de explotación sexual como unha forma de violencia de xénero», lo que les permite acceder a ayudas sociales y económicas y a la atención jurídica necesaria.