A Coruña concluye que el incendio de los camiones de basura fue intencionado

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

La alcaldesa ve «evidente» que detrás de este ataque están «los mismos que quemaron contenedores en la huelga» y llevará el caso a la Fiscalía

07 sep 2024 . Actualizado a las 20:15 h.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, se refirió este martes al incendio supuestamente intencionado de seis camiones de recogida de basura en la planta de la empresa adjudicataria. Para empezar, descartó que se trate de un incidente fortuito: «Quiero mostrar mi absoluta condena y rechazo a los actos vandálicos sucedidos este lunes». «Es evidente», añadió, que «se trata de un hecho intencionado de los mismos que quemaban contenedores durante la huelga y es una respuesta a la firmeza del Ayuntamiento y de la empresa adjudicataria frente al chantaje al que fue sometida la ciudad». Por todo ello, anunció que el gobierno local solicitará a la Fiscalía «que lo investigue y actúe en el marco de la denuncia» que ha presentado. «Porque es evidente que se trata de una medida más de presión que no va a tener ningún éxito», añadió.

La regidora no nombró a nadie, aunque, como toda la corporación municipal, supone quién es el autor. Tanto la oposición (PP) como el BNG, que apoyó su investidura, miran a los mismos que durante la huelga de 46 días que llenó de basura la ciudad este verano prendieron hasta 150 contenedores. No se detuvo a nadie por ello y nunca se pudo demostrar quién estuvo detrás de aquellos incendios.

El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, no fue tan explícito como la alcaldesa ni apunta directamente a nadie. Prefiere esperar a los resultados de la investigación. «De confirmarse la intencionalidad, confiamos en que la policía detenga a los responsables y que identifique tanto a los autores como a los inductores».

«Unha banda mafiosa»

Francisco Jorquera, del BNG, ya había sido el concejal de la corporación más duro con el sindicato STL durante la huelga. Entonces había declarado que se afrontaba «unha chantaxe por parte dun grupo que quere ter o control da contratación». «Pero neste caso estamos a falar dun pseudosindicato, dunha banda mafiosa», aclaró. Añadió que «este grupo [el STL] pretende determinar que persoas entran a traballar na empresa e a promoción interna dentro da empresa. Promóvese a unha persoa e non a outra en función de se é o meu amigo ou non é o meu amigo». Este martes, el nacionalista declaró: «Estamos a falar dun feito moi grave e que cómpre investigar a fondo. Se se confirma, como apuntan algunhas fontes, a súa relación coa recente folga encuberta no servizo de recollida de lixo, desde logo este episodio non debe quedar impune».

En cuanto a la investigación, nada ha trascendido. La policía científica estuvo este martes tomando muestras en los restos de los camiones calcinados en busca de acelerantes o aparatos caseros. También trabajaron en el visionado de las cámaras de seguridad que apuntan al aparcamiento de los camiones e inspeccionaron la valla que rodea el recinto, fácilmente franqueable.

Las circunstancias que rodearon el incendio llevan «a pensar mal», reconocen fuentes policiales. Más allá del conflicto laboral y el despido de tres miembros del comité de empresa, el hecho de que se produjese el mismo día que la adjudicataria suspendiese el servicio de vigilancia diurna y minutos después de que la planta quedara prácticamente desierta al concluir el turno de taller «invita a pensar que todo estaba orquestado».

El STL no se pronunció sobre el incendio. Este martes se limitó a enviar un wasap a su afiliados: «Seguimos trabajando mejor y más que nunca para defender los derechos de los trabajadores. Gracias».

El paro y los sabotajes podrían tener un coste cercano a los dos millones

Solo los contenedores de basura quemados durante los 45 días de huelga supusieron un gasto para las arcas públicas de 400.000 euros. A eso hay que sumar los daños en los coches que estaban estacionados junto a algunos de aquellos recipientes o los daños en fachadas y negocios. La cuenta sigue con el dinero que tuvo que destinar el Ayuntamiento a la empresa Valoriza durante los 19 días que hubo emergencia sanitaria. Esa firma cobró 32.000 euros diarios, lo que significa 608.000 euros. La factura se la pasará el gobierno local a la adjudicataria. A eso, añadir las horas extras que hubo que pagar a los agentes de la Policía Local para escoltar a los camiones de Valoriza.

Se trataba de un servicio que solo cubría los puntos más importantes, lo suficiente para retirar las acumulaciones de basura, sobre todo las que se encontraban cerca de los grandes centros de salud, por ejemplo. A diario se recogen en esta ciudad una media de 286 toneladas de basura, según cifras ofrecidas por el STL, y la media de Valoriza era de algo menos de 50. Incluso contando con lo que recogía Prezero (mucho menos de lo normal) fue insuficiente en algunos momentos, pero al final la ciudad recuperó la normalidad.

Tampoco puede quedar al margen el quebranto económico que la huelga supuso para muchos comerciantes que en algún momento no pudieron abrir sus negocios por la acumulación de basura y el hedor que emitía.

  

Cada camión, 240.000 euros

La empresa adjudicataria Prezero es la otra gran damnificada. En conflictos laborales anteriores tuvo que afrontar los gastos de sabotajes en la planta. De los muchos actos vandálicos que hubo, destacan los dos camiones quemados en febrero del 2022 o los 28 que aparecieron con las ruedas pinchadas en el conflicto del pasado mes de diciembre.

De los seis camiones incendiados el lunes, cuatro se dan por perdidos. Los otros dos están pendientes de valorar si merece o no la pena arreglarlos. Cada uno cuesta 240.000 euros. Este último percance, aparte de la cuestión económica, no supuso una merma en el servicio de recogida durante la pasada noche ni lo supondrá en las siguientes, según fuentes cercanas a la empresa.