El Gobierno lanza un plan contra la pobreza en el transporte y negocia contra reloj los nuevos abonos, que beneficiarán más a los jóvenes
GALICIA
Cree que podrá llegar a un acuerdo con sus socios para implantar un modelo que consagraría la tarifa plana en cercanías mediante un abono mensual de 20 euros con rebajas por franjas de edad. Este sistema no se aplicaría en la media distancia gallega, donde los descuentos genéricos serían del 40 %
06 dic 2024 . Actualizado a las 09:01 h.El Ministerio de Transportes considera prioritario abordar la pobreza en el transporte a través de una estrategia nacional y acaba de sacar a información pública las líneas generales de este plan, con el objeto de que la sociedad civil pueda canalizar sus ideas y aportaciones hasta el próximo 15 de enero. Esta planificación recogerá «las medidas de acompañamiento adecuadas para aliviarla y prevenirla», se asegura en el documento. Mientras, los usuarios habituales del ferrocarril y del autobús esperan impacientes y con cierta inquietud a que se despeje la incógnita sobre las bonificaciones en el transporte a partir del 1 de enero del 2025. Sobre todo, si finalmente se va a acabar con los abonos gratuitos en media distancia y cercanías, como defiende el ministro de Transportes, Óscar Puente.
La posibilidad —difícil de vertebrar administrativamente— de tener en cuenta los niveles de renta de cara a las ayudas públicas a la movilidad, en línea con la nueva iniciativa gubernamental de abordar la pobreza en el transporte, es una de las posibilidades que se valoró, aunque finalmente se ha descartado. Esta planificación, como avanza el ministerio, será coordinada por la Dirección General de Estrategias de Movilidad, que se encargará del diseño de las políticas dirigidas a los usuarios vulnerables. La tesis es que todas las personas «han de tener el derecho a una movilidad sostenible y justa, y a acceder a servicios de buena calidad», por lo que sería necesario «un apoyo público» para lograr este objetivo.
Sin duda alguna, los abonos ferroviarios gratuitos y los descuentos en los autobuses han sido claves para laminar la pobreza en el transporte desde septiembre del 2022, cuando se pusieron en marcha. Pero también han sido cruciales para el desahogo de las economías de clase media. Tras más de dos años, los usuarios se han acostumbrado a una ayuda pública —hay una partida de 600 millones de euros para ello— que les permite viajar gratis en trenes de cercanías, media distancia y autobuses de competencia estatal. Además de un descuento del 50 % de los autobuses autonómicos donde el Estado aporta el 30 % y la Xunta, que espera noticias al respecto para saber a qué atenerse, el 20 % restante. Parece que esta aportación autonómica se va a mantener, aunque con una rebaja genérica del 40 %.
Las negociaciones
El caso es que el Ministerio de Transportes sigue negociando con los partidos políticos que propiciaron la investidura de Pedro Sánchez un modelo que tiene la vocación de perdurar, evolucionando hacia la idea de abono único de transporte que propuso Greenpeace y que el ministro Óscar Puente acogió con entusiasmo. «Estamos cerca de llegar a un acuerdo para poder aprobar un nuevo decreto antes de que termine este año», explicaron fuentes de la negociación. Existe la posibilidad de que no haya acuerdo y que el Gobierno se vea obligado a prorrogar la gratuidad —volver al modelo previo es imposible—, una opción que consideran «remota». Pero el tiempo es limitado. El nuevo sistema tiene que estar en marcha el próximo 1 de enero. Aunque ya el año pasado se aprobó la continuidad de los abonos el 27 de diciembre, en el último Consejo de Ministros del 2023.
La idea es sacar adelante un modelo que combine los descuentos —un 40 % para la mayoría de los usuarios— con franjas de edad en la que el transporte será gratuito (hasta los 15 años) o solo se abonaría la mitad (hasta los 25). Por tanto, como hace la Xunta o el Gobierno portugués, se pondrá el acento en los jóvenes y menores de edad para crear hábitos de movilidad en el transporte público. Los viajeros recurrentes tendrían más ventajas en cercanías que en media distancia, que es la modalidad más utilizada en Galicia y que, en esta propuesta inicial, se quedaría con unos abonos nominativos con un 40 % de rebaja. En cambio, en cercanías, se podría utilizar un abono mensual con tarifa plana de 20 euros para todos los desplazamientos, que se reduciría a la mitad entre los jóvenes de 15 a 25 años y sería gratuito para los menores de 15. Esta propuesta de partida puede variar mucho, especialmente en media distancia.
El nuevo modelo incluiría también incentivos para que las empresas, especialmente Renfe, mejoren las conexiones y la calidad de los servicios. Esta política se reflejaría en la nueva adenda al contrato de obligaciones de servicio público de la operadora pública, que se ha aumentado en 525 millones para el período 2025-2029, con el objeto de cubrir el coste de la renovación de los trenes de media distancia y cercanías.
Renfe dejará de pagar anualidades a Talgo por el retraso de los trenes Avril
Los 116 millones de euros que Renfe reclama a Talgo por los retrasos en la entrega de los trenes Avril, que entraron en funcionamiento en mayo pasado —dos años y medio después de la fecha acordada en el contrato—, se conseguirán reduciendo los desembolsos pendientes por la fabricación de las treinta unidades de la serie 106. La fórmula a la que recurrirá la empresa pública es la retención de los abonos que tiene que hacer a Talgo por los pagos pendientes del contrato. Se trata, en definitiva, de poner en marcha el sistema de penalización recogido en el contrato firmado por las dos compañías, que supone hasta el 20 % de los 600 millones de euros en los que se fijó la fabricación de los trenes.