Rueda lleva a la UE la preocupación sobre el sector eólico en Galicia

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido BRUSELAS / LA VOZ

GALICIA

El presidente traslada a Ribera garantías sobre los proyectos aprobados

21 feb 2025 . Actualizado a las 08:43 h.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, llevó este jueves a Bruselas la preocupación que el Gobierno gallego tiene sobre el futuro del sector eólico en la comunidad, ahora judicializado y pendiente de una resolución del Tribunal de Justicia Europeo (además de lo que vaya señalando el Supremo). Lo hizo en la entrevista que mantuvo con Teresa Ribera, vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, en la que también abordó otros asuntos, pero con especial interés en el de la situación de numerosos proyectos de estas energías renovables. «Esperamos un pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la UE. Y afectaría no solo a las tramitaciones de Galicia, sino a las que se llevan a cabo a nivel europeo. Tendrá trascendencia en un sentido o en otro», indicó a la salida del encuentro, en la sede de la Comisión.

Alfonso Rueda con la vicepresidenta de la Comisión, la española Teresa Ribera
Alfonso Rueda con la vicepresidenta de la Comisión, la española Teresa Ribera .

Además de mostrar esa inquietud, añadió que no ve razones para que esas inversiones se hayan paralizado: «Le he manifestado la absoluta garantía y tranquilidad por la forma garantista y estricta con la que se tramitan los proyectos y declaraciones de impacto ambiental en Galicia. Los técnicos dictaminan sobre la viabilidad de un proyecto industrial después de haber examinado todos los parámetros, y por tanto, los que no cumplen no progresan, y los que cumplen tienen todas las garantías de la normativa que es necesario respetar. Con acceso a ayudas, incluidas las europeas, y pueden tener la tranquilidad de que esos proyectos son viables», indicó.

Un lugar estratégico

Además, abordaron los retos inmediatos para Galicia en frentes capitales para el desarrollo económico. «Galicia, en un extremo de la Península y de Europa, tiene una posición estratégica respecto a la llegada de materias primas, al transporte de personas y mercancías, a las fuentes de energía, y por tanto todas las nuevas infraestructuras que se están desarrollando en Europa empiezan a contemplar Galicia como un lugar estratégico: red de hidroductos europeos, transporte atlántico de mercancías... En la descarbonización del transporte es fundamental potenciar el uso del ferrocarril con un corredor atlántico, que es necesario que se contemple como objetivo estratégico y de pasajeros», le dijo a Ribera de cara a tener en cuenta en los mapas de infraestructuras e inversiones que se van a diseñar en estos próximos años.

Aprovechando su estancia en la capital belga y de la Unión, Rueda, en conversación con los periodistas, se refirió a algunos asuntos de actualidad, y hasta de comportamiento, en relación a la plena sintonía que existe entre populares y socialistas (y otros grupos) cuando se abordan asuntos comunitarios, y lo diferente que es en el Parlamento español. Lo que también había llamado la atención (para bien), apenas unos minutos antes, del presidente de Castilla-La Mancha. O de su preocupación por los anunciados aranceles, especialmente porque «Galicia es comunidad exportadora», y «el libre comercio, fundamental». Sobre pretensiones nacionalistas en el País Vasco y Cataluña de que esas comunidades puedan tener un salario mínimo diferente al resto, Rueda señala que «las reglas de juego deben ser iguales para todos. Ellos se ven como un territorio aparte. Sí puede haber ajustes, pero sobre una base de igualdad. Posiciones de desigualdad no son aceptables», explicó.

Medio ambiente y pesca deben convivir, básico para Galicia

La preservación del medio ambiente y de la economía del mar deben convivir, son complementarias y no preponderar una sobre la otra. Sobre todo para el sector en Galicia. Es uno de los mensajes que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, trasladó al comisario de Pesca y Océanos, el chipriota Costas Kadis. Que, además, se ocupa solo de esta área, algo que elogió Rueda. «Es una demanda que teníamos y que se ha cumplido, con un cambio de sensibilidad», algo bueno para el sector. A Costas le hizo ver la importancia «fundamental» que tiene la pesca y la acuicultura, «primera potencia» en Europa, con casi 60.000 personas que viven de ella. De ahí el hecho de resaltar que se compatibilicen aspectos sociales y medioambientales. Recordó, por ejemplo, algunas decisiones sobre la pesca de arrastre en las que no se tuvieron en cuenta los criterios y estudios del sector. Y, en general, reclama que se garanticen reglas igualitarias para todos, en relación a países que no respetan determinados procedimientos y perjudican a Galicia, y se refirió al caso de las capturas de atún en Tailandia.

Otro asunto que llevaba en su agenda era el de las bonificaciones del gasoil a los barcos: solicita que no se eliminen, en el proceso de descarbonización, mientras no se encuentre algo alternativo. A día de hoy, dijo, el diésel tiene una difícil sustitución a medio plazo, y representa del 60 % del gasto, además de dejar una baja huella de carbono en su actividad.

Galicia gana peso en el renovado Comité Europeo de las Regiones

Como cada cinco años, el Comité Europeo de las Regiones renueva sus cargos. La presidencia pasa de Vasco Alves Cordeiro, un político de las Azores, a la húngara Kata Tütto. Es socialista, y ocupará el puesto durante dos años y medio, cuando será relevada por el presidente andaluz, el popular Moreno Bonilla, que queda ahora como vicepresidente primero. Ocurrirá como en el mandato anterior: un compromiso de alternancia entre las dos fuerzas más votadas. En un órgano consultivo (obligatorio en determinados casos), el Comité, en el que suele haber mucha unidad porque todos pelean para que las regiones y las ciudades tengan más influencia. Y sobre todo, mayor capacidad decisiva en la crucial política de cohesión, la palabra que más se escucha. Lleva tiempo la alerta encendida ante los planes más o menos velados de la Comisión de recentralizar esas políticas, ante lo que se revuelven presidentes de entidades regionales y alcaldes. Eso se pudo constatar el miércoles y, sobre todo, este jueves, en la larga jornada de reuniones y actividades con epicentro en el Parlamento Europeo, un hervidero todo del día, con mucha presencia española de alto nivel, con varios presidentes del las Comunidades.

Entre ellos, Alfonso Rueda, uno de los nuevos vicepresidentes del Comité (por 15 meses) y coordinador de la delegación española. Fue el encargado, por ejemplo, de entregar al vicepresidente de la Comisión, Raffaele Fitto, responsable de Cohesión, la posición común de las comunidades autónomas de cara al futuro de la política regional. Son 19 puntos en los que, en definitiva, se solicita que se les tenga en cuenta como actores principales para garantizar el desarrollo, la igualdad, la justicia inversora o el acercamiento de la UE a los ciudadanos, como interlocutores primeros que son. Que no se camine hacia la centralización. Una defensa del modelo de la UE, pero en línea de mejorar. No faltaron, en los discursos, algunas críticas a quienes están poniendo en cuestión la identidad y el proyecto europeo, y eso a pesar de todos los beneficios que ha supuesto.

Rueda intervino, en el hemiciclo, en un debate junto a otras numerosas autoridades autonómicas europeas y españolas. Y lo hizo en gallego (también se escuchó el catalán, con Salvador Illa, y el euskera).

«A cohesión acreditou a súa utilidade para moitas cousas ao longo das últimas décadas. Para reducir os desequilibrios entre os territorios, e para trasladar a todos os recunchos da UE as prioridades comunitarias, como o I+D+i, o desenvolvemento verde, ou a transición dixital. Por tanto, buscar un crecemento equitativo entre todas as rexións europeas non é un obxectivo comunitario máis, máis ben o principal, gravado no ADN de todas as rexións de Europa», dijo.

Añadió: «Canto maiores son as incertezas internas e externas, penso que debemos apostar con máis intensidade polos valores que nos fixeron grandes. A gobernanza descentralizada non é nunca unha debilidade da Unión, senón que se a facemos axeitadamente, vai ser unha das nosas fortalezas. É a maneira máis eficaz de garantir que as prioridades dos cidadáns teñen o seu reflexo na política comunitaria [... ] A experiencia demóstranos que a recentralización nunca se traduce nunha mellor a máis áxil utilización dos fondos. As comunidades e as entidades locais en España temos experiencia, capacidade de análise e presenza sobre o territorio imprescindibles para ser aínda máis eficientes».