Rueda bromea con viajar a Madrid con Pontón y Besteiro a por la quita: «Se nos dan os 4.000 millóns, imos xa a por eles»

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el pleno del Parlamento.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el pleno del Parlamento. Xoán A. Soler

La oposición insta al presidente gallego a «evitar o ridículo» y aceptar ya la condonación que ofrece el Gobierno

26 feb 2025 . Actualizado a las 12:30 h.

No estaba en el orden del día de la sesión de control, pero era evidente que la condonación de deuda a las comunidades autónomas que presenta hoy el Gobierno en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) iba a centrar el careo del presidente de la Xunta con la oposición. «Non creo que lle sorprenda», inició el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. Y no lo hizo. Tanto él como la líder del BNG, Ana Pontón, expusieron los argumentos por los que exigen a Alfonso Rueda aceptar la quita de 4.000 millones de euros de deuda autonómica. El presidente gallego replicó lo contrario ante lo que considera un negocio ruinoso, y reiteró la negativa de la Xunta a esta oferta.

«Está a tempo, envíe unha mensaxe a [Miguel] Corgos e dígalle que vote a favor por sentido común e sentido de estado. Hoxe votarán que non, pero a partir de aí empezarán a culebrear como co decreto ómnibus», le predijo Besteiro a Rueda, cuyo conselleiro de Facenda estaba ausente por su participación en el CPFF. «Evitese o ridículo e evítenos a todos os galegos e galegas o problema», espetó al presidente gallego.

El secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro.
El secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. Xoán A. Soler

Tras desglosar Besteiro un listado de «cousas que se poderían facer» con eses 4.000 millones de euros, Alfonso Rueda opinó que acababa de escuchar un cúmulo de «disparates». «Estes 4.000 millóns de euros que nos van condonar, podemos dispoñer deles?», pregunto retórico. «Quedan libres para a nosa disposición?», reiteró. Haciendo uso del ejemplo que le pusieron tanto el líder del PSdeG como la portavoz nacional del BNG de comparar la deuda con la hipoteca de un piso, el presidente gallego razonó que los gallegos tendrían que hacerse ahora carga de las «mansións» que compraron otros.

«A débeda non desaparece», dijo en línea con lo expresado el martes por Corgos en el Parlamento, recordando el cálculo de que la mutualización de esa deuda supondría que cada gallego pague «220 euros máis de débeda» (557 millones de euros más). Lamentó que en la reunión presidida este miércoles por la ministra de Hacienda no se ponga sobre la mesa la negociación del nuevo sistema de financiación, para el que la Xunta reclama 500 millones de euros más para compensar los sobrecostes ocasionados por la dispersión poblacional y el envejecimiento. «Iso si sería un ingreso para facer moitas cousas, pero para vostede é mellor dicir disparates», continuó Rueda, que acusó a Besteiro de simplificar con que los 4.000 millones de euros fuesen a ser ingresados «nunha transferencia bancaria»

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en la sesión de control.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en la sesión de control. Xoán A. Soler

El presidente gallego siguió desgranando los cálculos de la Xunta en el turno de réplica a Ana Pontón, cuya pregunta sobre políticas de vivienda quedó diluida por el debate sobre la deuda. Rueda expuso que los 4.000 millones solo permitirán a Galicia costear un tercio de los intereses que paga cada año por su deuda, es decir, 42 millones de euros. De ahí que ironizase con los líderes de la oposición, invitándoles hasta en dos ocasiones a acompañarle a Madrid para reclamar el ingreso de esos 4.000 millones. «Claro que os queremos. Se é así, xa lle digo que si que queremos a condonación. Imos vostede, o señor Besteiro e eu a Madrid a por eles, e logo xa vemos aquí como os repartimos», bromeó el jefe del Ejecutivo, que propuso sufragar con ese montante el pago de los billetes.

Pontón le reprochó que no tuviese en cuenta las consecuencias de rechazar la oferta del Gobierno, acusándole de ser «o presidente máis antigalego da historia» y, valiéndose de una noticia de La Voz publicada hoy, convertirse en el «campión do servilismo» al considerar que la oposición de la Xunta al plan de condonación es fruto de la imposición de la dirección estatal del partido. «A decisión de dicir que non á condonación nin sequera a tomou o Consello da Xunta, senón Feijoo», advirtió.

La líder del Bloque instó a Rueda a rectificar y «non traizoar a Galiza», a «quitar a camiseta do PP» y empezar a «exercer como presidente» de la Xunta. «O BNG xa fixo o traballo difícil, faga vostede o fácil asinando a condonación da débeda e se lle parece pouco, negocie máis que terá o noso apoio», reivindicó el acuerdo de investidura con el PSOE donde se incluía una quita análoga al resto de comunidades autónomas.

Pontón hizo además tres propuestas en su intervención para enmendar la política de vivienda de la Xunta: declarar zonas tensionadas, retirar «vivendas ilegais no rexistro da Xunta» y establecer un tope a las viviendas turísticas por habitantes. Ante ello, el presidente gallego defendió la gestión de su Gobierno, que tiene a la vivienda como «eixo» de actuación.

Polémica por el pasquín de la CIG

Rueda afeó a la líder del Bloque que no se pronunciase sobre el polémico panfleto de la CIG denunciado por «machista» en el que caricaturizan a la conselleira de Política Social, Fabiola García. «Un silencio clamoroso», consideró el presidente gallego, que no tuvo respuesta por parte de la dirigente nacionalista, lo que le sirvió a Rueda para acusarla de «covarde». «Non me fale nunca máis de machismo porque vostede o valida», continuó, reprochándole su ausencia de «dignidade», «coherencia» y «valentía».