
La empresa con sede en Cerceda trata los residuos de 295 concellos y puede valorizar toda la basura generada en Galicia a lo largo de un año
19 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El cambio de milenio trajo para Galicia un complejo escenario desde el punto de vista medioambiental. Había más de tres mil puntos de vertido ilegales y trescientos vertederos municipales. Pero aquella senda cambió de tendencia con la puesta en marcha, el 20 de enero del 2000, de la Sociedad Galega do Medioambiente (Sogama). El lugar escogido fue Morzós, en la parroquia cercedense de As Encrobas. La Xunta, presidida entonces por Manuel Fraga, dio luz verde a una inversión de 272 millones de euros.
Existen empresas que nacen con buena estrella y otras, por así decirlo, estrelladas. Con un estigma social, y a veces político, muy difícil de lidiar. Sobre todo cuando se trata de basura. Sogama estuvo en el punto de mira desde el primer minuto. Casi nadie deseaba en su municipio una planta de estas características. Todos los alcaldes se pasaban la pelota porque nadie quería comerse el marrón. El único que lo tuvo claro fue el cercedense José García Liñares. El entonces alcalde, socialista, tenía en mente una segunda revolución industrial para un municipio situado a un cuarto de hora de A Coruña y a veinte minutos de Santiago. La mina de lignito y la central térmica de As Encrobas habían representado en los 80 y los 90 un verdadero bum económico y social para la comarca de Ordes. Cerceda pasó de la noche a la mañana a situarse entre los concellos gallegos con mayor renta per cápita de Galicia, donde, por ejemplo, los policías locales patrullaban en Mercedes.
Sogama representaba esa consolidación industrial, junto con los recién inaugurados polígonos de O Acevedo y su emblemático Aquapark.
Desde aquella efeméride del 20 de enero del 2000, Sogama solo dio pasos hacia adelante: «El complejo medioambiental de Cerceda ha estado en constante evolución. Comenzó primero con una planta de clasificación de envases manual, que años después fue automatizada, y ahora está siendo robotizada para mejorar su eficiencia. La planta de tratamiento y elaboración de combustible fue complementada y reforzada en el 2018 con una planta para la recuperación de materiales contenidos en la basura en masa, que opera en línea con la industria 4.0 y que se puso en marcha precisamente para incrementar la aportación de Sogama al reciclaje. También activamos, a petición del Sergas, una planta provisional durante la pandemia para valorizar energéticamente los residuos covid no peligrosos, como guantes, buzos o mascarillas. Y, en breve, acometeremos la construcción de la que será la primera planta pública de clasificación de residuos textiles», explicó el presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino.
Cifras en aumento
A lo largo de este cuarto de siglo, la sociedad de titularidad autonómica —en un 51 %— ha dado pasos de gigante. Los datos así lo confirman. Un total de 295 concellos llevan sus residuos hasta Morzós, en unas instalaciones en las que se pueden tratar un millón de toneladas al año de restos, el equivalente a toda la basura que se genera en Galicia, merced a la gran ampliación, acometida en dos fases, en el 2018. Pero Sogama es también ejemplo de generación de empleo y riqueza, con un millar de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, lo que la convierten en una de las empresas con más altas a la Seguridad Social en la comarca.
La dispersión poblacional es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los técnicos. Para tratar de mitigar sus efectos, antes de la pandemia, la dirección apostó por cambiar el modelo de gestión y transporte. «La infraestructura industrial de Sogama está conformada por un complejo medioambiental de tratamiento, 37 plantas de transferencia repartidas estratégicamente por toda la comunidad, cuatro plantas de compostaje y un vertedero controlado de cola, y todo ello complementado con una logística y un transporte en el que prima la sostenibilidad, al potenciar el ferrocarril como medio preferente: hoy transportamos por tren en torno al 57 por ciento de los residuos; en el 2016 este porcentaje no superaba el 25 por ciento», argumentó Javier Domínguez Lino. Cabe destacar la apuesta de la sociedad por las plantas de transferencia ya que, a día de hoy, nueve de cada diez concellos adscritos al proyecto de Sogama cuentan con una instalación de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 kilómetros.
El presente y el futuro más inmediato de Sogama pasa por la consolidación del denominado contenedor marrón y el textil. Precisamente, la Xunta acaba de licitar por 22.480.815 euros las obras de construcción de la que será la primera planta pública de clasificación de residuos textiles de Galicia. Ocupará una superficie de 8.000 metros cuadrados, tendrá una capacidad inicial para tratar tres mil toneladas anuales, aunque una vez que esté plenamente operativa podrá valorizar 24.000. El objetivo de los promotores de este proyecto es que esta instalación quede culminada a lo largo del segundo trimestre de próximo año.
Cronología
11-4-1992. Aprobación del proyecto
El entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, dio luz verde a los estatutos de la futura Sociedade Galega do Medioambiente.

20-1-2000. Inauguración
Sogama empezó a operar en Morzós, As Encrobas. Un año en el que también se pusieron en marcha el Aquapark y el polígono de O Acevedo de Cerceda.

1-4-2017. Ampliación
La Xunta anunció el proyecto, presupuestado en 30 millones de euros, para duplicar los residuos valorizados, hasta un millón de toneladas al año.
6-12-2019. Consolidación
Sogama completó su ampliación y se convierte en la planta más eficiente de Europa, según los datos facilitados por la Unión Europea.

5-6-2021. La quinta fracción
La dirección de la empresa anunció la puesta en marcha del contenedor marrón, para el tratamiento de la materia orgánica de 295 concellos gallegos.
3-5-2025. Textil
La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, anunció la construcción de una planta de tratamiento de textiles, que estará lista a mediados del próximo año.