Los investigadores del crimen de Elisa Abruñedo en Cabanas: «Fue un ataque brutal y completamente desmedido por las heridas que tenía»
 
			GALICIA
Este miércoles declaran en la Audiencia Provincial los agentes que participaron en la investigación: «Le asestó tres puñaladas certeras para causar su muerte en cuello, pulmón y corazón»
18 jun 2025 . Actualizado a las 14:50 h.Arranca la tercera vista del juicio por el crimen de Cabanas, en la que están declarando los autores de una compleja investigación que terminó diez años después con la detención del principal sospechoso de haber violado y asesinado a Elisa Abruñedo, una vecina de Cabanas de 46 años que había salido a pasear, como todos los días.
El primer testimonio fue el del capitán de la UCO. Contó que en el 2021 se impulsa de nuevo la investigación de un crimen que se encontraba entonces en punto muerto. A partir de ahí empiezan a elaborar un perfil genético tirando de la muestra que había dejado Roger Serafín Rodríguez en el lugar de los hechos, y los agentes se dan cuenta de que es muy similar a una familia de la zona, que colabora con ellos. El estudio concluyó que el autor del crimen era portador del gen MC1R, una mutación presente en los pelirrojos, como el detenido. Además, descubren también que tenía los ojos oscuros y entre 30 y 40 años.
En la jornada de este miércoles también declararon todos los agentes del grupo de Delitos contra las Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil que participaron en la investigación del crimen de Cabanas, los mismos que trabajaron en el caso Asunta. Reconstruyeron el crimen a partir de las heridas que presentaba el cuerpo de Elisa Abruñedo. «Fue un ataque brutal y completamente desmedido por las heridas que tenía», afirmó el comandante de la sección de homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Según relataron, Roger Serafín habría agarrado a Elisa por detrás, por lo que nunca le habría visto la cara. Luego la arrastró 17 metros y la llevó en volandas, por eso perdió las zapatillas que llevaba. Y tras agredirla sexualmente ejerciendo gran violencia, «le asestó tres puñaladas certeras para causar su muerte en cuello, pulmón y corazón».
Mientras, y cuando se habla de las partes más duras de la agresión, Roger dormita. Sigue vestido igual que en la primera y en la segunda sesión del juicio, con la sudadera granate que llevaba cuando fue arrestado.
Los siguientes en intervenir fueron el responsable de la Policía Judicial de la Comandancia de A Coruña y otros tres agentes. Uno de ellos señala una fecha clave: el 3 de octubre del 2023. Ahí se dan cuenta de que Roger Serafín podría ser el culpable por el perfil genético, después de haber hecho un cribado entre el resto de personas con las mismas características, así que lo siguen.
Como necesitan una prueba de ADN, y Roger Serafín no hacía vida social, lo siguen por la noche y proceden a desinfectar su coche, precisamente la manilla y el espejo retrovisor, para que por la mañana cuando lo abra puedan recoger con un hisopo una muestra. Así que el 3 de octubre por la noche lo siguen hasta su casa en Narón y proceden a desinfectar el vehículo. Luego, por la mañana, lo vuelven a seguir hasta su trabajo en Navantia, en Ferrol, y recogen la muestra.
Esa prueba les da el perfil completo para saber que sería él el responsable de la muerte de la vecina de Cabanas y lo detienen el 17 de octubre. En la detención, cuando estaba en su trabajo, Roger Serafín llegó a decirle a los agentes que Elisa se subió voluntariamente a su coche. Lo que los agentes descartaron, de acuerdo con los datos de informes sobre cómo había sido el ataque. Sostuvo que ambos se conocían y que hubo una discusión tras la cual se produjeron los hechos.
					
		
			
		
		
												
								
 
    	
Sorprendido, pero tranquilo
Sobre ese día, los agentes explicaron que no mantuvo una «actitud agresiva». «Se calló y se mostró sorprendido, pero siempre tranquilo», según afirmó el comandante de la UCO. Roger Serafín confesó, aunque dando una versión distinta sobre lo sucedido: sostuvo que ambos se conocían, que ella se subió al coche y que hubo una discusión tras la cual se produjeron los hechos. Esto lo han descartado todos los investigadores.
Por las lesiones de la víctima; por cómo estaba el coche del acusado ubicado, «mal aparcado» y por otras pruebas recogidas en la zona, consideraron que fue un ataque sorpresivo, por la espalda, y aprovechando el procesado que cuando iba por la zona en su vehículo la vio sola. Los agentes destacaron, al respecto, el hecho de que la víctima fuese encontrada con los cascos que llevaba para escuchar música.
El arma no fue localizada, aunque un guardia civil expuso que en el registro en el domicilio del acusado se encontró un cuchillo que Roger Serafín dijo que era «similar» al empleado. «Es imposible que ella pudiera defenderse», insistió en línea con sus demás compañeros.
					
		
			
		
		
												
								
 
    	
Cómo fueron los hechos
Roger Serafín se encuentra en prisión desde el 19 de octubre del 2023, a la que fue trasladado tras ser detenido por la Guardia Civil en su puesto de trabajo, en el astillero de Navantia en Ferrol, donde era operario de una empresa auxiliar. Tras el arresto, confesó ser el responsable de la violación y muerte de Elisa Abruñedo diez años atrás.
Según el escrito de acusación, entre las 20.45 y las 21.00 horas del 1 de septiembre del 2013, el hombre conducía su vehículo cuando vio caminando a la víctima por la carretera provincial DP-1503, en las inmediaciones de su domicilio. Luego se desplazó a un camino de tierra de la zona, detuvo su coche y se dirigió a la mujer «abordándola por la espalda, agarrándola fuertemente con un brazo y golpeándola en la cara, en la zona de la mandíbula».
Acto seguido, según el Ministerio Fiscal, el encausado se introdujo en el terreno situado al lado de la carretera «en el que había pinos y abundante vegetación de monte bajo», arrastrando a la víctima marcha atrás mientras la sostenía fuertemente de espaldas a él, «recorriendo aproximadamente 17 metros hasta el interior de la parcela, donde no podía ser visto desde la carretera».
Allí la violó y la asesinó, según Fiscalía y las acusaciones que piden penas que suman 37 años de cárcel. La defensa entiende que los hechos son constitutivos de homicidio, no de asesinato, y reconoce la agresión sexual.