Aprobados los dos primeros parques eólicos que permitirán rebajar la factura de la luz unos 300 euros al año a vecinos en Galicia

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

Trabajador de Ferroatlántica en la central de Sabón
Trabajador de Ferroatlántica en la central de Sabón PACO RODRÍGUEZ

La Xunta declara la excepcionalidad de los proyectos Baro y Greco, que alimentarán una planta de silicio metálico en Sabón e incluirán beneficios para 17 concellos de Lugo, Pontevedra y Ourense

05 ago 2025 . Actualizado a las 11:32 h.

La Xunta ha aprobado una declaración de excepcionalidad para tramitar los parques eólicos Baro y Greco, que estarán situados en espacios ajenos a las áreas de desarrollo energético de las provincias de Lugo, Pontevedra y Ourense. Son los primeros que generarán «beneficios socioeconómicos directos» en el territorio en el que se levanten, de acuerdo con la ley de recursos naturales que entró en vigor el pasado 1 de enero.

Las instalaciones están promovidas por Villar Mir Energía. Su principal función será suministrar energía a la planta de producción de silicio metálico del Grupo Ferroatlántica en el polígono de Sabón (Arteixo, A Coruña). Los parques, según las estimaciones que maneja la Xunta, supondrán un ahorro de 13 millones de euros durante 10 años a la industria, lo que impulsará su competitividad.

La conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, explicó que la inversión conjunta se elevará a 163 millones de euros, supondrá la creación de 25 puestos de trabajo y permitirá reducir las importaciones de petroleo en casi 54.000 toneladas anuales.

El presidente, Alfonso Rueda, añadió que el promotor de los parques deberá asumir «unha serie de obrigas» para instalarse en Galicia, la principal es que el 80 % de la energía producida deberá estar incluida en los contratos de compra de energía para la planta de silicio metálico.

Pero además, añadió el titular de la Xunta, los parques deberán cumplir con las previsiones de la ley de recurso naturales, e incluir un plan de medidas socioeconómicas que beneficie a los 46.000 habitantes de los 17 concellos situados en el entorno de las explotaciones de energía verde.

En el caso del parque de Baro, esas medidas beneficiarán a siete municipios de la provincia de Lugo: Castro de Rei, Lourenzá, Meira, Mondoñedo, A Pastoriza, Pol y Riotorto. El de Greco deberá incluir en su plan a seis concellos de la provincia de Pontevedra — A Cañiza, Cerdedo Cotobade, O Covelo, Fornelos de Montes, A Lama y Ponte Caldelas—, y otros cuatro de Ourense: Avión, Beariz, Carballeda de Avia y Melón.

El plan socioeconómico

Las medidas socioeconómicas tendrán un importe estimado de 15,2 millones de euros. Incluirán, dijo Rueda, «un importante aforro de costes» para los vecinos y las pequeñas y medianas empresas ubicadas en esos ayuntamientos, con descuentos anuales en las facturas de la luz y el gas que oscilarán entre los 150 y los 300 euros, añadió.

Otro de los beneficios previstos es que los residentes podrán participar en el proyecto eólico con un interés garantizado del 5 % anual, dispondrán de un descuento para la instalación de equipos de autoconsumo solar del 20 % durante cinco años o podrán optar a créditos a interés cero de hasta 50.000 euros para iniciativas empresariales, entre otras medidas.

El promotor se compromete además a priorizar la contratación de mano de obra local y a facilitar la inserción laboral de mujeres y jóvenes, abonar el 75 % del consumo eléctrico en los centros de mayores y del 50 % en el caso de instalaciones deportivas, centros de salud y escuelas infantiles de esos concellos.

Los parques paralizados

Tanto la conselleira como el presidente aprovecharon la comparecencia para destacar la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que «avala» las tramitaciones ambientales de los parques eólicos que habían sido paralizados por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y que suman casi 2.500 megavatios de potencia.

Rueda recordó que las paralizaciones también fueron contravenidas por el Tribunal Supremo en cuatro sentencias, y consideró que Galicia «perdeu moitas oportunidades» por esas paralizaciones, ya que hay otros proyectos industriales vinculados al suministro de energía verde. Añadió, a la vista del dictamen de la Justicia europea, que «non ten sentido» que la parálisis siga.

También la Asociación Empresarial Eólica pidió que se adopten las «medidas necesarias» para que los proyectos paralizados recuperen el ritmo de avance.

La entidad señaló que Galicia, pese a su potencial en energías verdes, ha quedado muy rezagada con la instalación de 171 megavatios entre los años 2020 y 2024 cuando en el conjunto de España se instalaron más de 6.000.

Sogama recibirá 100 millones de la Xunta hasta el 2030 para dejar de usar gas natural y digitalizarse

La Xunta invertirá 100 millones de euros hasta el 2030 en la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), la empresa pública que gestiona la planta de tratamiento de residuos de Cerceda. La instalación, inaugurada hace 25 años, da servicio 295 de los 313 concellos de Galicia.

El plan de inversión de la Xunta está detallado en un informe aprobado hoy lunes por el Gobierno autonómico. Se centra en tres grandes ejes. El primero es la gestión de nuevas fracciones de residuos como textiles, cenizas y escorias, la recogida selectiva en origen y la potenciación de la producción, uso y comercialización de compost. Se dedicarán a esa línea 32 millones de euros.

En la actualidad está en marcha las obras de una nueva planta de reciclaje de textiles, la primera en Galicia, cuya construcción y gestión ha sido adjudicada en 22,5 millones.

La segunda línea será de impulso a la descarbonización. Contará con 40 millones de euros y prevé la sustitución de los combustibles fósiles —gas natural— por otros más limpios, lograr la autosuficiencia energética del complejo de Cerceda y mejorar las aportaciones de energía renovable que hace al consumo interno en Galicia.

Por último, otros 23 millones se destinarán a un plan de transformación digital, industrial y administrativa con el que se espera alcanzar la trazabilidad total de los residuos, desde que entran en las instalaciones hasta que salgan de ellas convertidos en un nuevo tipo de recurso.