La Xunta defiende que aísla a Galicia de la «inestabilidade política» del Gobierno con la aprobación del techo de gasto

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El Parlamento aprueba la capacidad máxima de gasto para el próximo año, de 14.177 millones, con el voto a favor del PP y el rechazo de BNG y PSdeG

04 ago 2025 . Actualizado a las 14:48 h.

La Xunta avanza en la tramitación de las cuentas autonómicas para el próximo año tras aprobar este lunes en el Parlamento, durante un pleno extraordinario, el techo de gasto no financiero del 2026, que ascenderá a 14.177 millones de euros, la cifra más alta hasta la fecha. Este paso necesario para continuar en la elaboración del anteproyecto de Orzamentos, posterior a su aprobación en el Consello de la Xunta del pasado viernes, contó con el único voto a favor del Partido Popular y la abstención del diputado del grupo mixto.

El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, tuvo quince minutos para presentar las claves del techo de gasto, insistiendo en la solvencia financiera del Gobierno gallego por aumentar esa capacidad al tiempo que reduce la deuda y encadena el tercer año consecutivo sin déficit. Pidió el voto a favor del resto del pleno, aunque solo consiguió convencer a medias al diputado del grupo mixto con su abstención, reivindicando el «compromiso coa sustentabilidade das finanzas públicas» y a consolidar un «cremento sostible» que lleva aparejado la creación de empleo de calidad, el refuerzo de los servicios públicos, la ayuda a familias y empresas, el aumento del parque público de vivienda o el impulso a la innovación «como base dunha economía competitiva».

Defendió el instrumento de la regla de gasto para establecer las cuantías máximas de las cuentas públicas, necesarias para contar con margen frente a eventos desfavorables, especialmente en un contexto de incertezas, tanto a nivel global por la invasión de Ucrania, los conflictos de Oriente Medio o los aranceles impuestos en Estados Unidos, que Corgos ve «agravado internamente» por la inestabilidad del Gobierno central. La Xunta, defendió, podrá aprobarlas por tener «estabilidade» y «ser previsibles», lo que permitirá darles luz verde «en tempo e forma», un dardo al Ejecutivo que supuso el primer aplauso del grupo parlamentario popular. El responsable de Facenda afeó también al Gobierno central que no cumpliese su obligación legal de convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera para «achegar os obxectivos de estabilidade orzamentaria». 

«Cumprimos e illamos a Galicia da inestabilidade política, financeira e de gobernanza na que ten sumida o Goberno central a España», comparó, recordando que su departamento lleva ya más de un mes trabajando en la elaboración de los Orzamentos del próximo año. También contrastó la interpretación que Ejecutivo central y gallego hacen de la aplicación de la regla de gasto, ya que la Xunta entiende que solo puede gastar la mitad del aumento de ingresos. Así, frente al crecimiento del 7 % que expone Madrid, Corgos advierte que Galicia «só poderá aplicar a metade a gasto non financeiro», es decir, un 3,5 % más.

Pero los argumentos de Corgos se encontraron con el rechazo de los dos grupos de la oposición. De hecho, tanto BNG como PSdeG coincidieron en señalar que el debate hoy debía ser otro. El secretario xeral socialista, José Ramón Gómez Besteiro, comenzó recordando que su grupo había pedido la comparecencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para hablar sobre financiación autonómica. «Cuestións que van estar enriba da mesa este ano», apremió, instando a la Xunta a aclarar cuál es el modelo que plantea y poder discutirlo en el Parlamento tras criticar el propuesto por el Gobierno en otros foros. La diputada nacionalista Noa Presas lo calificó como un «debate non debate», reinterpretando la cita de Mafalda de que «o urxente non tape o imporante», para reclamar a la Xunta que se abra a negociar una nueva financiación autonómica, ventana que se abre por primera vez desde el 2014, subrayó.

Presas denunció que el techo de gasto y, por tanto, las futuras cuentas autonómicas, «non teñen nada de ambicioso e expansivo» al no llegar a cubrir el aumento de la inflación. Avanza que serán unos presupuestos «repetitivos» que perpetuarán la «crise instalada nos recursos públicos deste país». «Non servirán nun momento económico delicado», continuó, ante la «evidente ralentización económica e un contexto preocupante». Así, avisó de que las futuras generaciones se avergonzarán ante la «inacción fronte ao xenocidio do estado sionista de Israel contra Palestina e a escalada bélica» que, a su vez, tendrá también consecuencias sobre la situación financiera de Galicia.

Besteiro apremió a la Xunta a abandonar su discurso «baleiro e simplista», e invitó a los responsables autonómicos a sumarse a la propuesta socialista de una financiación «singular, suficiente e solidaria». Recordó el último informe de la AIReF que reprende al Gobierno gallego por «triplicar o gasto permitido por lei, sen melloras para a cidadanía» y le advierte por los «efectos perniciosos» de los «agasallos fiscais para os que máis teñen». 

El líder del PSdeG reprochó a la Xunta que no acepte la condonación de deuda propuesta por el Gobierno por asumir la estrategia que le marca la dirección nacional del PP, y lamentó la política del «bonogoberno» que aplica el PP: «Cada problema, un bono. cada crise, unha propaganda; que non xestionan é unha evidencia».

El portavoz de los populares gallegos, Alberto Pazos, defendió la propuesta del Ejecutivo gallego ante el «mellor e máis amplo estado de benestar que os galegos xamáis teñan disfrutado» frente a las críticas de una oposición que definió como la «máis apocalíptica, ceniza e cínica» de la historia autonómica.