Cincuenta incendios obligan a desalojar aldeas y a movilizar al ejército en Portugal

GALICIA

El Gobierno luso amplía la situación de alerta hasta el viernes mientras los bomberos denuncian la fuerte descoordinación de los medios de extinción
13 ago 2025 . Actualizado a las 19:21 h.Portugal se resigna a intentar contener las llamas. Desde el pasado sábado, varios grandes incendios atizan las zonas oriental y central del país. Los vientos intensos y cálidos han reactivado los focos que parecían bajo control y ayudado a propagar nuevas igniciones, que cada vez se acercan más al sur. En la tarde de este miércoles, alrededor de 3.300 efectivos trabajaban para sofocar las llamas de más de cincuenta incendios, apoyados por mil medios terrestres y 30 aéreos.
Los esfuerzos se concentraron al sur del parque natural de Serra da Estrela. Allí, una tormenta eléctrica y seca, que se desató de madrugada, provocó un gran incendio que pronto cercó varios pueblos, incluyendo el histórico Piódão. Por la mañana, las autoridades recomendaron a los habitantes de Chãs de Égua y Foz de Égua que desalojaran sus casas y se reubicaran en algunas residencias de ancianos e iglesias próximas.
Horas después, otros siete núcleos residenciales fueron también desalojados, mientras el fuego avanzaba por zonas apenas accesibles para los bomberos: «Los vientos intensos, con direcciones cambiantes, han dificultado mucho el trabajo de los bomberos», decía el alcalde de Arganil, Luís Paulo Costa, a los medios.
El otro gran incendio, de Trancoso (distrito de Guarda, fronterizo con Salamanca), que desde el sábado devoró más de 12.000 hectáreas, se reactivó parcialmente hasta rozar algunas aldeas como Queiriz, y provocar el corte de varias carreteras. Sin embargo, no se lamentan grandes daños materiales ni personales, al margen de los 17 heridos leves que fueron atendidos el lunes.
Críticas de los bomberos
La víspera, el primer ministro, Luís Montenegro, compareció por primera vez en público desde que empezó esta oleada para anunciar que se ampliaría hasta el viernes el estado de alarma. «El Gobierno decidió prorrogar otras 48 horas la situación de alerta […]. Esperemos que, acabado este período, empecemos a aliviar esta situación», dijo Montenegro. Así, se aumentan las prohibiciones de uso de fuego, se restringen la estancia y actividades en zonas forestales y se movilizan más recursos para la extinción; en concreto, unos tres mil militares.
Con esta decisión, el Gobierno reaccionaba a las críticas procedentes de la oposición y de los bomberos, que acusaban a las autoridades de seguir una estrategia reactiva, que no daba capacidad de decisión a los cuerpos de extinción.
«Los medios serían suficientes si hubieran sido dispuestos de acuerdo con los riesgos que conocemos, pero no lo han sido. Si quieren hacer un análisis concreto y una auditoría a todo esto, la mayor parte de nuestros bomberos fueron llamados después del incendio en la región [por Trancoso]», denunciaba ante la RTP el presidente la Liga Portuguesa de Bomberos, António Nunes, que habló de fuerte descoordinación.