El incendio de Chandrexa de Queixa ya es el más grande de la historia de Galicia

Fina Ulloa
FINA ULLOA OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Incendio forestal en Lucenza.
Incendio forestal en Lucenza. Santi M. Amil

Toda la provincia de Ourense permanece en alerta por una decena de fuegos que han quemado casi 40.000 hectáreas. La Guardia Civil pide a los conductores que eviten la autovía A-52

15 ago 2025 . Actualizado a las 22:10 h.

Ourense llega al final de este viernes con casi 40.000 hectáreas calcinadas, según el último parte oficial de la Consellería de Medio Rural. Los grandes focos se mantienen activos y se han añadido nuevos fuegos de gran virulencia al mapa de una provincia asolada por las llamas.  El incendio de Chandrexa de Queixa ya es el más grande de la historia de Galicia desde que hay registros al alcanzar las 16.000 hectáreas quemadas, 5.000 más que el de O Courel en 2022, hasta ahora el más extensión había calcinado.

Los fuegos continúan también obligando a cierres intermitentes en las vías de comunicación terrestre. Actualmente, sobre las 16.45 horas, la autovía A-52 volvió a cortarse entre Riós y Benavente en ambos sentidos por la alta concentración de humo, que impide la visibilidad. La Guardia Civil pidió a los conductores que eviten desplazamientos en esa zona. De hecho, a media tarde enviaban un mensaje urgente a los ciudadanos para rogarles que no usen la A-52 ni la N-525 en toda la provincia de Ourense ante el empeoramiento de la situación. También sigue interrumpido el tráfico ferroviario. La noche ha vuelto a ser angustiosa. Son muchas las localidades en las que los vecinos han permanecido alerta por la proximidad de las llamas que han vuelto a amenazar, en algún caso, granjas y edificaciones. 

La docena de focos que estaban castigando la provincia se han reducido en número debido a que varios han acabado confluyendo. El problema es que eso dificulta su control debido a la gran extensión de los frentes que suman decenas de kilómetros. Entre los que más han avanzado en las últimas horas está el declarado en la localidad de Larouco, en la comarca de Valdeorras. Se declaró el miércoles por la tarde y ya ha arrasado 1.500 hectáreas tanto de ese municipio como del de Petín y A Rúa. Los vecinos de varios núcleos tuvieron que salir de sus casas ante la proximidad de las llamas. El de Oímbra, que también afecta a otros concellos limítrofes, es otro de los más virulentos en cuanto a su evolución. Ha quemado una superficie de 10.000 hectáreas.

El declarado en Chandrexa de Queixa, el municipio en el que las llamas han devorado más superficie hasta alcanzar las 16.000 hectáreas al unirse con el de Vilariño y ya han afectado a otros municipios limítrofes. También se sumaron los dos fuegos de Maceda, con más de 2.500 hectáreas. En Valdeorras la situación también se ha descontrolado con un incendio 1.500 hectáreas quemadas. En A Mezquita se quemaron 9.000 y en Vilardevós cerca del millar en varios frentes.

A los frentes abiertos en la provincia de Ourense se ha sumado en las últimas horas un nuevo incendio en A Coruña para el que también se ha declarado el nivel 2 por su proximidad a las cases del núcleo de Penagundín (Melide). Arrancaba poco antes de las siete de la tarde en el municipio de Toques, concretamente en la parroquia de San Martiño de Oleiros y ha consumido 200 hectáreas.

Durante la pasada noche volvieron a ordenarse confinamientos en los pueblos de A Madanela, en el municipio de Monterrei; en As Casas dos Montes (Oímbra) y en Rebordondo, del concello de Cualedro. Estos dos últimos se levantaron a primera hora de la tarde.También pudieron regresar a sus casas los vecinos que fueron evacuados de Flariz (Monterrei).

Oímbra

El más complejo. El incendio que está dando más quebraderos de cabeza es el de Oímbra. La cercanía a los núcleos de población y la existencia de explotaciones ganaderas han complicado la labor de los equipos de extinción que, además, han tenido que luchar contra las condiciones atmosféricas. Desde la BRIF de Laza explican que se han juntado todos los requisitos para que el fuego avanzase de manera voraz: la ola de calor que secó totalmente el terreno, el fuerte viento que ha soplado durante las últimas horas y las importantes pendientes de la zona que complican el acceso. La comarca tiene un historial negro en cuanto a actividad incendiaria pero pocas veces hubo tanto riesgo para las aldeas concentrado en tan pocas horas, pese al refuerzo de las brigadas, que tuvieron incluso el apoyo de bomberos voluntarios llegados desde A Coruña.

Precisamente, un hombre de 46 años fue detenido este jueves, según informó la Guardia Civil de Ourense, por un presunto delito de imprudencia grave que habría causado el incendio de Oímbra, en el que resultaron heridos de gravedad tres brigadistas. Fuentes oficiales señalan que hay evidencias de que es el responsable de la autoría de dos focos del fuego que se originó el 12 de agosto. El hombre, vecino de A Gudiña, realizaba tareas de limpieza y desbroce con un tractor, a pesar del índice de riesgo extremo que se encuentra vigente.

Nueve investigados en Galicia

Este ourensano es la segunda persona detenida en Galicia en relación a esta campaña de incendios, pero hay además nueve investigados. Así lo comunicó el delegado del Gobierno, Pedro Blanco esta mañana, recordando que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen en marcha un operativo intensivo para identificar y detener a los responsables de los fuegos forestales. La Guardia Civil ha establecido un gabinete específico en el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de Ourense. Desde ahí se centraliza la información y se coordinan las investigaciones para reforzar la colaboración con los servicios de emergencia y los recursos autonómicos que, como la unidad de investigación de incendios forestales (UIFO) de la Xunta, trabajan en el mismo sentido. «Quero ser moi claro e directo: quen prenda lume de maneira intencionada non quedará impune. Cada foco, cada chispa, cada paso, está baixo vixilancia. Imos chegar ata o final nas investigacións, e quen estea detrás destes incendios se sentará diante da xustiza», afirmó Blanco. El delegado del Gobierno en Galicia explicó que la acción policial se divide en la recogida de indicios sobre el terreno, el análisis de información aportada por los equipos de extinción y por la ciudadanía, y el despliegue de patrullas en zonas de riesgo con ánimo disuasorio y para prevenir nuevos focos. Desde la Delegación del Gobierno se insiste en el llamamiento a la colaboración ciudadana para que informe de cualquier dato que conozca y también se reitera la condena ante este tipo de actos intencionados que no solo ocasionan pérdidas materiales, sino que ponen en peligro vidas humanas.