Más de mil camiones de zahorra «ahogarán» el incendio del vertedero de inertes de A Rúa de Valdeorras

María Cobas Vázquez
maría cobas A RÚA DE VALDEORRAS / LA VOZ

GALICIA

Lolita Vázquez

Comienzan los trabajos para apagar un fuego que lleva produciendo una nube tóxica desde el 15 de agosto

02 sep 2025 . Actualizado a las 13:36 h.

Desde varios kilómetros de distancia una gran nube evidencia que hay un incendio activo. Y con bajar la ventanilla del coche queda claro que respirarlo no puede ser bueno para la salud. El olor a ceniza que inunda buena parte de la provincia de Ourense se vuelve irrespirable en A Rúa de Valdeorras, donde desde el día 15 está ardiendo el vertedero municipal. Se trata de un gran balsa de 1,4 hectáreas de superficie en las que se acumulan desde hace años los residuos textiles y plásticos procedentes de la fabricación de moqueta antitérmica para automóviles de Autoneum, empresa situada en el polígono industrial de la localidad.

Los técnicos (tras un primer análisis por parte de la UME se sumó después otro de la Diputación de Ourense) determinaron que la mejor manera de apagar el fuego era ahogándolo con tierra. Esta mañana comenzaron los trabajos. Se estimó que será necesario utilizar unos 1.200 camiones de zahorra para cubrir toda la superficie. Dos palas se encargaban de esparcirla en dos puntos opuestos del gran vertedero. La maquinaria pesada no puede trabajar demasiado pegada entre sí por una cuestión de seguridad. Cada vez que se descarga tierra se genera una gran polvareda y si se remueven los residuos del suelo se reavivan las llamas y se produce todavía más humo, el que crea una nube tóxica que los vecinos de A Rúa y también los de Petín (y a veces los de Larouco y Vilamartín) llevan respirando más de dos semanas. Es el tiempo que la alcaldesa, la nacionalista María González Albert, dedicó a pedir ayuda a la Xunta alegando que el fuego se había originado por un incendio forestal, por lo que era su competencia apagarlo. Desde la administración Rueda se apeló a la titularidad municipal de la instalación para descartar esa posibilidad. Tras dos protestas ciudadanas y con la convocatoria de una manifestación sobre la mesa, el fin de semana la Diputación de Ourense decidió asumir la tarea, contratando con Tragsa los trabajos por la vía de urgencia. Este lunes comenzaron a llegar los primeros camiones de zahorra, procedentes de una cantera de Quiroga, pero a media mañana hubo cambio de planes. «No Concello temos dúas parcelas con moita e van sacala de aí», explicaba la regidora. Eso ayudará a acortar los tiempos porque el viaje de cada camión será de apenas un par de kilómetros.

La Diputación se marcó esta semana como plazo para apagar el fuego pensando en el inicio del curso escolar, buscando evitar que los alumnos del instituto Cosme López y del colegio Pablo VI —situados a unos 400 metros en línea recta— respiren la nube tóxica durante toda la jornada lectiva. Albert es menos optimista con el plazo, pero en todo caso puso en valor que todo lo que se vaya apagando bueno será.

Cuando esté extinguido, avanza la alcaldesa, llegará el siguiente paso: determinar el futuro de la instalación. Albert espera que la Consellería de Medio Ambiente analice los daños y determine si lo repara o se clausura el vertedero. Cabe recordar que ya en el origen de la fábrica (abierta hace 25 años con el nombre de Rieter Saifa) desde la patronal se remarcó la necesidad de contar con un espacio en el que depositar sus residuos para hacer viable la producción. Primero se utilizó uno ya clausurado y tiempo después la Xunta construyó el que ahora arde. Hace unos quince años cedió su titularidad al Concello. Es municipal, aunque solo lo utiliza la empresa auxiliar de automoción, que abona una tasa por ello.

El incendio forestal originado en Seadur (Larouco), que es el más grande de la historia de Galicia, también afectó a la propia fábrica. Tras dedicar aquel fin de semana a evaluar los daños y limpiar las instalaciones, Autoneum retomó su actividad el lunes 18. Desde entonces almacena los residuos en sus propias instalaciones. El volumen que genera es mucho menor que hace años (ya que una parte se aprovecha, una vez picado, en hipódromos), así que tiene capacidad para guardarlos durante al menos un par de meses, explica González Albert. Espera que para entonces ya se sepa el futuro del vertedero.