La prealerta por escasez de agua afecta ya a 826.000 vecinos de 45 municipios en Galicia

GALICIA

El aviso de la Xunta cubre el entorno de Vigo, Pontevedra y Camariñas
07 oct 2025 . Actualizado a las 21:31 h.Más de 826.500 vecinos de 45 concellos de Galicia viven en zonas afectadas por la prealerta por escasez moderada de agua, que la Xunta amplió este martes al entorno del río Verdugo, las rías de Vigo y Baiona y a la costa de Pontevedra. Esas áreas se suman a los sistemas del río Lérez, en Pontevedra; el río Grande, en Camariñas, y el río Anllóns, hasta Arteixo, que ya estaban en esa situación.
El caso más preocupante es el de Baiona, que se abastece a partir del río Verdugo. El concello ya presentaba indicadores típicos de una prealerta (caudal bajo) el 7 de agosto. El Gobierno gallego ha hecho seguimiento desde entonces y ayer ordenó medidas equivalentes al escenario de alerta.
La prealerta implica un seguimiento intensivo de las precipitaciones y de los niveles de los ríos y embalses, además del seguimiento de incidencias que afecten al suministro. Los concellos afectados tienen la obligación de comunicar a Augas de Galicia los datos diarios de consumo.
La declaración también implica una serie de recomendaciones para minimizar el consumo de agua no esencial, incluyendo el baldeo de calles o el riego de parques y jardines. También se pide a la población hacer un uso responsable del suministro y evitar llenar las piscinas o regar con agua potable, además de aplicar buenas prácticas diarias que eviten el desperdicio de líquido.
La diferencia entre la prealerta y la alerta es que las recomendaciones pasan a tener el carácter de exigencias, y en casos extremos, Augas de Galicia podría penalizar consumos excesivos.
La Xunta ha instado además a los ayuntamientos afectados a tomar medidas para controlar el gasto de agua y sensibilizar a la población para que la utilice de forma responsable.
La decisión de ampliar la prealerta fue aprobada por la Oficina Técnica da Seca, que presidió el director de Augas de Galicia, Roi Fernández, y en la que participaron otros responsables de esa entidad y de MeteoGalicia, Protección Civil y las consellerías de Sanidade y Medio Rural.
En el caso de las cuencas del río Verdugo y la costa de Pontevedra se detectaron caudales por debajo del límite del 30 %, un indicador de escasez. En Baiona se tomó la decisión de aplicar el equivalente a la alerta porque en los dos últimos meses nunca se ha alcanzado ese límite.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, urgió a la Xunta a tomar ya «la decisión de reducir el caudal ecológico que sale de la presa de Eiras», alegando la situación de «sequía severa» y la falta de previsiones de lluvia. Caballero concluyó que «quieren que Vigo se quede sin agua». La Xunta niega haber ampliado el caudal ecológico de ese punto y subrayó que «os protocolos son moi claros e nunca supoñen poñer en perigo o abastecemento da poboación. O señor Caballero prefire obvialo, aínda que o que propón supoña acabar coa biodiversidade dos nosos ríos, que tan pouco parece preocuparlle».
El Concello de Baiona, que tiene el embalse de Baíña al 28 % de capacidad tras perder un 3 % en menos de siete días, pidió a Vigo que le suministre agua. La alcaldía, informa Pedro Rodríguez, ya publicó un bando hace una semana en el que pedía a los vecinos hacer un «uso eficiente da auga» ante «a seca que estamos sufrindo dende este verán».
La alerta decretada por la Xunta abre la puerta al suministro desde Vigo, ya que el embalse de Zamáns está conectado con Baiona a través de Nigrán. Si la situación se agravase, sería posible elevar el entorno de Vigo a alerta para suministrar a Nigrán desde el embalse de Eiras, lo que garantizaría el suministro de toda la zona, dijeron desde la Xunta.
La previsión de MeteoGalicia es que no habrá lluvias importantes al menos hasta dentro de dos semanas, aunque el Gobierno gallego mantiene la tranquilidad porque el embalse de Eiras tiene reservas aún para «moitos días de abastecemento».
La decisión de ampliar la prealerta tuvo en cuenta esas previsiones meteorológicas. Ese pronóstico justificó, además, que se mantenga la prealerta en los ríos Lérez, Grande e Anllóns. En el resto de la demarcación Galicia-Costa la situación es de normalidad, aunque los embalses están al 62,08 % de capacidad, un 15,3 % menos que en el mismo mes del 2024 y un 6,72 % menos que la ocupación media en los últimos diez años.
Augas analizará 33 puntos en busca de fuentes subterráneas de suministro
El Gobierno gallego aprobó este lunes un plan de 1,15 millones para buscar aguas subterráneas que puedan emplearse como fuentes de abastecimiento en situaciones de sequía. La previsión es que ese trabajo concluya en el 2028, cuando se espera contar con un mapa completo de potencial hídrico en la demarcación Galicia-Costa, que incluye todo el litoral gallego, la provincia de A Coruña y parte del interior de Pontevedra y Lugo.
El director de Augas de Galicia, Roi Fernández Añón, explica que la Universidade de Santiago, que colabora en el proyecto, empleará técnicas sismográficas para elaborar un «mapa de calor» que muestre los terrenos más susceptibles de contener masas de agua útiles. Esa labor permitirá iniciar las prospecciones con más precisión.
Además, los trabajos contarán con el uso de una nueva red de piezómetros —un instrumento que mide el nivel del agua subterránea—, gestionada en colaboración con Retegal, que se centrará en 33 puntos de la geografía gallega.
El reto es encontrar masas de agua con volumen suficiente para justificar las instalaciones necesarias para su extracción de forma ocasional. También es preciso comprobar que esa agua se repone de forma periódica y saber con qué velocidad lo hace.
Fernández Añón explica que no es previsible encontrar grandes acuíferos, dadas las características del suelo de Galicia, pero sí hay expectativas de localizar puntos con caudal suficiente situados cerca de poblaciones para aliviar situaciones de escasez.
La inversión necesaria para extraerla está sin concretar. La previsión es que sea más caro que con las aguas superficiales, pero al mismo tiempo será un tratamiento de potabilización más barato, porque el propio suelo actúa de filtro.
Hasta la fecha, señala el director de Augas de Galicia, las comunidades del arco cantábrico no habían explorado el abastecimiento subterráneo, dadas las precipitaciones regulares. Pero las lluvias, aunque no han descendido en volumen, se han concentrado más en unos meses del año determinados, por lo que es necesario «no renunciar a un recurso», que posibilitará aliviar tanto la falta de lluvias como los picos de demanda por el turismo estival.