Aprovechamos el posado robado de cinco platos de compañeras de La Voz para preguntarle a nuestra nutricionista de cabecera qué tal se come en el trabajo. Y el resultado ha sido positivo. ¿Quieres saber la receta de alguna de estas creaciones? ¡Vota por tu favorito!

Laura G. del Valle

«Todo lo que se hace en la cocina cabe en un táper». Si lo dice nuestra nutricionista de cabecera Belén Suárez Catrain, tiene que ser cierto. Según explica esta experta en alimentación, aunque nos llevemos comida preparada a la oficina o a la playa podemos perfectamente optar por elaboraciones dignas y saludables, sin necesidad de tirar de bocadillos o comida ultraprocesada. Parece lógico. Pero luego las prisas del día a día juegan malas pasadas y, más de una vez, acabamos tirando de palitos integrales de la máquina de vending tan saludables como unos macarrones con chorizo gratinados.

Vamos a comprobar con los tápers veraniegos a pleno rendimiento cómo comen cinco compañeras de La Voz. Por sus platos las conocerás. Porque se niegan a dar la cara. Y eso que, según las valoraciones de nuestra experta, las creaciones no están nada mal. ¿Te atreves a retar a Belén Suárez con una foto de tu táper? Mándanosla a gastronomia@lavoz.es

Pero no es Suárez la única que puede valorar sus platos. Vamos a dejaros a vosotros, lectores soberanos de Sabe Bien, que decidáis cuál es el táper más digno: por presentación, aspecto, ingredientes e incluso sabor. Porque la receta ganadora será publicada para que podáis prepararla en casa y, de paso, darle a una alegría a una de estas jóvenes promesas de la gastronomía casera. 

En resumen, pasan el filtro. Y no está nada mal si se tiene en cuenta que este momento posado robado tuvo lugar un miércoles aleatorio sin saber estas jóvenes trabajadoras que sus recetas serían enviadas a nuestra implacable experta. La misma que, como conclusión, quiere recordar que a la hora de preparar un plato equilibrado, también un táper, es básico tener presente el método del Plato. Consiste en dividir el recipiente en tres y ocupar la mitad con verduras y, la otra mitad, dividirla en dos partes: una con carbohidratos y otra con proteína. Y voilà!

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