Consuma la infidelidad textil. No es la primera vez que lo hace, pero esta vez fue en su debut como reina en una cena de gala
08 nov 2014 . Actualizado a las 12:40 h.Tranquilidad no estamos ante un segundo cese temporal de la convivencia en la Familia Real. Porque en este caso la infidelidad es textil. No es algo nuevo en Letizia, hay que decir que es reincidente en esto de ponerle los cuernos a Felipe (Varela), su diseñador de cabecera, pero quizás esta vez llamó más la atención porque era la primera vez que Letizia y Felipe ejercían como reyes de España en una cena de gala. La lujosa recepción tuvo lugar en el Palacio Real con motivo de la visita a nuestro país de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Sea como fuere, no defraudó. Iba impresionante con un vestido de encaje negro, ceñido al cuerpo, combinado con una falda de la misma tela que terminaba en forma de cola, obra de Carolina Herrera. Se comenta que la venezolana pudo hacerle el vestido a medida ya que no parece que pertenezca a ninguna de las colecciones de la diseñadora.
Letizia ya se ha vestido más de una vez de la firma. Por ejemplo, en la entrega de unos premios. En aquella ocasión el vestido era blanco pero el resultado también fue espectacular.
Esta vez Letizia se estrenó con los símbolos clásicos de su nueva condición, vestido largo y tiara. Con este complemento de excepción también había cierta expectación por saber con cuál de ellas debutaría como reina. A diferencia del vestido, que sí estreno, en cuanto a la tiara prefirió ir sobre seguro y recurrir a la Tiara Floral de Diamantes, su favorita. Fue la última que escogió como princesa de Asturias en una cena con el presidente de México, días antes de la proclamación de su marido. Prefirió esta que Franco le regaló a la reina Sofía, (la misma con la que casó la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarin) a tirar de otras del joyero de las reinas de España o incluso a lucir la que el hoy rey de España le regaló con motivo de su quinto aniversario de boda, la tiara de Ansorena.
Hay que decir que Letizia es reacia a lucir grandes joyas, y así lo dejó claro el día de su proclamación como reina, donde solamente se puso unos pendientes de brillante en forma de estrella de Cartier, además de las joyas que decoraban su abrigo, a pesar de que las apuestas se inclinaban que sería un momento especial para estrenar el regalo que le hizo su marido.