El rey Carlos III le ofreció casa en Londres al príncipe Harry, pero este se fue a un hotel

La Voz LONDRES / EFE

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El príncipe Harry en su última visita a Londres
El príncipe Harry en su última visita a Londres TOLGA AKMEN | EFE

Crecen las especulaciones sobre los motivos por los que padre e hijo no se encontraron durante los tres días que el último pasó en la ciudad

12 may 2024 . Actualizado a las 15:13 h.

El rey Carlos III autorizó a su hijo Harry, duque de Sussex, a alojarse en una residencia oficial de la familia real durante su viaje al Reino Unido la pasada semana aunque Harry optó finalmente por hospedarse en un hotel, según revela este domingo The Sunday Times.

El dominical indica que el monarca aceptó una solicitud de su hijo menor para poder quedarse en una de las numerosas viviendas que posee la familia real, pues este no dispone ya de ninguna residencia oficial tras haber renunciado a sus funciones como miembro activo de la monarquía de este país en el 2020 para irse a vivir a Estados Unidos.

La visita del príncipe Harry a Londres con motivo del décimo aniversario de los Juegos Invictus —la competición deportiva de los veteranos de guerra lesionados en conflicto— ha generado todo tipo de especulaciones y versiones contradictorias puesto que durante esos tres días el duque no vio a su padre, que recibe actualmente tratamiento por un cáncer no divulgado.

Según sugirió el pasado martes un portavoz de Harry, el encuentro no se produjo debido al «programa lleno» del monarca. El duque tampoco coincidió su hermano mayor, el heredero al trono y príncipe de Gales, Guillermo, ni con su cuñada, Kate Middleton, que también recibe quimioterapia por otro cáncer no especificado.

La falta encuentro ha dado lugar a todo tipo de conjeturas

Según señalan los amigos del rey al citado dominical, si Harry se hubiera alojado en una de las muchas residencias reales, como había autorizado su padre, esto hubiera facilitado la logística para poder cuadrar una reunión con Carlos III, que ha retomado su agenda oficial pese a la enfermedad.

The Sunday Times también indica que los cercanos a Harry aseguran que el príncipe sí envió una solicitud para verse con el rey con mucha anticipación.

Contradiciendo esa versión, amigos del monarca sostienen, según el periódico, que Harry ni solicitó ver a su padre ni tampoco lo invitó a que asistiera al servicio que se celebró el pasado martes en la Catedral de San Pablo en Londres para marcar el décimo aniversario de los Juegos Invictus.

Carlos III y la reina Camilla, en un acto el pasado 8 de mayo
Carlos III y la reina Camilla, en un acto el pasado 8 de mayo Jordan Pettitt | REUTERS

Durante la pasada semana, el soberano asistió a una fiesta celebrada en los Jardines del Palacio de Buckingham, en Londres, el pasado miércoles; celebró su audiencia semanal con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y acometió un compromiso militar en Wilthshire el jueves.

«Todo es muy triste. Aunque es cierto que el rey se siente, comprensiblemente, cauteloso acerca de quedar con Harry, dado el circo de publicidad que parece rodear todas estas visitas, accedió, por supuesto, a ver a su hijo en el momento más vulnerable de su enfermedad (el pasado febrero) y con muy poco aviso», recordó un amigo de Carlos III al periódico.

Estas fuentes se muestran escépticas ante la posibilidad de que en esta última ocasión el rey no haya querido ver a su hijo Harry: «Aunque no iba a sacarle la alfombra roja cuando se anunció el viaje de Invictus, y con los médicos aconsejándole que se centre en su tratamiento y recuperación, la idea de que se ha negado a hacer hueco en su agenda.. Digamos que, una vez más, las versiones difieren».

Harry y Meghan juegan al voleibol con veteranos de guerra en Nigeria

El príncipe Harry, hijo menor del rey británico Carlos III, y su esposa, Meghan Markle, jugaron ayer sábado un partido de voleibol sentado en Abuya, la capital de Nigeria, con veteranos de guerra del Ejército nigeriano heridos en combate.

El partido formó parte del viaje privado de tres días de los duques de Sussex a Nigeria, que empezó el pasado viernes con la visita a un colegio que recibe fondos de su organización benéfica, la Fundación Archewell, y una reunión en la sede del Ejército nigeriano.

En el equipo de Harry estaba el exsoldado nigeriano Peacemaker Azuegbulam, que perdió una de sus piernas en una operación militar en el noroeste del país, bastión de varios grupos yihadistas, y el primer africano en ganar una medalla de oro en los Juegos Invictus, cofundados por Harry en el 2014. Sin embargo, sus rivales consiguieron 25 puntos, adelantándose a los 21 puntos del equipo de los duques de Sussex y Azuegbulam.

Los Juegos Invictus son un evento deportivo para veteranos de guerra y soldados en activo pero heridos, y su última edición se celebró el pasado mes de septiembre en la ciudad alemana de Düsseldorf.

El director de deportes del Ejército nigeriano, el vicemariscal del aire Abidemi Marquis, adelantó este jueves que la visita de Harry y su esposa ayudará a los veteranos a «mejorar su autoestima personal para mejorar su salud mental».

Está previsto que los dos se trasladen también al estado de Kaduna (centro), fronterizo con Abuya, para visitar el Hospital de Referencia del Ejército de Nigeria, donde se reunirán con militares heridos.

El noroeste de Nigeria es blanco de ataques del grupo yihadista Boko Haram desde el 2009, una violencia que se agudizó a partir del 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, en inglés).

Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Además, en algunos estados del centro y noroeste de Nigeria son constantes los ataques de «bandidos», como se conocen en el país a los grupos armados que realizan en el país secuestros y robos y a los que las autoridades tildan en ocasiones de «terroristas».

Los asaltos continúan pese a las repetidas promesas de terminar con la violencia por parte del Gobierno nigeriano, que ha reforzado el despliegue de sus fuerzas de seguridad. .