La presentadora asegura que está consiguiendo superar la mala etapa que atravesó tras ser madre hace 15 meses. «Estuve en un agujero oscuro»
21 nov 2024 . Actualizado a las 08:57 h.«Estoy mejor que hace meses». Así arrancaba la entrevista a Cristina Pedroche en el pódcast La fórmula del éxito. La presentadora le confesaba a Uri Sabart haber pasado por una etapa complicada. «Hace meses estuve en un hoyo, en un agujero oscuro», explicó sobre una situación que la «arrolló».
«Mi hija nació y me arrolló el amor, nunca había sentido un amor tan fuerte y tan rápido», explicó sobre su maternidad. Laia nació el 14 de julio del 2023 y cambió su vida. «Mataría si alguien le hiciese algo a mi hija». 15 meses después de su nacimiento, Pedroche asegura que no es la misma persona. «Ahora soy otra persona, con otros gustos, otras prioridades, otras urgencias», dice sobre un amor que le sobrepasó, también de forma negativa. «Me arrolló el miedo», dice en relación con el título de su libro Gracias al miedo.
«En un primer momento, el miedo me deja paralizada y me quedo como en shock. Si tengo que superarlo tengo que hacer algo», dijo sobre una circunstancia que finalmente la motivó, pero que la cambió de forma radical. «He recibido mucho odio de gente que me ha dicho "vete a un psiquiatra" o "pobre niña". No sé por qué despierto tanto odio».
Cristina Pedroche asegura que lo primero que le afectó de su proceso de maternidad fue que una revista publicase que estaba embarazada. Cuando nació Laia, la situación que agravó. «Todas las críticas me calaban, me vi muy hundida. Lo trabajé con una psicóloga y siendo paciente conmigo misma».
La presentadora y colaboradora de televisión asegura haber contado públicamente algunas de las vivencias más íntimas de su vida porque considera que pueden ayudar a alguien, a pesar de las críticas que dice recibir. «Compaginé mal todo mi proceso con el trabajo. No estaba preparada para volver a trabajar. Me metía en el coche que me llevaba al trabajo e iba llorando», dice sobre su día a día en Zapeando, en La Sexta. «En 15 meses estoy consiguiendo irme de casa cinco horas».
Su relación con Dabid Muñoz
En esta situación, Pedroche asegura sentirse «afortunada» por compartir su vida con Dabiz Muñoz, con quien se casó por sorpresa y en su propia casa en el 2015. Un enlace que le gustaría repetir por la iglesia. «Ya habrá tiempo de cuidar la pareja. Le cuido como puedo, pero estoy en otra etapa de mi vida. No es que necesite más a la niña, es que la niña me necesita más a mí. La niña no entiende, no es adulta. Quien sí entiende es él». La presentadora madrileña, que disfrutaba este verano de unas vacaciones en China con su familia, asegura que ha recibido comentarios acerca de que su marido acabará rompiendo la relación. «No puedo ser perfecta en todo a la vez. Dabiz entiende que mis necesidades son otras».
En la entrevista, Cristina Pedroche recuerda que cuando conoció a su marido no le conocía demasiado, pero que el sentimiento fue fuerte desde el principio. «Cuando nos dimos dos besos, sentí mariposas. Pensé, "este señor es para mí"». Un amor que tuvo claro desde el primer momento. «Iba a por él a muerte», dice sobre una primera cita que fue corriendo, una de las aficiones de ambos. «Le abrasé a WhatsApps, me podía haber denunciado», dice bromeando. «El 2014 es mi año, porque además di las campanadas».
Un chef de referencia
Con su restautante DiverXO, Dabiz Muñoz lleva años en el olimpo de los cocineros. Aunque este año le daba a Rasmus Munk el relevo como mejor cocinero del mundo, el madrileño mucho tiempo entre los mejores de su profesión. «Cuando conocí a Dabiz ya tenía tres estrellas Michelin, ya era un cocinero excepcional, tenía una proyección increíble, pero era un empresario no muy bueno. No ganaba mucho dinero. Lo poco que ganaba lo ganaba lo seguía invirtiendo en el restaurante». Un momento, en el que ella misma se convierte en empresaria junto a su pareja. Un profesional «con obsesiones».
«Es una persona insatisfecha de por vida. Es una persona infeliz. Intento cada día demostrarle la cantidad de cosas que tiene para sentirse afortunado y el amo del mundo. Le gusta estar en su tormento», describe sobre su compañero de vida al que considera «perfeccionista hasta el extremo».
«Solo es feliz cuando termina de correr, baña a la niña, cuando estamos comiendo o en un restaurante. Eso no mola. Lo que molaría es que estuviera muy feliz y contento cocinando en DiverXO, pero es que en DiverXO se ha sentado cinco veces en su vida a comer; es el peor comensal, es quien peor lo pasa comiendo su propia comida», relató.