
La celebridad vuelve a desatar la polémica con el primer producto de belleza de su popular marca de ropa interior, conocida por sus fajas
10 ago 2025 . Actualizado a las 12:31 h.A Kim Kardashian le gustan las apreturas. Las prendas que cuelgan de su vestidor lo confirman. Y ahora también los productos de su tocador. La mediática empresaria, cuya marca de ropa íntima, Skims, se hizo famosa por sus fajas corporales, ha lanzado al mercado una versión facial que promete una mandíbula más esculpida por 40 euros sin necesidad de pasar por quirófano. Una pieza que, como en todo lo que está involucrada la más popular de las Kardashian, ha desatado la polémica a la par que las ventas, agotándose las existencias de la faja facial en menos de 24 horas. «Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien», dijo Salvador Dalí. Un dicho que parece haberse apropiado la influencer. La líder del clan de las Kardashian controla las campañas de Skims, en las que ha contado con supermodelos como Kate Moss, Tyra Banks, Heidi Klum, Alessandra Ambrosio y Candice Swanepoel, y celebridades de la talla de Rosalía, Megan Fox, Paris Hilton, Lana Del Rey, Becky G, Cardi B, Usher, Nelly Furtado, Sabrina Carpenter, Kim Cattrall, Nicola Coughlan y Oprah Winfrey, además de su madre, Kris Jenner, y sus hermanas: Kylie, Kendall, Kourtney y Khloé.
Sin embargo, para la faja facial, ha tenido un embajador inesperado: el gran Anthony Hopkins. Ante todos los comentarios que comparaban la faja facial con la máscara del protagonista de la cinta El silencio de los corderos, el actor sorprendió publicando un vídeo en su cuenta de Instagram en el que aparecía con el producto puesto y se dirigía a Kim, a la que aseguraba, con ironía, que se sentía «diez años más joven».
Hay voces que consideran que Kim Kardashian ha ido demasiado lejos, pero aquí no hay nada nuevo bajo el sol. Su producto, llamado The Ultimate Face, es una nueva versión de las fajas usadas tras cirugías faciales y que, desde hace unos años, está completamente asentada como parte de la rutina de belleza asiática. Kim Kardashian tan solo se ha encargado de promocionar, como solo ella sabe, un artilugio que incluso ya era tendencia en los vídeos de TikTok denominados morning shed. En ellos se ve a individuos retirándose toda la parafernalia que han llevado durante la noche: fundas para el pelo, cintas adhesivas que no permiten abrir la boca y tiras que, supuestamente, evitan las arrugas, además de la ya consabida faja facial.
Se supone que cuanto más feo estés al irte a dormir, más beneficios tendrás por la mañana. Para la generación Z Ahora, Kim Kardashian eleva estas rutinas nocturnas extremas con un producto que lleva el nombre de su firma de ropa, valorada en 4.000 millones de dólares, según Forbes. La dermatóloga Laura Porter explicó a la BBC que la faja está claramente dirigida a la generación Z y millennials jóvenes. «El tono y la imagen de la marca indican que se dirige a mujeres que siguen tendencias de belleza y cultura de influencers», explica Porter de un viejo concepto con una nueva imagen que Kardashian considera un accesorio «imprescindible en la rutina nocturna», pese a que no hay evidencia científica y sus resultados son, según los expertos, temporales. Aquí lo que prima es el efecto Kardashian.