Siete puntos y la sensación de haber recuperado la confianza

JULIO ÁLVAREZ-BUYLLA VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

09 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta por momentos parece otro y es que ha recuperado la capacidad de reacción, la capacidad para cambiar las cosas. 7 días y 7 puntos ganados contra las adversidades y en situaciones muy difíciles de gestionar para un equipo que hasta ayer estaba en puestos de descenso. Si el miércoles los celestes pasaron de tenerlo todo a no tener nada, para finalmente rescatar un punto difícil e importante, contra los donostiarras el equipo volvió a salir timorato y concediendo la iniciativa al rival como hizo ante el Villarreal. Pero al igual que hace una semana, Balaídos volvió a presenciar cómo el equipo perseveró hacia la victoria cuando pocos lo esperaban. La aportación de un líder pocas veces se ha visto que fuese tan determinante.

1LA CLAVE

Un 1 y un 9

Hay quienes sostienen que la clave de un equipo es tener un buen 1 y un buen 9. Los siete puntos de esta semana podríamos decir que se sustentan en gran parte en esta afirmación. Que Iago es el motor del renacimiento del Celta no admite duda. Pero no es menos cierto que la creciente aportación de Rubén en cada partido está siendo clave para sostener al equipo en los momentos de más dificultad. Ayer con ventaja en el marcador el portero celeste tuvo dos intervenciones en cuatro minutos que evitaron el empate rival. Rubén poco a poco y sin hacer ruido ha ido creciendo hasta ser uno de los jugadores celestes mas determinantes.

2EL DATO

El regreso de la amplitud

Con el partido empatado y tras la expulsión, la Real se situó en un 1-4-3-2 dejando relativamente descubiertos los carriles. Y he ahí donde un Celta, que durante muchos partidos no había sabido jugar con amplitud, encontró los pasillos hacia el gol. Escribá, apostó por Boudebouz para que junto con Mallo explotasen las debilidades de un Merino más caído a banda de lo habitual y en una de las internadas llegó el gol. Uno de los puntos positivos vistos contra la Real es la aparente recuperación de las bandas en el juego ofensivo.

3EL CAMBIO

Movimiento de banquillo

Escribá planteó el partido con un trivote en medio campo y con Iago caído a banda derecha. El Celta comenzó replegado y cediendo el balón y la iniciativa a un rival al que los celestes no eran capaces de parar por dentro. El banquillo reaccionó pasando a un 1-4-4-2 y el partido cambió. Con Aspas arriba la Real ya no sacó tan cómodo el balón y el Celta pasó de replegarse en campo propio a presionar en campo rival. El posicionamiento de Iago por dentro también favoreció una mayor participación en las transiciones ofensivas del equipo vigués.