El brasileño, protagonista en las dos últimas victorias a domicilio de los celestes ante el Atlético, recuerda aquella etapa
12 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Fernando Nelo, Baiano, vivió dos temporadas en Vigo que poco tuvieron que ver la una con la otra. En la primera se clasificaron para Europa y en la segunda llegó el que hasta hoy es el último descenso. Ambas tuvieron en común sus goles y las victorias a domicilio frente al Atlético, rival del Celta mañana. El brasileño repasa todo lo vivido y también el momento actual del club.
-Pasado el tiempo, ¿cómo resume su experiencia en el Celta?
-Son dos temporadas muy diferentes. La primera fue una de las mejores para mí en España, nos clasificamos para la UEFA y marqué muchos goles. Me esforcé mucho, porque el Celta me había fichado desde el Málaga y había hecho una gran apuesta por mí. Fue un año importante en el que las cosas salieron bien y fui muy feliz.
-¿Y qué hay del segundo año (el del último descenso, en el 2007)?
-Fue difícil. El Celta jugaba tres competiciones, una liga muy fuerte más la Copa y la UEFA y no fichó a muchos jugadores, así que no teníamos una plantilla amplia para afrontarlas y acabamos descendiendo. Fue triste para mí, como para todos los celtistas. Esa temporada seguí marcando e intentando hacer un buen trabajo. También seguí marcando, pero en el fútbol lo que importa es el colectivo. Aunque tenía un año de contrato, me fui al Murcia para seguir jugando en Primera.
-Una temporada muy buena y otra nefasta. ¿Qué pesa más?
-El recuerdo general que tengo es bueno. Ese primer año fue de los mejores de mi carrera, y aunque en el segundo pasó lo que pasó, si miro para atrás y pienso en lo que hice, estoy satisfecho porque sé que lo di todo y dejé todo por el equipo aunque no salieran las cosas.
-Recordaba que marcó muchos goles en el Celta. ¿Cuáles son los más especiales?
-Un nueve quiere marcar siempre y es cierto que pude conseguir algunos goles importantes, como ante el Barcelona aunque perdiéramos, o contra el Atlético en casa, también algunos en la UEFA. Para mí tienen mucho valor los goles de la segunda temporada porque lo que nos jugábamos, la permanencia, era muy importante.
-Usted vio portería en las últimas dos victorias del Celta ante el Atlético en Liga. ¿Tiene en mente esos dos partidos?
-Es verdad que ganamos los dos años, pero fueron victorias muy distintas. La primera fue un momento muy feliz. El equipo jugaba bien y ante un estadio que siempre aprieta como el del Atlético, teníamos un equipazo, fuimos sin miedo y ganamos. Fue espectacular para un equipo que venía de Segunda. Al año siguiente la celebración fue más amarga porque no sabías si bastaría. Pero marcar allí, como decía, era importante en ese momento por lo que nos jugábamos y aún no sabíamos si nos podríamos salvar. En todo caso, marcar allí siempre te dejaba feliz.
-¿Cómo se le puede ganar al Atlético?
- Hay que ir como si fuera el último partido de sus vidas. Nosotros ese año del descenso nos lo jugábamos todo y fuimos a morir para ganar. No hay otra manera que darlo todo en el campo por esos tres puntos, sobre todo cuando quedan pocos partidos.
-¿Tiene ocasión de seguir los partidos del Celta actualmente?
-No siempre. Vivo en Sao Paulo y hay un canal que pone partidos españoles, pero más el Madrid y el Barcelona que los demás. Cuando toca es un placer verlo y recordar momentos vividos. Y cuando no, siempre estoy pendiente de los resultados de los partidos y muy atento a la tabla.
-¿Cómo ve al equipo en la pelea por la salvación?
-Cuando no sale una temporada buena, al final tienes que intentar salvarla quedándote en Primera. Yo confío en que se consiga, deseo lo mejor para el club y que permanezca, por supuesto. Viví dos años increíbles de mi vida, un tiempo espectacular, y me gustaría ir a Vigo el año que viene y ver un partido en Balaídos en Primera.
-¿Cómo es su vida actualmente?
-Fue directivo de un equipo en Sao Paulo, pero me di cuenta de que no era eso lo que quería para mi vida, ni tampoco ser entrenador. Ahora me dedico a ayudar a jugadores jóvenes que vienen del mundo pobre a intentar lograr clubes donde jugar al fútbol.
